Abu-Bekr (573-634).
Suegro de Mahoma, nacido en La Meca en 573 y muerto en Medina en 634; fue nombrado califa en 632. En un principio se llamó Abd-el-Caaba, y cuando Mahoma empezó su predicación cambió el nombre por el de Abdallah o servidor de Dios. Cuando el profeta se casó con su hija Aischa, recibió el de Abu-Bekr, que quiere decir padre de la virgen. Empleó toda su influencia en hacer prosélitos a la religión del profeta, y cuando éste fue perseguido, le defendió y amparó. En recompensa de tanto celo, Mahoma le designó su sucesor, y apenas murió el profeta, entró en posesión de la autoridad soberana, empleando sabiamente su poder en extender la nueva religión. Tuvo que sostener varias guerras contra una multitud de falsos profetas que se alzaban por doquier, y temiendo que llegaran a desaparecer todos los que habían tenido la fortuna de oír a Mahoma, mandó recoger de boca de sus compañeros todas las palabras pronunciadas por él en la cátedra. Uniendo a ellas los capítulos del Corán escritos por los secretarios en hojas de palmera o pieles de oveja, formó un cuerpo de doctrina, que debía ser en lo sucesivo el código de los árabes. Después continuó sus conquistas, apoderándose de toda Arabia, y haciendo que sus tenientes le agregaran Irak y parte de Siria. Murió a la edad de sesenta y tres años, habiendo reinado dos años y tres meses, y dejó por sucesor a Omar.