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PolíticaBiografía

Adamkus, Valdas (1926-VVVV).

Político e ingeniero medioambiental lituano, nacido el 3 de noviembre de 1926 en Kaunas, condado de Kauno. Presidente de la República entre 1998 y 2003, y nuevamente reelegido el 12 de julio de 2004.

Su padre fue instructor de vuelo, uno de los pioneros de la aviación nacional, y tomó parte en las luchas que preludiaron la independencia de Lituania del Imperio Ruso en 1918. Luego dirigió la Escuela de la Fuerza Aérea Lituana. Su madre trabajó de funcionaria en el Ministerio de Comunicaciones.

Valdas pertenecía a una familia de recursos. Se educó en su Kaunas natal, en la escuela de primaria Jonas Jablonskis y luego en la secundaria Ausra Gymnasium, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial interrumpió sus estudios. En junio de 1940 las tropas rusas ocuparon sin oposición el pequeño país, que quedó anexionado a la URSS como República Socialista Soviética Lituana (RSSL). En el verano de 1944 el Ejército Rojo tomó Vilnius, la capital, y Kaunas, donde vivían los Adamkus, le siguió el 1 de agosto. La familia, temiendo las represalias de los soviéticos, huyó a Alemania y se establecieron en ciudades donde la Wehrmacht ya se había retirado. El muchacho, que aún no había cumplido los 17 años, regresó a su país para unirse a la resistencia.

Adamkus llegó a empuñar un fusil, pero a comienzos de 1945 tomó la decisión de volver a reunirse con sus familiares. Dejó atrás a un ejército partisano diezmado que resistió a los soviéticos hasta 1949, cuatro años después de terminada la guerra.

Adamkus consiguió llegar a Alemania mezclado entre la marea de refugiados y, junto con sus padres y hermanos, pasó el final de la guerra y el comienzo de la posguerra en un campo de refugiados. Dejando atrás años de padecimientos, la familia se estableció en la Alemania ocupada por los aliados occidentales. Adamkus retomó los estudios en una escuela regida por exiliados lituanos en Hessen, y posteriormente ingresó en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad de Munich. Durante un tiempo trabajó con la Asociación de Jóvenes Cristianos (YMCA), organización seglar estadounidense que estaba levantando en Alemania una red de asistencia a las personas desplazadas por la guerra. En el seno de la YMCA, Adamkus se familiarizó con el idioma inglés y la cultura de Estados Unidos, y dirigió también su Comité de Deportes y Preparación Física. Aficionado al atletismo, en 1948 participó en los denominados Juegos Olímpicos de las Naciones Esclavizadas, donde compitió con otros refugiados y exiliados europeos orientales obteniendo medallas de oro y de plata.

En 1949 su familia se trasladó a Illinois, Estados Unidos, donde residía una importante comunidad de emigrados lituanos, con la intención de echar raíces allí. Él no tardó en encontrar trabajo como obrero en la industria del automóvil de Chicago y más tarde se empleó en una empresa de ingeniería. En 1951 contrajo matrimonio con una compatriota, Alma Nutautaite, y con ella se instaló en Chicago para formar una familia. En 1960, obtuvo la nacionalidad estadounidense, y el diploma de ingeniero de la construcción por el Instituto Tecnológico de dicha ciudad. Su dominio de los idiomas lituano y ruso, su posición anticomunista y un patriotismo agradecido hacia el país de adopción, le convirtieron en una persona idónea para prestar servicios de traductor en la inteligencia militar de Estados Unidos, labor que desempeñó en los años cincuenta, durante el apogeo de la Guerra Fría. Adamkus se hizo, además, militante del Partido Republicano.

Tuvo un gran activismo de índole político-cultural, lanzando peticiones y protestas, para llamar la atención del público americano sobre el carácter ilegítimo de la ocupación soviética de su país. De 1957 a 1958 presidió el Centro Santara de Estudiantes Lituanos en Estados Unidos, y desde 1967 la Federación de dicha entidad con la Sviesa, una organización de inmigrantes lituanos de orientación liberal-conservadora, luego de haber sido el vicepresidente. Adamkus frecuentó otros puestos de responsabilidad en organizaciones de la diáspora lituana, como los de miembro de la junta directiva de la Comunidad Lituana en América (1961-1964), y fue presidente del Consejo Lituano-Americano.

Tal fue su grado de integración en la sociedad y de confianza mutua con los poderes públicos de Estados Unidos que, en su madurez, Adamkus se convirtió en un alto servidor del Gobierno federal. Desde principios de los años setenta trabajó para varias administraciones presidenciales como delegado regional para el Medio-Oeste de la Agencia para la Protección del Medio ambiente (EPA), actividad que le suponía realizar frecuentes viajes a la URSS, la RSSL, y a otros estados del bloque oriental. Estas idas y venidas le permitieron mantener una red de contactos y obtener información de primera mano sobre la situación de los derechos humanos en su país de origen.

En 1989, cuando en Lituania renacía el movimiento soberanista gracias a la política en Rusia de Mijaíl Gorbachov, Adamkus ayudó a restablecer la Universidad Vytautas Magnus de Kaunas, de cuya junta rectora fue miembro hasta 1996. A partir de 1991, el año de la independencia y del colapso de la URSS, pasó a coordinar la asistencia oficial estadounidense a los estados Bálticos en los terrenos educativo y de protección medioambiental. Dicha tarea mayormente se concretó en la provisión de infraestructuras y en la asesoría técnica a las flamantes autoridades lituanas. El responsable de la EPA era, por tanto, uno de los administradores de las ayudas económicas otorgadas a Lituania, de acuerdo con el estatus de nación más favorecida.

En lo sucesivo, Adamkus, bien desde Estados Unidos, o bien in situ, se mantuvo en contacto con el pulso político de Lituania, país que construyó una democracia de tipo parlamentario estable, pero que hasta transcurrida media década no consiguió dejar atrás una situación económica y financiera ruinosa, debido al derrumbe de los mercados soviéticos, la falta de bienes y capitales, y la necesidad de implantar un nuevo régimen monetario y un sistema de libre mercado prácticamente desde cero.

En enero y febrero de 1993 dirigió la campaña presidencial del candidato Stasys Lozoraitis, entonces embajador de Lituania en Estados Unidos. En septiembre de 1991, Lituania ingresó en la ONU y reanudó con Estados Unidos las relaciones diplomáticas rotas en 1940, Adamkus sonó como posible embajador de Washington en Vilnius, pero el puesto se lo llevó Algirdas Brazauskas, presidente del Seimas o Parlamento, y líder del ex comunista Partido Democrático Laborista de Lituania (LDDP). Sin comprometerse con ninguna lista, Adamkus abogó por candidatos a diputados a título individual, aquellos que él consideraba apropiados para sentarse en el Seimas.

Los laboristas en el gobierno establecieron que los candidatos a la Presidencia de la República debían cumplir un doble requisito: tener la ciudadanía lituana y llevar residiendo de seguido en el país al menos tres años. En realidad, estas condiciones ya constaban en la Constitución de octubre de 1992.

A comienzos de 1997 Adamkus regresó a su país de nacimiento, decidido a quedarse. El 7 de junio, al tiempo que dimitía como administrador de la EPA, lanzó su candidatura presidencial, apuesta en la que resultó instrumental su círculo de amistades en la política lituana, las cuales le animaron a tomar ese paso, pero la Comisión Electoral invalidó su candidatura por mantener aún la doble nacionalidad.

En las elecciones del 21 de diciembre de 1997 Adamkus, con el 27,5% de los votos, quedó en segundo lugar tras Arturas Paulauskas, ex procurador general de la República, y candidato del saliente Brazauskas, y por delante de Landsbergis, por la TS(LK). Pero en la segunda y definitiva vuelta, el 4 de enero de 1998, el lituano-americano capitalizó el efecto de rechazo que Paulauskas concitaba entre los votantes del arco del centro-derecha y se alzó con la victoria por la mínima, con el 50,3%. El 26 de febrero prestó juramento como presidente de Lituania con un mandato de cinco años. Hasta el día anterior retuvo la nacionalidad estadounidense, incompatible con la Constitución.

Adamkus tomó posesión de su despacho, con atribuciones políticas limitadas –aunque sustanciales- y funciones mayormente representativas e institucionales. Así, Adamkus insistió en la necesidad de regular la economía de mercado de acuerdo con los estándares europeos occidentales, abogó por elevar el nivel de vida de la ciudadanía, por reducir y hacer más eficaz la administración pública, por remediar los estragos provocados al medio ambiente por la economía planificada soviética, y por introducir en la política nacional algún tipo de código ético no escrito para moralizar las instituciones y estigmatizar a los servidores públicos corruptos.

Entre sus proyectos estuvo la total integración de Lituania en las estructuras euroatlánticas, meta que consideraba factible alcanzar antes de la expiración de su mandato presidencial en 2003, la adhesión de Lituania, a la OTAN y la Unión Europea, sin embargo, iba a tener lugar en la primavera de 2004.

Las autoridades de Rusia apreciaron la buena disposición de Adamkus al diálogo bilateral, insoslayable desde el momento en que el país dominante seguía siendo el principal proveedor de Lituania, empezando por una importante cuota de la energía que consumía, sin olvidar los complejos asuntos relacionados con el enclave ruso de Kaliningrado, encajonado entre Lituania al norte y Polonia al sur, con un flujo de pasajeros y mercancías desde y hacia el resto de la Federación Rusa que era necesario regular.

Adamkus dejó claro a sus interlocutores de Moscú que la entrada de Lituania en la OTAN era una mudanza que no admitía ni vetos ni dilaciones, aunque se esforzó en transmitir la opinión de que Rusia no debía sentirse alarmada, porque Lituania nunca representaría una amenaza militar contra ella. Para Adamkus, la Lituania aliada podía y debía mantener con Rusia unas relaciones de buena vecindad y un alto nivel de cooperación.

El ingreso en la OTAN, con su paraguas de seguridad y su instrumento de la defensa colectiva, otorgaba a Lituania las debidas garantías de que nunca más vería peligrar su soberanía nacional y su integridad territorial.

El 5 de septiembre de 2002 Adamkus anunció su decisión de presentarse a la reelección para un segundo y definitivo mandato quinquenal. El estadista afrontaba la fecha del 22 de diciembre con la confianza que le otorgaban unas encuestas muy favorables. Uno de sus activos más valorados por la población era la relación especial que mantenía con la administración estadounidense. Desde que asumió la Presidencia, Adamkus había viajado tres veces a su patria adoptiva, en septiembre de 1998, para dirigirse ante la Asamblea General de la ONU en Nueva York, en abril de 1999, para unirse a la cumbre especial del Consejo de la OTAN en Washington con motivo del quincuagésimo aniversario de la organización, y en enero del 2002, para sostener una reunión de trabajo con el presidente George W. Bush.

El 12 de diciembre el Consejo Europeo de Copenhague certificó que Lituania sería Estado miembro de la UE a partir del 1 de mayo de 2004. El anuncio de los líderes comunitarios vino a poner el colofón a unas semanas exitosas para Adamkus, quien llegaba a la cita con las urnas en inmejorables condiciones. Con el respaldo de la TS(LK), Adamkus se iba a batir principalmente con el ex primer ministro Paksas, ahora al frente de su nuevo Partido Liberal Democrático (LDP), y Paulauskas, actualmente presidente del Seimas.

El 5 de enero Paksas, con el 54,9% de los votos, ganó las elecciones. La derrota de Adamkus no tuvo una explicación, aunque Paksas ya traía un fuerte tirón popular y era un candidato mucho más joven que él, con 30 años de diferencia. También podía aducirse que el electorado no había ido a premiar unos éxitos internacionales que el gobierno de Brazauskas podía revindicar con más razones que Adamkus.

La destitución de Paksas el 6 de abril de 2004 por el Seimas, bajo la acusación de haber violado la Constitución y puesto en peligro la seguridad del Estado al relacionarse con un controvertido empresario ruso vinculado a su vez, se aseguraba, a los servicios secretos y el crimen organizado de Rusia, supuso la convocatoria de elecciones presidenciales anticipadas. Adamkus, que había sumado la suya al coro de voces políticas exigiendo la dimisión de Paksas, no dijo ni que sí ni que no sobre su postulación, si bien la impresión general era que el ex presidente no iba a desaprovechar esta oportunidad para retornar al puesto; si ganaba, el año largo de titularidad del malhadado Paksas quedaría convertido en un mero paréntesis digno de olvido.

Con todo, frente a Adamkus surgió una rival de importancia, la ex primera ministro Kazimiera Prunskiene, que contaba con el aval del NDP y el LVP, y gozaba de su propio peso político. El 13 de junio, simultáneamente a la celebración de las primeras elecciones al Parlamento Europeo, Adamkus se puso en cabeza con el 31,1% de los votos, seguido de Prunskiene con el 21,2% y a mayor distancia por el independiente respaldado por la TS(LK) Petras Austrevicius, la social liberal Vilija Blinkeviciute y el socialdemócrata Ceslovas Jursenas. El 27 de junio, esta vez sin sobresaltos, Adamkus se proclamó presidente con el 52,6% de los votos. El 12 de julio de 2004 inició su segundo mandato presidencial de cinco años, el cual, al no ser consecutivo del primero, abre la posibilidad de un tercero en 2009.

Valdas Adamkus fue doctor honorífico por las universidades de Vilnius (1989), Indiana (1991), Northwestern de Boston (1994), Illinois (1999), DePaul (2001) y Vytautas Magnus (2002). Entre sus galardones figuran el Premio Internacional del Medio Ambiente, la Medalla de Oro de la EPA y el Premio del Presidente de Estados Unidos a los Servicios Distinguidos. Miembro del Club de Madrid, en septiembre de 2003 la UNESCO le concedió el título de Embajador de Buena Voluntad para la Construcción de las Sociedades del Conocimiento.

Autor

  • Carlos Benavides Martínez