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PolíticaHistoriaBiografía

Abú-l-Ula al-Watiq (ca. 1230-1269).

Último califa almohade de Marruecos y Al-Andalus nacido en Baeza hacia 1230 y muerto en Wadí Agfú (Marruecos) el 1 de septiembre de 1269. Su nombre completo fue Abú Dabbús Idris ibn Abí Abd Allah Muhammad ibn Umar ibn Abd al Mumin. Su prenombre fue Abú-l-Ula y se apellidó Abú Dabbús ('el de la maza') porque usaba la maza de combate como arma.

Fue el menor los nueve hermanos de al-Bayasí, un rival del califa al-Adil, que en 1224 se proclamó señor de Baeza. Su madre fue una esclava cristiana y de ella heredó rasgos caucásicos. Durante su juventud luchó en Al-Andalus en las guerras civiles anteriores a la expulsión de los almohades de la Península. Después pasó a Marruecos y entró al servicio del califa al-Murtad, distinguiéndose en la defensa de la ciudad contra los benimerines de 1262 y 1263. Entre 1263 y 1264 Abú-l-Ula participó en una serie de intrigas palaciegas y fue obligado a huir de la capital, acusado de mantener correspondencia secreta con el emir benimerín Abú Yusuf Yaqub. A finales de 1264 Abú Dabbús ofreció sus servicios a Abú Yusuf Yaqub para luchar contra los almohades y éste le proporcionó credenciales entre los señores del Atlas, entre los que Abú Dabbús estuvo buscando adeptos durante todo el invierno de 1065. Además de importantes apoyos en la capital ganó la alianza de los árabes Sufyan, los Banu Yabir y un gran número de mercenarios cristianos. En octubre de 1266 marcharon hacia la capital y la tomaron fácilmente, ya que la guarnición de Marruecos se encontraba recaudando los impuestos de Haha y Ragraga. Al-Murtad huyó de la ciudad en octubre y fue capturado y decapitado en noviembre.

Abú Dabbús fue proclamado en Marruecos el 23 de octubre de 1266 y tomó los títulos de al-Watiq ('el que confía en Dios') y al-Mutamid Alayhí ('el que confía en Él'). Nombró visir a Abú Zayd Abd al-Rahmán y mantuvo a los secretarios de los califas anteriores. Desde el comienzo trató de ganar popularidad y para ello suprimió los nuevos impuestos, manteniendo vigentes únicamente las cargas antiguas; eliminó las tasas sobre las mercancías y trató de mantener las soldadas mediante expedientes y multas a los funcionarios de la Hacienda.

Pero no cumplió el califa el anterior pacto con los benimerines, lo que provocó ataques a Marruecos a principios de 1267. También perdió Abú Dabbús la amistad con el jeque de Haskura, Masud ibn Yaldasan, que había sido uno de sus principales valedores. En mayo de 1267 inició el califa una expedición contra Haskura, aunque las negociaciones previas al ataque lograron evitar el enfrentamiento. Mientras que el califa se encontraba fuera de la capital, Abd al-Aziz, un hijo del califa Abú-l-Hassan Alí I, inició una conjura para hacerse con el poder y fue secundado por importantes nobles de la ciudad, pero Abú Dabbús supo de ella y en secreto mandó asesinar a Abd al-Aziz.

En primavera de 1267 inició Abú Dabbús la campaña para derrotar a Ibn Yiddar, que se había declarado independiente en el valle del Sus reinando al-Murtad. Durante unas semanas el califa fue recibiendo la adhesión de importantes señores almohades y a principios de julio tomaron la ciudad de Tizgat; el 21 del mismo mes comenzó el asedio de la fortaleza de Tinwanwin y a finales de agosto se logró su capitulación; Abú Dabbús entró victorioso en Marruecos el 9 de octubre de 1267. Por aquellas fechas comenzó un ataque benimerín por la región de Dukkala. Las tropas califales lograron expulsar de Dukkala a los invasores, pero fueron derrotadas por Abú Yusuf Yaqub en febrero del año siguiente. En abril los benimerines razziaron la región cercana a la capital y en invierno regresaron a Fez, pero la primavera siguiente reanudaron los ataques. Los jeques almohades convencieron al califa para que saliese a repeler a los agresores, alegando que el grueso de las tropas benimerines se encontraban protegiendo Taza. Abú Dabbús persiguió al destacamento enemigo hasta Wadí Agfú, donde el ejército benimerín cayó sobre las tropas almohades derrotándolas. El califa intentó huir, pero fue muerto en plena batalla, marcando el final de la dinastía almohade. Su cabeza fue enviada a Fez y Marruecos pasó a dominio benimerín.

Aunque su hijo Abd al-Wahid logró huir y se hizo proclamar califa en Tinmel, tomando el título de al-Mutasim billah, abdicó a los cinco días de su proclamación y huyó a Al-Andalus.

Bibliografía

  • HUICI MIRANDA, A. Historia Política del Imperio Almohade. Tetuán, 1957.

  • JOVER ZAMORA, J.M. (dir). "El retroceso territorial de Al-Andalus", en Historia de España Menéndez Pidal, vol. VIII-II. Madrid, Espasa Calpe, 1994.

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero