Almeraya Medina, Jorge (1927-VVVV).
Matador de toros mejicano, nacido en Texcoco el 22 de febrero de 1927. En el planeta de los toros es conocido por el nombre artístico de Jorge Medina, pues se anunció en los carteles prescindiendo de su primer apellido.
Alentado desde muy temprana edad por una marcada vocación taurina, dio sus primeros capotazos en las ferias populares que se convocaban en su entorno más inmediato, hasta que consiguió ganar cierto prestigio como novillero pujante. Así, tras una primera etapa de aprendizaje novilleril en la que no dejó ningún recuerdo especialmente reseñable, logró introducirse en el escalafón superior en una fecha que ha pasado a los anales del toreo azteca: el 23 de noviembre de 1947, día en que fue estrenado en la capital mejicana el nuevo emplazamiento del coliseo de El Toreo, en la barriada de Cuatro Caminos.
En efecto, el joven Jorge Medina compareció aquella tarde en la nueva plaza dispuesto a tomar la alternativa que iba darle su padrino, el coletudo mejicano Lorenzo Garza Arrambide; el cual, bajo la atenta mirada de su compatriota Luis Castro Sandoval ("El Soldado"), que hacía las veces de testigo, le cedió los trastos con los que había de dar lidia y muerte a estoque a un burel criado en la ganadería de San Mateo, que atendía a la voz de Sardinero.
Tras haber recibido este doctorado taurino, Jorge Medina anduvo durante cuatro o cinco temporadas desarrollando su toreo por las diferentes plazas de su país natal, donde llegó a granjearse un cierto prestigio como matador de toros valiente y esforzado. Así las cosas, convertido en uno de los espadas punteros del escalafón mejicano, decidió dar un paso definitivo en su carrera y cruzar el Atlántico para tomar parte en la temporada española de 1951. Pero pronto acusó la enorme diferencia existente entre las condiciones del ganado bravo mejicano y el español, así como la actitud mucho más crítica y exigente del público europeo: tan sólo firmó nueve ajustes en suelo peninsular, el último de los cuales le sirvió -por sus graves consecuencias- para advertir que debía regresar a su patria.
En efecto, corría el día 11 de noviembre de 1951 cuando, en las arenas de la plaza de la Ciudad Condal, Jorge Medina fue herido de gravedad por asta de toro en una pierna. Tras una lenta recuperación, el diestro de Texcoco decidió volver a emprender su carrera taurina en suelo mejicano, donde aún toreó durante varias temporadas entre el aplauso de sus compatriotas.