Alcántara de Toledo y Salm-Salm, Pedro (1773-1841).
Político español y grande de España, XIII duque del Infantado, nacido en Madrid en 1773 y muerto en la misma ciudad el 27 de noviembre de 1841.
Hijo de Pedro de Toledo, XII duque del Infantado, y de María Ana de Salm-Salm, se educó en Francia, en donde tuvo por mentor al botánico Cavanilles, lo que le dio ciertas inquietudes de tipo científico. En 1790 sucedió a su padre en el ducado, se dedicó al ejército y a promover empresas fabriles, como la fábrica de hilados de Torrelavega. Participó en la guerra del Rosellón y en la de las Naranjas, de forma que alcanzó en septiembre de 1795 el grado de mariscal de campo y en 1802 el de teniente general.
Muy pronto militó en el partido fernandino, lo que le llevó a una creciente oposición a Godoy, y a ser desterrado por éste a Écija. Se vio envuelto e inculpado en la Causa del Escorial, condición de la que le saca, no obstante la absolución, el motín de Aranjuez y el ascenso al trono de Fernando VII. Dio un Comunicado sobre el advenimiento al trono del nuevo rey, que fue reproducido en numerosos lugares, como por ejemplo en Irún el 19 abril de 1808. Presidente del Consejo de Estado y Coronel Jefe de la Guardia Española, aconsejó a Fernando el viaje a Bayona, y le acompañó. Escribió un Parecer sobre la renuncia de la corona, Bayona 29 de abril de 1808 (publicado en Carta jocoseria), y después reconoció a José I como Rey de España. Se dice que quería seguir a Fernando VII en su cautiverio, pero Napoleón fue de parecer que no siguiese más allá de Dax. Seguidamente, se pasó a los patriotas, todavía en 1808, siendo nombrado comandante en jefe del ejército del Centro. Napoleónle declaró traidor a las dos coronas, española (de José) y francesa, el 12 de noviembre de 1808.
Una proclama a sus soldados del Cuartel general de Cuenca fechada el 12 de diciembre de 1808, en la que les pide que sean subordinados, que no hagan caso de infundios, y en la que les amenaza con dejar de mandarles, y también, con todos los rigores de las leyes militares, se publica en Diario Mercantil de Cádiz, n. 358, de 31 de diciembre de 1808. Asimismo dio a luz el Manifiesto de las operaciones del Ejército del Centro desde el 2 de Diciembre hasta Febrero de 1809, que tuvo respuesta del general Venegas. En Tomelloso dejó una Proclama dirigida a los soldados franceses para facilitar su deserción, publicada en el Correo extraordinario de Jaén, n. 46, y reproducida en Diario Mercamtil de Cádiz, n. 47, de 16 de febrero de 1809.
Su talento militar era más bien escaso, por lo que se retiró a Sevilla, pensando en que se le diera algún alto cargo. Publicó un Resúmen de voces de mando del reglamento de Infantería, que fecha en Cádiz el 4 de mayo de 1810. Al ver que el Semanario patriótico iba publicando la historia militar de la propia guerra de la Independencia, lo que podía perjudicarle, conminó a Quintana para que dicha historia, que redactaba Antillón, no siguiese: a lo que Quintana tuvo que inclinarse, porque sabía, como dice Blanco, que el duque no dudaría en utilizar a dos de sus lacayos para darle una lección al periodista desobediente. Esto no le impide participar en actos patrióticos, como la organización en septiembre de 1810, junto a Tomás Istúriz y a Ildefonso Ruiz del Río, de un donativo en favor de la tropa del Empecinado.
General en jefe del primer ejército y Principado de Cataluña (10 de abril de 1811) renuncia al puesto en Cádiz el 6 de mayo de 1811, entre mil protestas de humildad (documento publicado en el Diario Mercantil de Cádiz, 18 de mayo de 1811). Embajador en Londres (15 de junio de 1811) escribió Exposición que hace...a su partida para Inglaterra, y el 22 de enero de 1812 es nombrado Presidente de la Regencia, época en la que publicó El Duque del ... a los españoles, Londres 22 de febrero de 1812, en Conciso, n. 17, 17 de marzo de 1812. Ese mismo año regaló una preciosa caja esmaltada, tasada en 120.228 reales, regalo a su vez de Jorge III, para con el producto de su venta editar una obra de Táctica militar.
El 8 de agosto de 1812 firma el manifiesto Españoles, sobre la sólida felicidad que nos ha traído la Constitución; el día 22, otro sobre nuestro amado monarca Fernando VII y la necesidad de hombres y dinero para terminar la guerra, y otro, de 1 de septiembre, sobre la grandeza de Alejandro I de Rusia, ahora nuestro aliado, y defensor de nuestra libertad y gloria. También firma las proclamas Gaditanos, Cádiz 25 agosto 1812, que celebra la liberación de la ciudad, y se preocupa por su futuro, y A los habitantes de Ultramar, Cádiz 30 de agosto de 1812, a los que califica de fidelísimos, y a los que quisiera apartar de toda idea de separación.
Publicó Adiciones al Reglamento de Infantería (1813), Memoria indicativa de una nueva forma para el Ministerio de la Guerra, (Cádiz, 1813). A la pregunta de que si iba todos los días a tomar el santo de la Regencia, como hacían sus antepasados en tiempo de los reyes, contestó con un artículo en el Redactor, n. 738, 22 de junio de 1813, en el que dice que vive en el Puerto de Santa María, calle del Ganado, y cuando alguna vez va a Cádiz, reside en la calle del Jardinillo n. 3. Publicó además Memoria de los individuos que compusieron la Regencia constitucional, Madrid, 1814 (en unión de Mosquera, Villavicencio y Rodríguez de Rivas).
De nuevo ocupa el cargo de presidente del Consejo Real hasta 1820. En esta época, además de sus grados y condecoraciones militares y civiles -Ordenes de San Fernando, Carlos III (1814) y Toisón de Oro (1816) - aparece como presidente de las diputaciones de las Sociedades Económicas de Valladolid y Cantabria en Madrid, y como miembro de la Junta del Montepío de Viudas y Pupilos de Ministerio, entre 1817 y 1819, y presidente a partir de 1821, de la Junta protectora de la enseñanza pública. Presidente también del Consejo Real, entre los años 1817 y 1819.
En realidad, es uno de los generales que están autorizados por el Rey para actuar en su nombre, a fin de alcanzar ya en 1820 la contrarrevoluciòn, y uno de los firmantes de las Representaciones de diferentes Grandes de España a las Cortes, para que se declare debérseles amparar en la posesión de sus rentas, especialmente en el Reyno de Valencia (Madrid, 1820). En enero de 1821 publica un Manifiesto y su Continuación, en febrero de 1821, así como una Representación al Congreso de las Cortes sobre infracciones de Constitución (Madrid, 1821), en la que se queja de que se le ha querido complicar en la causa de Jorge Crespo. Se le considera también incurso en la conspiraciòn de Vinuesa, cosa que niega vehementemente; como también niega su participación en el 7 de julio de 1822 y protesta desde La Coruña, el 6 septiembre 1822, por su traslado a Ibiza. Reune Tres representaciones: Ponferrada (13 de agosto de 1822), Lugo (28 de agosto de 1822), La Coruña (6 de septiembre de 1822).
Según Jesús Longares es el autor oculto de la Lista de los hombres eminentes, heroicos y beneméritos..., 1822. Firmó la Exposición de la Grandeza de España a Angulema, en Madrid el 27 de mayo de 1823. Ante la invasión francesa, se muestra partidario de que las tropas portuguesas ocupen Badajoz y Ciudad Rodrigo, a lo que se opone Angulema.
Presidente de la Regencia provisional se trasladó al Puerto de Santa María a recibir al monarca otra vez absoluto, de quien recibió en 1825 la presidencia de la Junta consultiva para evitar los excesos de los voluntario realistas y la del ministerio. Cesó en agosto de 1826. Todavía en julio de 1829 se le ofreció el mando de un Junta de Autoridades encargada de atajar el desasosiego público, pero puso dificultades a la idea de crearla ya que no estimaba prudente combatir a los voluntarios realistas. En 1833 reconoció a Isabel II.
Sus últimos años fueron tristes, pues perdió el sentido, y murió demente. Nunca se casó pero tuvo amores con Manuela de Lesparre, de la que tuvo un hijo, al que legitimó dándole el título de duque de Pastrana, y dos hijas. A pesar de que cierta literatura haya intentado ocultarlo, Infantado está en el centro de las conspiraciones más feudalmente abolutistas de la época, es decir, empleó el cosmopolitismo ilustrado de su formación en la defensa cerrada de sus intereses.
Bibliografía.
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