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LiteraturaBiografía

Ajmátova, Anna (1889-1966).

Poetisa rusa, nacida en Bolshoi Fontan (Odessa) en 1889 y fallecida en Leningrado, actual San Petersburgo, en 1966, que supo describir en sus versos el sufrimiento de las víctimas de la guerra. Su verdadero nombre era Anina Andréyevna Gorenko, aunque fue conocida por su pseudónimo de Anna Ajmátova.

Anna Ajmátova perteneció en su primera etapa poética a un grupo acmeísta dirigido por Gumiliov, su primer marido, y denominado Corporación de los poetas. Sus primeras obras fueron dos volúmenes de poemas, El atardecer (1912) y El Rosario (1914), en los que reflejaba una predilección acmeísta por la poesía de léxico ajustado y de precisos contornos arquitectónicos. Sus poesías a menudo estaban centradas en los aspectos modestos y cotidianos del amor. Sus poemas amorosos son como novelas de ocho o doce líneas, que expresan complejas emociones y ejemplifican la definición de la poesía como una ansiedad enfrentada con una técnica.

En 1921 y en los años treinta, todos sus allegados fueron encarcelados o liquidados; su marido, el poeta Gumiliov, murió ese año fusilado por los bolcheviques. Después de las publicaciones de La blanca bandada (1917) y Anno Domini MCMXXI (1922), en las que aparecían temas de poesía civil y religiosa, mantuvo -por razones políticas- un largo silencio, interrumpido sólo en ocasiones con poesías llenas de melancolía y angustia por los horrores de la guerra. Durante la posguerra fue objeto de numerosas difamaciones, pero entretanto había escrito una gran obra maestra, Requiem, que no se publicó hasta 1989 y donde expresó con enorme intensidad y belleza el sufrimiento de su pueblo y el suyo propio; en sus versos Ajmátova compara a las esposas y a las madres de las victimas de las purgas con la afligida madre de Cristo ante la Cruz. En 1946, fue acusada de esteticismo y de falta de compromiso político, siendo expulsada de la Unión de Escritores Soviéticos, en la que fue readmitida en 1955, durante el período del "deshielo". Su última obra importante, Poema sin héroe (escrita entre 1942 y 1962), es un intento de conciliar el intimismo de su lírica juvenil con una más amplia visión de la realidad y de la historia.

De ella se ha dicho que si hubiera sido británica, su nombre se habría ensalzado en los cuatro continentes. Como mujer poeta, es la mejor de la literatura rusa del siglo XX. Hoy, su talento es inseparable de su categoría humana. Ajmátova no quiso abandonar su país y sufrió junto a su pueblo la tragedia y la falta de libertad. Aunque sus obras más desgarradoras tardaron décadas en poder ser publicadas, sus versos se conservaron en la memoria de sus amigos y tras la caída del estalinismo su obra recibió el merecido reconocimiento.

Autor

  • MFE