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FilosofíaReligiónBiografía

Alberto Magno, San (1206-1280).

San Alberto Magno.

Filósofo y teólogo alemán. Conocido como Alberto de Bollstadt o Colonia y también como San Alberto Magno, llamado por su inmenso saber Doctor universalis, perteneció a la orden de los dominicos, y fue profesor de Santo Tomás de Aquino. En él encontramos la primera seria decisión de dar autonomía a la filosofía con respecto a la teología. Su obra preparó la gran y definitiva sistematización de Santo Tomás.

Vida y obras.

Nació en Lauingen (Suabia), a principios del siglo XIII. Se sabe que pasó algunos años estudiando en Italia, probablemente en Padua y Bolonia. Desde joven mostró gran interés hacia la naturaleza. Los años 1243-1244 los pasó en París completando sus estudios. Es nombrado magister theologiae en 1246, ocupando la cátedra de teología en la universidad de París. Más tarde enseñó en el colegio de los dominicos de Colonia. Desde 1254 hasta 1257 ocupó el cargo de Provincial de los dominicos de Alemania. Cuando surgió la disputa en torno a las órdenes mendicantes, él se trasladó a la curia papal, entonces en Anagni, para defenderlas, con éxito, contra sus adversarios. Alejandro IV lo nombra obispo de Ratisbona en 1260, pero un año después, tras la elección del papa Urbano VI, renuncia a su sede. En 1263 fue nombrado predicador de las cruzadas, y representante del papa en los países de lengua alemana. Participó en el II Concilio de Lyón (1274). Murió en el convento de Santa Cruz de Colonia, y sus restos reposan en la iglesia de San Andrés de la misma Ciudad.

Entre sus obras filosóficas destacan los Comentarios a las obras de Aristóteles. Su método consiste en parafrasear el texto añadiendo a veces digresiones de su propia cosecha. Esto hace que a veces resulte difícil determinar el propio pensamiento de Alberto en algunos temas. Se distinguen dos series en estos comentarios: la primera que comienza con la Física y que comprende "Philophia realis" (naturalis, mathematica y metaphisica). Especial mención merece su gran obra De animalibus en la que parafrasea ampliamente los libros de Aristóteles sobre el mismo tema.

La segunda serie corresponde a los Escritos lógicos, en los que incluye también comentarios a los libros de Boecio Liber de sex principiis y el De divisione.

De carácter teológico son: Tratado acerca de la naturaleza del bien, la Suma de criaturas y la Suma teológica, sobre cuya autoría no faltan algunas dudas.

Doctrina.

Alberto defiende la diferencia entre teología y filosofía partiendo de los principios en que cada una se funda: la teología se funda en la revelación divina, mientras que la filosofía tiene toda su base en la razón. Según eso la filosofía tiene un valor propio, y no solamente en función de la teología. Alberto es muy respetuoso de la autoridad de los filósofos, a quienes compara en la filosofía, con los Santos Padres en Teología. Pero sabe acatar y distinguir esa autoridad según la competencia de cada uno. Así, en medicina preferirá a Galeno e Hipócrates; en problemas científicos, dará prioridad a Aristóteles u otro estudioso. Conoce también los filósofos árabes y judíos como Avicena, Averroes, Alfarabi y Avicebrón. Cita a Maimónides y a los latinos Boecio, Cicerón y otros. Su vasto conocimiento le permitió confrontar doctrinas de Aristóteles con las de Platón y las de los neoplatónicos.

San Alberto Magno.

Tomó postura en favor del aristotelismo, en contra del agustinismo defendido en la escuela de los franciscanos, en tesis como la de la forma esencial, en el rechazo a las rationes seminales, y en cuanto a la doctrina de la iluminación. En la concepción del esse y de la essentia se nota mucho la influencia de Avicena. Frente a la pura potencialidad de la materia defendida por Santo Tomás, Alberto enseña que la forma ya está presente en la materia prima, aunque de manera germinal y confusa.

Su pensamiento sobre teología mística recibe la influencia del neoplatónico Dionisio. Enseña que lo divino no se recibe a través de la razón, sino por la experiencia singular de un pathos. Muestra el camino hacia una mística trinitaria, así como también el más tradicional de la mística de Cristo y de su Esposa.

En el campo del pensamiento científico dio a las nociones empíricas y causales una validez universal, ganándose la admiración de sus contemporáneos e incluso la de quienes hoy día se acercan a sus escritos.

Bibliografía.

  • SCHNEIDER, J.: Das Gute und die Liebe nach der Lehre Alberts des Grossen, Viena, 1967.

  • RUELLO, F.: La notion de vérité chez saint Albert le Grand et saint Thomas d'Aquin de 1243 á 1254, París, 1969.

Autor

  • Cipriano Camarero Gil