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Alembert, Jean-Baptiste Le Rond d' (1717-1783).

Jean Baptiste Le Rond D'Alembert.

Matemático, escritor y filósofo francés nacido en París el 17 de noviembre de 1717 y muerto en la misma ciudad el 29 de octubre de 1783.

Síntesis biográfica

Realizó estudios de diferentes materias, pero fue atraído especialmente por las matemáticas. En 1741 ingresó en la Academia de Ciencias de París; en esta misma década publicó sus principales obras matemáticas (mecánica y astronomía), y entre 1751 y 1758 la mayoría de artículos de esta materia en la Encyclopédie française de Diderot, lo que le dio gran prestigio. Desde 1754 perteneció a la Academia Francesa, y a partir de la década de los 60 se dedicó a la literatura y a la filosofía al no poder continuar con las matemáticas por problemas de salud. Más importante como matemático que como filósofo, fue uno de los más característicos hombres de la Ilustración racionalista y escéptica francesa. Véase Ilustración.

Infancia y formación

Según parece, fue abandonado en las escaleras de la iglesia parisina de Saint Jean le Rond, siendo adoptado por un vidriero llamado Alembert, que le dio su apellido, y cuya esposa lo crió. Su padre natural era un oficial de artillería llamado Louis-Camus Destouches, que lo tuvo con la escritora Claudia Tencin. Ésta, estando ausente el primero, al dar a luz dejó al bebé en la mencionada iglesia; Destouches, al regresar, trató de compensar el abandono dando medios a los Alembert para educar al niño.

Después de la muerte de Destouches, la familia de éste continuó atendiendo a los gastos del niño, que entró, para proseguir sus estudios, en el Collège des Quatre Nations (‘Colegio de las Cuatro Naciones’), de tendencia jansenista. Como dato curioso, reseñar que fue por entonces cuando comenzó a utilizar el nombre de Jean d’Alembert (se inscribió como Jean-Baptiste Daremberg). En esta escuela se inició en las matemáticas, que se basaban en la obra de Pierre Varignon. También conoció allí las ideas sobre física de René Descartes. Tras graduarse en 1735, rechazó estudiar Teología, como era muy frecuente en el colegio, y eligió Derecho, pero sin abandonar nunca su verdadera vocación, las matemáticas. Titulado abogado en 1738, no llegó a ejercer como tal, pues continuó estudiando medicina y, por su cuenta, matemáticas.

Matemático, físico y colaborador de la Enciclopedia

En 1739 envió su primer escrito a la Academia de Ciencias de París, en el que señalaba un error en el Analyse démontrée (‘Análisis demostrado’) de Charles René Reyneau; a éste siguió en 1740 otro sobre mecánica de fluidos que fue alabado por el matemático Alexis Clairaut. En mayo de 1741 fue admitido en la Academia, a la edad de veintitrés años: su tesis de ingreso versó sobre el cálculo integral.

A lo largo de esta década y principios de los cincuenta publicó sus trabajos matemáticos más importantes, dedicados sobre todo al cálculo de ecuaciones integrales en dinámica y mecánica. Se le considera uno de los fundadores de la física matemática. En 1743 entregó a la imprenta Traité de dynamique (‘Tratado de dinámica’), que contiene sus principios sobre mecánica (que para él es una parte de las matemáticas, perteneciente bien a la geometría, bien al álgebra), resumidos en el “principio de D’Alembert”. Esta obra ayudó a resolver algunas dudas sobre la conservación de la energía cinética que la 3ª Ley de Newton no había aclarado completamente. Antes de su publicación, ya había leído partes de su libro a la Academia de Ciencias a finales de 1742; al poco, Clairaut expuso sus propios trabajos sobre dinámica (parecidos por otra parte a los de D’Alembert), lo que fue origen de una fuerte rivalidad entre ambos que enturbiaría considerablemente la pertenencia de D’Alembert a la Academia de Ciencias. Éste cesó entonces de leer su libro y lo envió a la imprenta. Frente a Newton, consideraba que las leyes del movimiento eran explicables de forma lógica sin necesidad de recurrir a la experimentación.

En 1744 publicó los resultados de sus estudios sobre fluidos en Traité de l’equilibre et du mouvement des fluides (‘Tratado del equilibrio y el movimiento de los fluidos’), alternativa a las teorías del suizo Daniel Bernoulli, en el que aplicó su principio sobre el movimiento; significó el descubrimiento del cálculo integral de derivadas. Planteó entonces una serie de ecuaciones diferenciales parciales que no resolvió completamente.

Hacia 1746 D’Alembert, que apenas había tenido vida social hasta entonces (continuó viviendo con su madre adoptiva hasta la muerte de ésta en 1757), fue introducido en los salones parisinos, adquiriendo así cierta popularidad. Entre otras, asistió a las reuniones que organizaba Julie de Lespinasse, posiblemente su prima y amante. También por esta época inició su colaboración con Denis Diderot en su gran proyecto: la Encyclopédie (‘Enciclopedia’). D’Alembert sería responsable de las áreas de matemáticas y astronomía física, aunque su labor en ella sobrepasó con mucho estas responsabilidades. El primer volumen no aparecería hasta 1751, incluyendo un Prefacio escrito por él mismo, muy bien valorado por el naturalista George Leclerc, conde de Buffon, en el que presentaba los fundamentos de la obra y del conocimiento en general, de las ciencias y la técnica. En los años siguientes, hasta 1758, redactaría casi todos los artículos relacionados con matemáticas de los 28 volúmenes de la Enciclopedia; los mejores de ellos son quizá los de geometría y probabilidad.

También en 1746 publicó Théorie genérale des vents (‘Teoría general de los vientos’), que estudiaba un nuevo tipo de ecuación diferencial, y que fue premiada por la Academia de Berlín. Conocido entonces por el rey de Prusia Federico II, éste le ofreció el puesto de presidente de la propia Academia berlinesa, aunque no lo aceptó.

Basándose en él, el matemático suizo Leonhard Euler desarrolló más que su propio autor ciertos estudios sobre mecánica; de hecho, los trabajos de D’Alembert sobre los vientos tenían algunos fallos, derivados de su poca valoración de la observación y experimentación, lo cual originó una nueva y agria discusión con Clairaut. También fue criticado por esta razón por Bernoulli. Euler, por su parte, tuvo inicialmente mejores relaciones con D’Alembert que sus colegas, que se estropearon hacia 1751 por una disputa que incluyó también a Samuel König, y por el nuevo ofrecimiento hecho por Federico II a D’Alembert para dirigir la Academia prusiana en sustitución del propio Euler. Así pues, D’Alembert, que durante los primeros años cincuenta publicaba sus artículos matemáticos en la mencionada academia, después de haber sido rechazados por la de París, por la rivalidad con Euler también dejó de enviarlos a la prusiana; los coleccionó y por fin los publicó como Opuscules mathématiques en 8 volúmenes. Por esta época formuló por primera vez el que luego sería conocido como teorema de D’Alembert, demostrado luego por Karl Friedrich Gauss.

En 1749 terminó la primera de sus grandes obras sobre astronomía (mecánica celeste), Recherches sur la précession des equinoxes et sur la rotation de l’axe de la terre (‘Investigaciones sobre la precesión de los equinoccios y sobre la rotación del eje de la tierra’), reimpreso más tarde entre 1754 y 1756 con el título Recherches sur differents points importants du système du monde (‘Estudios sobre diversos puntos importantes del sistema del mundo’). El 28 de noviembre de 1754 fue aceptado en la Academia Francesa (de Letras), de la que fue secretario perpetuo a partir de 1772. También en este mismo año publicó Différentiel (‘Diferencial’), artículo incluido en el volumen 4 de la Enciclopedia, en el que apuntó la importancia de la teoría de los límites. Sus conocimientos al respecto aportaron la llamada prueba del cociente de D’Alembert, aparecida en el volumen 5 de los Opuscules. También prestó atención al problema de la atracción de tres cuerpos entre sí, muy estudiado por los matemáticos de la época. En 1764 visitó al rey prusiano, que renovó su anterior ofrecimiento, lo cual declinó D’Alembert, al igual que rechazó el de la zarina rusa Catalina II de ejercer como tutor de su hijo, el futuro Pablo I.

D’Alembert, tardío hombre de letras

En los últimos años de su vida prestó una atención creciente a la literatura y a la filosofía, en parte debido a su mala salud, que desde 1765 le impidió concentrarse en problemas matemáticos, que cómo el mismo escribía a Joseph Louis Lagrange en 1777, eran lo que realmente le interesaba. Sus aportaciones filosóficas fueron publicadas entre 1753 y 1767 en los Mélanges de littérature et de philosophie ('Miscelánea de literatura, historia y filosofía’, 1752). También escribió Essai sur les éléments de philosophie (‘Ensayo sobre los fundamentos de la filosofía', 1759); Éclaircissements (‘Aclaraciones’, 1765) y Éléments de musique théorique et pratique, suivant les principes de M. Rameau (‘Fundamentos de música teórica y práctica, según los principios de M. Rameau’, 1772, en donde expone una teoría musical sobre las cuerdas vibrantes que había comenzado a estudiar en 1747).

En sus escritos filosóficos se declaraba escéptico en las cuestiones metafísicas; aunque en estas publicaciones parecía aceptar que la inteligencia no podía tener origen en únicamente la materia, y por tanto no descartaba la existencia de Dios, privadamente era materialista, convencido por Diderot en torno a 1770. Así, conocido no creyente, al morir tras una enfermedad de la vejiga fue enterrado en una fosa común sin nombre.

D’Alembert, hombre admirado por los monarcas mencionados Federico II de Prusia y Catalina II de Rusia y amigo de François Marie de Arouet, Voltaire, se ganó sin embargo numerosos rivales dentro del mundo científico a causa de su apasionamiento en las diversas controversias en que participó. Poco viajero, pero espíritu ilustrado, era brillante y sistemático, y tendía a sacar conclusiones generales de los elementos particulares. Crítico con el catolicismo (apoyó la expulsión de los jesuitas) y con el Antiguo Régimen, su pensamiento, junto con el de otros filósofos, tuvo calado en la época y preparó ideológicamente la Revolución de 1789. A pesar de esto fue una figura secundaria en el campo de la filosofía, mucho más importante en el de las matemáticas.

Sello conmemorativo del gran científico.

Bibliografía

  • ALEMBERT, JEAN LE ROND D’. Discours préliminaire de l’Encyclopédie. (París, Librairie philosophique J. Vrin: 2000).

  • ALEMBERT, JEAN LE ROND D’. Works. (Obras de d’Alembert). (Ginebra, Slatkine Reprints: 1967).

  • GRIMSLEY, R. Jean D’Alembert (1717-83). (Oxford, Clarendon Press: 1963).

  • GROULT, M. D’Alembert et la mécanique de la vérité dans l’Encyclopédie. (París, Champion: 1999).

  • HANKINS, T.L. Jean d’Alembert, Science and the Enlightenment. (Oxford, University Press: 1970).

  • MULLER, M. Essai sur la philosophie de Jean d’Alembert. (París: 1926).

  • PAPPAS, J.N. Voltaire and D’Alembert. (Bloomington, Indiana University Press: 1962).

  • PATY, M. D’Alembert et son temps: elements de biographie. (Estrasburgo, Université Louis Pasteur: 1977).

Enlaces en Internet

Autor

  • Bernardo Gómez Álvarez