A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
Ocio y entretenimientoBiografía

Aparici Pascual, Julio, "Fabrilo" (1866-1897).

Matador de toros español, nacido en Ruzafa (Valencia) el 1 de noviembre de 1886, y muerto en Valencia el 30 de mayo de 1897. En el planeta de los toros es conocido por el sobrenombre de “Fabrilo”. Era hermano del malogrado novillero Francisco Aparici Pascual, que también se anunció en los carteles bajo este apodo taurino.

Torero regional -que no llegó a consolidar su presumible proyección nacional a causa de su muerte prematura-, Julio Aparici Pascual se curtió en tientas y capeas del País Valenciano, para acabar compareciendo a los veintidós años de edad ante sus propios paisanos con el ánimo de tomar la alternativa. Corría, a la sazón, el día 14 de octubre de 1888, fecha en la que el alegre coletudo sevillano Antonio Carmona y Luque (“El Gordito”) le cedió los trastos con los que había de dar lidia y muerte a estoque a un astado perteneciente al hierro de González Nandín, que atendía a la voz de Panadero.

El día 30 de mayo de la temporada siguiente, “Fabrilo” se presentó en Madrid dispuesto a confirmar ante la primera afición del mundo su grado de doctor en tauromaquia. Hizo en aquella ocasión el paseíllo acompañado por el matador granadino Salvador Sánchez Povedano (“Frascuelo”) y por el diestro guipuzcoano Luis Mazzantini y Eguía, quienes actuaron -respectivamente- en calidad de padrino y testigo del joven matador valenciano. El toro cuya lidia y muerte confirmó la maestría de “Fabrilo” respondía al nombre de Neblino, y había pastado en las dehesas de la legendaria ganadería de Miura.

No recibió a partir de entonces demasiadas ofertas el bueno de Julio Aparici Pascual, lo que cincunscribió las exhibiciones de su valor y destreza al reducido ámbito de su comarca natal, y a algunas plazas catalanas y francesas. Y en Valencia precisamente estaba toreando la malhadada tarde del 27 de mayo de 1897, en compañía del célebre espada sevillano Antonio Reverte Jiménez, cuando el toro Lengüeto, marcado con el hierro de don Manuel de la Cámara, lo cogió aparatosa y gravemente en el momento en que “Fabrilo” se disponía a banderillearlo. Al cabo de tres jornadas de penosa agonía, el mayor de los Aparici falleció en la ciudad del Turia, donde, dos años más tarde, había de morir también su joven hermano Francisco, víctima asimismo de las astas de una res brava.

Autor

  • JR.