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HistoriaPolíticaBiografía

Wilson, Thomas Woodrow (1856-1924).

Abogado y político estadounidense, vigésimo octavo presidente de los Estados Unidos de América (1913-1921). Nació el 28 de diciembre de 1856, en Staunton (estado de Virginia), y murió el 3 de febrero de 1924, en Washington (Distrito de Columbia). Su programa político, conocido con el nombre de Nueva Libertad, introdujo una serie de reformas profundas en la legislación del país, además de marcar el punto de arranque del nuevo liberalismo económico y social de los Estados Unidos en el siglo XX. Wilson fue el artífice de la entrada de los Estados Unidos en la Primera Guerra Mundial, aceleró el final de la contienda y trabajó después en aras del restablecimiento de un período de paz duradero y estable. En premio a su destacada participación en la Conferencia de París y en la fundación de la Sociedad de Naciones, fue galardonado en 1919 con el Nobel de la Paz.

Brillante carrera diplomática

Hijo y nieto de pastores presbiterianos, su padre le inculcó desde muy pequeño una educación basada en los métodos pedagógicos del filósofo ilustrado francés Rousseau. Tras graduarse en el Davidson College de Carolina del Norte, en el año 1875 ingresó en la Universidad de Princeton (Nueva Jersey), donde sobresalió en los estudios humanísticos. Se licenció, cuatro años más tarde, en Derecho, para, inmediatamente después, iniciar su especialización en la misma carrera en la Universidad de Virginia. En el año 1882, Wilson abrió su propio bufete en Atlanta (Georgia), pero, debido a que no tenía demasiados clientes y a que realmente la profesión de abogado no le atraía especialmente, decidió reemprender sus estudios en la John Hopkins University de Baltimore, centro en el que por aquel entonces enseñaban los mejores especialistas en Ciencias Políticas. En dicha institución fue condiscípulo de Frederick Jackson Turner. Wilson se doctoró en el año 1886, con la tesis Congressional Gobernment: a study in american Politics (El Gobierno por el Congreso).

Gracias a sus excelentes cualidades intelectuales, Wilson dio comienzo a un largo periplo como docente: primero en el Bryan Mawr College de Pennsylvania, entre 1885 a 1888, que continuó en la Westeyan University de Middletown de Connecticut, hasta el año 1890, fecha en la que entró a formar parte del profesorado de la Universidad de Princeton, como profesor de Jurisprudencia de Economía Política.

Durante sus doce años de docencia, sus cursos gozaron de una gran audiencia. Su reputación académica se extendió a toda la costa Este a raíz de la publicación de varios artículos y libros sobre el sistema político y la historia de los Estados Unidos. En el año 1902, Wilson se convirtió en el rector de la universidad, puesto desde el que llevó a cabo una serie de cambios profundos en su organización educativa y social, encaminados a la desaparición de las tremendas diferencias sociales que había entre los estudiantes ricos y los de clase media y pobre. Cuando intentó transformar el funcionamiento de los tradicionales y elitistas clubes de estudiantes, Wilson chocó con fuertes resistencias internas; se formó un ambiente de hostilidad hacia su persona que le obligó a abandonar el cargo en el año 1910. Aun así, gracias a dichas iniciativas, Wilson se convirtió en un verdadero paladín de la democracia e igualdad, circunstancia que supo aprovechar para lanzar su carrera política.

Sus inicios políticos. El camino hacia la presidencia.

Aprovechando su cese como rector y la vacante del puesto de gobernador del estado de Nueva Jersey, ese mismo año el Partido Demócrata postuló a Wilson como candidato para el cargo, presentándole con la vitola de joven profesor y liberal moderado. Fue finalmente elegido.

Una vez en el cargo, Wilson demostró su verdadero talento político a la hora de conjugar un gobierno fuerte y decidido con una serie de reformas de talante social y moral. Sus primeras actuaciones se caracterizaron por colocar los principios por delante de los hombres, por defender el interés general frente al particular, en contra de lo que pretendían los jefes locales que le auparon en el puesto. Wilson consiguió restar poder e influencia a los clanes del partido. Llevó a cabo una completa reorganización administrativa: aprobó una nueva ley electoral, suprimió los constantes casos de fraudes electorales y de corrupción sistemática en la administración, aprobó una ley sobre seguros laborales y de accidentes, reglamentó los servicios públicos y creó un organismo dedicado exclusivamente a controlar a los grandes grupos financieros.

Su ascensión dentro de las filas del Partido Demócrata fue fulgurante y providencial para la formación, privada del poder desde el año 1897. La fama, la ética moral y las cualidades políticas de Wilson al frente del estado de Nueva Jersey hicieron que la Convención Nacional del partido, celebrada en Baltimore a mediados del año 1912, eligiera a éste como candidato a la presidencia en detrimento del portavoz de la Cámara de Representantes, Champ Clark, a pesar de estar mucho mejor colocado y contar con más experiencia política. La división republicana y la candidatura del antiguo presidente Theodore Roosevelt (1901-1909) encabezando al nuevo Partido Progresista, junto con la candidatura republicana oficialista del presidente William Howard Taft (1909-1913), allanaron sobremanera el ascenso de Wilson a la Casa Blanca. La campaña del año 1912 fue en realidad un duelo entre Wilson y Roosevelt, en la que el primero apabulló a su contrincante por 435 votos por 88, mientras que Taft tan sólo consiguió 8 votos. Tan incuestionable victoria se debió al novedoso programa presentado por Wilson, "Nueva LIbertad", en el que, entre otras cosas, proponía: llevar a la práctica las reivindicaciones de la clase media del país, el control de los grandes trust financieros, una reducción verdadera de los aranceles e impulsar la igualdad de oportunidades.

El 5 de noviembre de 1912, Thomas Woodrow Wilson juró su cargo como presidente de los Estados Unidos de América. Por primera vez desde la finalización de la Guerra de Secesión (1861-1865), un sudista ocupaba de nuevo la Casa Blanca.

La presidencia de Wilson

Una vez investido presidente, Wilson dejó bien claro su intención de usar el poder que su cargo le confería, demostrando que era posible llevar a cabo una dirección presidencial fuerte sin lesionar la Constitución ni la autonomía de gobierno de los estados.

Política interior

Fiel a su partido y a los dictados liberales de su campaña, Wilson comenzó muy pronto a aplicar su programa reformista. El Congreso aprobó un proyecto de ley que derogaba los derechos de más de 100 artículos, a la par que introducía un impuesto sobre la renta para paliar las lógicas pérdidas de ingresos, la Underwood-Simons Tariff Act, del año 1913. El siguiente objetivo de Wilson consistió en establecer un nuevo sistema para respaldar las finanzas, la banca y el sistema monetario. Para ello, hizo aprobar la Ley de Reserva Federal, en diciembre de 1913, por la que se crearon doce bancos de Reserva Federal en otros tantos puntos del país, confió la supervisión de todo el sistema a un nuevo organismo, el Consejo de Administración de la Reserva Federal. Dicha ley también creó un nuevo tipo de moneda: los billetes. La ley no logró prevenir fracasos bancarios, ni evitó pánicos y depresiones periódicas, pero sí hizo posible movilizar todos los recursos bancarios del país, creó una moneda nueva y más flexible y aflojó el dominio de unos cuantos gigantes financieros.

En lucha permanente contra los poderosos trust financieros del país, Wilson luchó con dureza por sacar adelante la Clayton Act, en octubre de 1914. Concebida para fortalecer la Anti-trust Sherman Act, la ley prohibía ciertas prácticas comerciales como la discriminación de precios tendente a aminorar la competencia o promover el monopolio, a la vez que ofrecía una serie de descuentos otorgados con la condición de que los compradores se abstuvieran de comprar a otros proveedores y, sobre todo, beneficiar a los sindicatos y a los trabajadores (derechos de huelga, etc.).

Con las elecciones a la presidencia cercanas, en el año 1916 Wilson volvió a aplicar nuevas reformas, esta vez en el sector agrario, con la Ley Federal sobre Préstamos a la Agricultura, del mes de julio, que establecía otros doce Bancos de Crédito Agrícola para proporcionar créditos rurales a largo plazo. En septiembre, Wilson evitó la amenaza de una huelga salvaje de ferrocarriles con la Adamson Act, que otorgaba una jornada laboral de ocho horas y penaba severamente el empleo de menores en los trabajos.

Sin embargo, aunque Wilson aplicó unas medidas audaces, no fue capaz de suprimir ciertos males endémicos de la sociedad estadounidense: se negó a reconocer el derecho de voto de las mujeres, las minorías negras sufrieron una mayor presión y discriminación racial y los obreros especializados fueron totalmente relegados de los programas sociales estatales. Wilson dirigió conscientemente su política interior en favor de los granjeros, obreros y reformistas, los cuales acabaron concediéndole nuevamente el triunfo en las elecciones presidenciales de finales de 1916, en las que desbancó al candidato republicano Charles Evans Hughes.

Política exterior

En contra de su criterio individual, las circunstancias obligaron a Wilson a concentrar su atención en el ámbito de las relaciones con el exterior. Asesorado por su secretario de Estado, William Jennings Bryan, Wilson propuso a treinta naciones la firma de un tratado bilateral de colaboración, anuló las tarifas preferentes que Estados Unidos se había hechos otorgar en la administración y control del Canal de Panamá y consolidó la presencia estadounidense en el área del Pacífico ante el empuje imperialista japonés, al reconocer diplomáticamente el liderazgo en China de Sam Yan Tsen.

Al mismo tiempo, Wilson también intervino en América Latina para defender los intereses estadounidenses y proteger la ruta económica del Canal de Panamá, de vital importancia para el país: ocupó militarmente Haití, en 1915, y Santo Domingo, en 1916. Las injerencias estadounidenses no se quedaron ahí, ya que al estallar la Guerra Civil mejicana, en el año 1913, Wilson trató de influir en el conflicto llevando a cabo una ocupación militar de Veracruz, en 1914, y una serie de expediciones de castigo, con escaso resultado, en contra del general Huerta y del líder revolucionario Pancho Villa.

Estados Unidos y la Primera Guerra Mundial

Wilson, reelegido bajo un programa de paz, también se vio obligado a romper el tradicional aislacionismo estadounidense y arrastrar a su país a una guerra mundial. No obstante, durante los tres primeros años del conflicto Estados Unidos permaneció totalmente neutral, pese al perjuicio que originaba para la economía del país el bloqueo marítimo impuesto por las naciones beligerantes y la guerra submarina tan agresiva que desarrolló Alemania. A partir del año 1916, los acontecimientos no fueron favorables a sus deseos de no intervención, máxime por la cada vez mayor presión de los grandes financieros y de un gran número de políticos para que Wilson se decidiera a intervenir de parte de los aliados. Empeñado en conseguir la reconciliación, se ofreció como mediador en el conflicto para establecer un plan de paz, para lo cual comenzó a hacer contactos con los gobiernos de las naciones en lucha. En enero de 1917, Wilson propuso públicamente una paz sin victoria para nadie.

El recrudecimiento de los ataques submarinos contra navíos neutrales, en febrero de 1917, y los lazos económicos y afectivos entre Estados Unidos y las democracias occidentales, presionaron de tal manera sobre el ánimo del presidente que, tras un último intento fallido por encontrar una solución pacífica, pidió al Congreso, el 2 de abril de 1917, la entrada en la guerra de Estados Unidos y el cese de las relaciones diplomáticas con Alemania y el Imperio Austro-húngaro.

Los primeros meses de la guerra, Wilson se limitó a enviar material bélico, materias primas y víveres al frente europeo, mientras que en el interior del país se crearon varios organismos para canalizar y organizar la nueva situación de guerra que vivía el país de una manera coherente. Wilson creó el War Industries Bureau (Comité de Industrias de Guerra) y el Committe on Public Information (Comité de Información Pública). Gracias a un rapidísimo sistema de reclutamiento, en la primavera del año 1918 fueron enviados al frente francés los primeros contingentes de tropas estadounidenses, al mando del general John Pershing, de un total de tres millones de estadounidenses al finalizar la guerra.

La paz. Los Catorce Puntos de Wilson

Fiel a su educación presbiteriana y al respeto por las tradiciones legales, Wilson no cejó en el empeño por encontrar una justificación éticamente válida para la intervención estadounidense en la guerra que se adecuara a su ideología pacifista y demócrata. Además, Wilson nunca dejó de diferenciar claramente los fines de guerra de su país de los objetivos europeos: Estados Unidos participó como asociado y no como aliado de los Aliados. Todo ello lo hizo saber en el discurso que pronunció en el Congreso, en enero de 1918, en el que esbozó su programa de paz conocido como Catorce Puntos, en el que pedía, entre otras cosas, la libertad de navegación, igualdad de comercio, la reducción del armamento, la atención a las reclamaciones coloniales, la autodeterminación nacional y la creación de un organismo internacional como garante del mantenimiento de la paz. Esa alianza de naciones propuesta por Wilson acabó plasmándose en la creación de la Sociedad de Naciones, organización débil e imperfecta sobre todo, paradójicamente, por la negativa de Estados Unidos a formar parte de ella, debido a la corriente aislacionista que se instaló entre la clase política tras la finalización de la guerra.

Rechazo de la Paz de Versalles. Retirada de Wilson

El mismo año de su viaje a Europa para participar en la Conferencia de Paz de Versalles, el Partido Demócrata de Wilson perdió la mayoría en las dos Cámaras del Congreso. Durante los más de seis meses que duraron las agotadoras sesiones negociadoras, Wilson tuvo que hacer frente a las intransigentes peticiones de tipo territorial y económico de los países vencedores, lo que provocó que los diferentes tratados firmados con cada uno de los países vencidos, en los que Wilson se había comprometido personalmente, apenas respondieron a las tesis planteadas en los Catorce Puntos.

Tras semejante fracaso, Wilson regresó a su país, a mediados del año 1919, para sufrir una derrota y decepción política todavía mayor. El Congreso, dominado por los republicanos partidarios del regreso al aislacionismo, rechazó la petición presidencial de la entrada de Estados Unidos en la Sociedad de Naciones y la ratificación de los tratados firmados en París, alegando que el nuevo organismo internacional no era más que un instrumento del imperialismo francés y británico, el cual acabaría arrastrando de nuevo al país en nuevos conflictos internacionales, con la consiguiente pérdida de la autonomía política. Esta dura reacción, opuesta a su política, motivó que Wilson emprendiera una campaña de opinión por todo el país que tuvo que abandonar, en septiembre de 1919, al sufrir una embolia cerebral en Pueblo (estado de Colorado), que le dejó paralítico.

Física y moralmente agotado, Wilson pudo contemplar y sufrir su fracaso político antes de morir. El 3 de marzo de 1921, Wilson traspasó la presidencia al republicano Warren Harding.

Premio Nobel de la Paz en el año 1919, Wilson escribió varias obras de Historia, entre las que se pueden destacar las siguientes: A History of the American People (Una historia del pueblo americano) y The New Freedom (La nueva libertad).

Bibliografía

  • COOKE, Donald. E: Atlas of the presidents. Nueva Jersey: Hammond Incorporated, 1977.

  • FERNÁNDEZ SUÁREZ-BARBA, Mario: Historia de los Estados Unidos de América: de la República burguesa al Poder presidencial. Madrid: Marcial Pons, 1997.

  • JONES, Maldwyn. A: Historia de los Estados Unidos (1607-1992). Madrid: Cátedra, 1995.

  • MORISON, Samuel Eliot: Breve Historia de los Estados Unidos. México: Fondo de Cultura Económica, 1993.

C. Herráiz García.

Autor

  • C. Herráiz García.