

Aleu i Riera, Dolors (1857-1913).
Pediatra y ginecóloga española, nacida en Barcelona el 3 de abril de 1857 y fallecida en su ciudad natal el 19 de febrero de 1913. Pionera en la defensa, en España, del acceso de la mujer a la misma instrucción superior y dignidad laboral de que gozaba la población masculina, fue una de las tres primeras universitarias del país, y la primera mujer que obtuvo un doctorado en Medicina en España.
Nacida en el seno de una familia de la burguesía media catalana (su padre era un próspero comerciante que habían alcanzado cierto bienestar económico desde sus orígenes campesinos), la joven Dolors pronto mostró una acusada inteligencia natural que le permitió brillar, junto a su hermano, en sus estudios primarios y secundarios. En 1874, con diecisiete años de edad, decidió presentarse a los exámenes de acceso a la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona, siguiendo el ejemplo de la también catalana María Elena Maseras i Ribera, natural de Vilaseca (Tarragona), quien, tres años antes, se había convertido, también en dicha Facultad, en la primera universitaria española. Ante el vacío legal existente, la estudiante tarraconense había luchado hasta conseguir que una Real Orden publicada en septiembre de 1871 le permitiese presentarse a los exámenes de bachillerato previos al ingreso en la universidad.
Amparada, pues, por esta Real Orden, Dolors Aleu i Riera se matriculó en la citada Universidad de Barcelona, aunque durante el curso de 1874-1875 asistió a clase en la Universidad de Valencia. Acompañada, en las aulas, por el hermano con el que venía compartiendo estudios desde niña, pronto se destacó como uno de los alumnos más brillantes de su promoción. Así, en 1877 fue invitada a participar, en calidad de observadora, en la fundación de la Academia de Clínica Quirúrgica Femenina, y dos años después completó, con éxito, la última asignatura de su carrera, aunque las dificultades que su caso presentaba a una administración lenta y anclada, todavía, en los prejuicios misóginos no le permitieron presentarse al examen definitivo de graduación hasta 1882. Para contrarrestar este recelo que su brillante trayectoria académica despertaba en los organismos públicos -y en no pocas voces privadas de su entorno-, Dolors Aleu cerró su expediente académico con una magnífica calificación.
María Elena Maseras i Ribera, su predecesora en avatares universitarios, también obtuvo el grado de licenciada en aquel año de 1882, a pesar de haber concluido sus estudios mucho antes que Dolors Aleu. El retraso con que tramitó su convocatoria al examen de grado el Consejo de Instrucción Pública obligó a la tarraconense a dedicarse, mientras estaba a la espera, a cursar estudios de magisterio, carrera que le dio tiempo a concluir antes de que pudiera acceder a la ansiada prueba final que habría de darle el título de licenciada en Medicina. Sin embargo, esta demora en las instituciones públicas forzó a la joven a renunciar a la defensa de su tesis (como había sido su primera intención) para comenzar a ganarse la vida como maestra.
A pesar de este penoso ejemplo, Dolors Aleu i Riera no se amilanó y decidió someterse a un dudoso proceso administrativo del que esperaba obtener permiso para defender una tesis doctoral en las mismas condiciones que sus compañeros varones. Tras haber recibido un permiso especial que la autorizaba a matricularse en los estudios de doctorado, en el mes de octubre de 1881 (es decir, cuando aún no se había podido presentar al examen de grado que había de cerrar su licenciatura) ingresó en la Universidad de Madrid, en compañía de la joven leridana Martina Castells i Ballespí, otra ilustre pionera en los estudios médicos de la mujer en España (no en vano era hija, nieta, biznieta y hermana de médicos). Por medio de una Real Orden de marzo de 1882, ambas mujeres quedaron autorizadas para examinarse del grado de doctoras, lo que las dos hicieron sólo unos meses más tarde: el día 6 de octubre de 1882, Dolors Aleu i Riera presentó una tesis titulada Conveniencia de dirigir por nuevas vías la educación higiénico-moral de la mujer; y, al cabo de tres días, fue la leridana Martina Castells la que obtenía el grado de doctora con la defensa de la tesis Educación física, moral e intelectual que debe darse a la mujer para que ésta contribuya en grado máximo a su perfección y la de la Humanidad.
Curiosamente, Dolors Aleu y Martina Castells (ya que María Elena Maseras, como se ha indicado anteriormente, no logró el permiso que habría de autorizarla a cursar el doctorado) fueron, durante mucho tiempo, no sólo las primeras, sino también las únicas doctoras del panorama académico español. Ello se debió a que la mencionada Real Orden de marzo de 1882 que las autorizaba a examinarse de dicho grado se había concebido y aprobado como una excepción para dar salida a las alumnas que ya estaban matriculadas en los cursos del ciclo superior, al tiempo que suponía una tajante prohibición de la incorporación de nuevas alumnas a las facultades universitarias.
Tan pronto como hubo obtenido el título de doctora en Medicina, Dolors Aleu abrió su propia consulta particular en Barcelona, donde ejerció sus dos especialidades (la pediatría y la ginecología) durante veinticinco años de intensa entrega vocacional y profesional (1882-1907). En el mismo año de su acceso al doctorado se convirtió en la primera mujer que entraba a formar parte de la Sociedad Francesa de Higiene (1882); sin embargo, las sociedades y agrupaciones médicas españolas continuaron mostrando hacia ella los mismos recelos que había exhibido la administración, por lo que Dolors Aleu, aun gozando de las mismas prerrogativas legales y académicas de sus colegas, se vio obligada a luchar arduamente a lo largo de toda su trayectoria profesional para ser admitida en los colectivos y las corporaciones médicas y científicas españolas.
Y ello a pesar de que, al margen de lo novedoso de su caso, sus contribuciones a los conocimientos de la medicina de su tiempo fueron notables, como cabía esperar en una doctorada con uno de los expedientes académicos más brillantes de su promoción. Ya en 1877, cuando todavía le quedaban algunos meses para concluir sus estudios de licenciatura, había comenzado a publicar en revistas especializadas algunos artículos científicos de gran interés, como el titulado "Escrofúlide ulcerada grave generalizada", que vio la luz aquel mismo año entre las páginas de la revista La independencia médica; o "Caso clínico de artritis reumática", difundido un año más tarde a través de esta misma publicación. No obstante, su aportación más novedosa fue la refundición de su tesis, publicada en 1884 bajo el título De la necesidad de encaminar por nueva senda la educación higiénico-moral de la mujer, un texto verdaderamente "revolucionario" en su época, pues se atrevía a rebatir una de las tesis comúnmente admitidas no sólo por el vulgo, sino también por los médicos y la clase intelectual de su tiempo: la inferioridad mental de la mujer.
Su lucha en favor de las mejoras de las condiciones físicas e intelectuales en que se desarrollaba la vida de la mujer en España se manifestó, también, en otra de sus obras más difundidas, publicada en 1884 bajo el título de Consejos a una madre. Sobre el régimen, limpieza, vestido, sueño, ejercicio y entretenimiento de los niños, obra dirigida tanto a las progenitoras como al personal sanitario que atendía a los menores (y, muy especialmente, a las comadronas).
Bibliografía
-
ARMIÑO, Mauro [ed.]. La emancipación de la mujer en España (Madrid: Júcar, 1974).
-
CORBELLA, Jacint, y DOMÉNECH, Edelmira. "Una qüestió de prioritat: Helena Maseras, Dolors Aleu, Martina Castells", en Actas del I Congrés Internacional d'Història de la Medicina Catalana (Montpellier), 1970, vol. I, pp. 139-142.
-
FLECHA GARCÍA, Consuelo. Las primeras universitarias en España (Madrid: Narcea, 1996).
-
IBERO CONSTANSÓ, Alba. "Aleu i Riera, Dolors", en Mujeres en la Historia de España (Madrid: Planeta, 2000), pp. 388-390.
-
MAGALLÓN PORTOLÉS, Carmen. Pioneras españolas en las ciencias. Las mujeres en el Instituto Nacional de Física y Química (Madrid: Consejo Superior de Investigaciones Científicas, 1998).
JR.