Zapata de Cisneros, Antonio (1550-1635).
Prelado español, nacido en Madrid en 1550 y muerto en 1635. Era hijo del primer conde de Barajas, y, habiendo abrazado la carrera eclesiástica, obtuvo al concluir sus estudios una canonjía en Toledo, con el cargo de inquisidor, que luego cambió por otro igual en Cuenca. Felipe II lo hizo nombrar obispo de Cádiz, en cuya dignidad destacó con algunos actos, como la construcción del lienzo de la muralla, situada frente a la bahía. Pasó luego al obispado de Pamplona, cuando se había declarado en esta ciudad la peste, y, de tal modo se distinguió por sus atenciones hacia los enfermos, que Felipe III le hizo conferir el arzobispado de Burgos. Allí también hizo gastos y mejoras en la catedral, y nombrado cardenal por Clemente VII, pasó a Roma en calidad de protector general de España. Volvió a la península, encargado del traslado del cuerpo de San Francisco de Borja, y en 1620 fue nombrado virrey de Nápoles. Introdujo reformas útiles en la administración, e hizo grandes beneficios al pueblo, que fueron un tanto oscurecidos por la crueldad que empleó en las persecuciones religiosas. Sustituido en 1625 por el duque de Alba, regresó a España, donde fue nombrado arzobispo de Toledo en reemplazo del cardenal infante Fernando, e inquisidor general. En calidad de tal, dispuso un auto de fe que se celebró en la plaza mayor de Madrid para castigo de unos judíos acusados de ultrajar una imagen de Cristo en la calle de las Infantas. Poco después se retiró a Barajas, donde acabó sus días. Dejó un libro titulado Discurso de la obligación, en conciencia y justicia, que los prelados tienen en proveer las dignidades y beneficios eclesiásticos.
