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FilologíaLingüísticaBiografía

Webster, Noah (1758-1843).

Lexicógrafo estadounidense, nacido en West Hartford (en el estado de Connecticut) en 1758 y fallecido en New Haven (Connecticut) en 1843. Humanista fecundo y polifacético, alentó durante toda su vida laboral el empeño de dar a la imprenta una monumental recopilación léxica que pudiera ser considerada de validez universal, lo que le impulsó a publicar en 1828 el célebre An American Dictionary of the English Language (Diccionario americano de la lengua inglesa, 1828), que al cabo de casi dos siglos continúa manteniendo vigente su condición de obra de referencia obligada en la lexicografía de habla inglesa.

Nacido en un tiempo en el que su joven país estaba inmerso en un arduo proceso de conformación de la identidad nacional, el joven Noah Webster afrontó esta crisis colectiva generada tras la Guerra de la Independencia (1775-1783) decidido a dotar a su nación de un corpus lexical que -en su opinión- debería contribuir a perfilar la especificidad de los Estados Unidos de América respecto a la antigua metrópoli británica. Fue así, desde estos postulados nacionalistas, como a partir de 1800 comenzó a trabajar en ese magno proyecto lexicográfico que, en su día, fue duramente criticado por los especialistas británicos apegados a la tradición europea, ya que desde sus postulados verdaderamente revolucionarios incluía un elevado número de americanismos y dejaba mostrar una original predilección por ciertas soluciones ortográficas poco convencionales en su época (aunque, a la postre, adoptadas por toda la comunidad anglo-parlante). Amparándose, además, en el principio de que el uso de las palabras debería derivar de la lengua hablada (aserto tan novedoso como radical entre los lexicógrafos de finales del siglo XVIII y comienzos de la centuria siguiente), Webster acabó configurando un monumental diccionario que, conocido -más que por su propio título- por el apellido de su innovador autor, no sólo se convirtió en la obra lexical de mayor utilidad para sus contemporáneos, sino que pronto sirvió para sentar las bases del inglés americano moderno.

Como cabe esperar en un proyecto de tal magnitud, el proceso de elaboración de este original corpus léxico fue tan dilatado como dificultoso. En 1806, cuando llevaba unos seis años trabajando en sus fichas, Noah Webster se decidió a dar a la imprenta un primer compendio de lo que habría de ser la edición definitiva de su obra, y un año después publicó una versión escolar (1807) de lo que entonces llamaba todavía "diccionario de lengua inglesa". Siguió, entretanto, empeñado en buscar fuentes y testimonios que corroborasen el uso de la lengua inglesa que hacían sus compatriotas, y en 1824, después de muchos años de infatigable dedicación a esta su obra magna, se embarcó rumbo a Europa para seguir rastreando en Inglaterra las fuentes inexistentes en América. Finalmente, en 1828 aparecieron en los anaqueles de las librerías americanas los dos volúmenes del ya citado Diccionario americano de la lengua inglesa, en los que se recogían setenta mil entradas definidas sistemáticamente a partir del significado histórico primigenio de cada una de ellas, para aportar a continuación las acepciones más novedosas y, en muchos casos, las variantes específicas del inglés hablado en los Estados Unidos de América. Sobre todas estas virtudes, la monumental contribución lexicográfica de Noah Webster añadía la ventaja de adjuntar una información etimológica que, en su conjunto, superaba con creces la ofrecida por cualquier otro repertorio léxico de cuantos se habían configurado hasta entonces.

Lógicamente, una vez superados los primeros recelos de los lexicógrafos más apegados a la tradición, el diccionario de Webster fue acogido con entusiasmo tanto por los especialistas en el estudio de las palabras y sus significados como por los usuarios comunes, quienes vieron en esta obra una fuente de consulta mucho más cercana a su conocimiento del idioma que los diccionarios publicados hasta entonces. Ante esta aceptación colectiva, Noah Webster se vio obligado a enfrascarse de nuevo en una esmerada revisión de esa primera entrega de 1828, lo que le permitió dar a la imprenta en 1841 -cuando había superado con creces los ochenta años de edad- una nueva edición corregida y ampliada. En fechas posteriores, ya desaparecido el audaz lexicógrafo de Connecticut, se han realizado nuevas ampliaciones y actualizaciones del diccionario de Webster, que en la actualidad sigue siendo considerado el repertorio léxico de mayor validez para todo el mundo anglo-parlante.

JRF.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.