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PolíticaHistoriaBiografía

Vladimiro I, San, Zar de Rusia (956-1015).

Zar de Rusia y príncipe de Kiev nacido en Kiev en 956 y muerto en Berestova el 15 de julio de 1015. Canonizado en el siglo XIII, Vladimiro fue el príncipe que introdujo en Rusia el Cristianismo Ortodoxo, que confirió unidad a su imperio y creó entre los rusos un sentimiento nacional desconocido en la época del paganismo. Es conocido como Vladimiro el Grande.

Síntesis biográfica

Aunque su infancia es poco conocida, se sabe que fue el hijo menor del Gran Príncipe de Kiev Sviatoslav Igorevich y de una sirviente, cuyo nombre fue Maluska. A pesar de que su abuela, Santa Olga, había abrazado el Cristianismo, Vladimiro fue educado en el paganismo, puesto que su padre se opuso con vehemencia a abrazar la fe cristiana.

En 969 Sviatoslav entregó el gobierno de sus Estados a tres de sus hijos, mientras él se encontraba en una campaña de conquistas en las tierras del Danubio. Vladimiro recibió el gobierno de Novgorod; el primogénito, Yaropolk, hermano natural de Vladimiro, obtuvo Kiev; y otro de los hijos, Oleg, se instaló en las tierras de Drevliane. La división del territorio, que era meramente circunstancial, fue la causa que desencadenó una guerra civil entre los hermanos, después de que Sviatoslav muriese a manos de los pechenegos en 972. La guerra, que se desarrolló durante cinco años, quedó reducida a la lucha de Vladimiro y Yaropolk, después de que el último venciese y matase a Oleg y se apoderase de sus tierras. La superioridad del ejército de Yaropolk hizo que Vladimiro se viese obligado a huir a Escandinavia, donde, durante dos años, con ayuda de sus aliados varegos, reclutó un ejército de mercenarios con el que marchó sobre Rusia. A la liberación de Novgorod, donde Yaropolk había establecido un gobernador, siguió una campaña para dominar las tierras de los eslavos del Este. Vladimiro intentó entonces establecer una alianza matrimonial con el príncipe Rogvolod de Polostk, pero cuando éste rehusó entregar a Vladimiro la mano de su hija Rogneda, la reacción fue la destrucción de Rogvolod y la ejecución del príncipe; después Vladimiro tomó a Rogneda por esposa (a la que se dio el nombre eslavo de Gorislava), que en menos de un año le dio un heredero, el príncipe Iziaslav. Después Vladimiro marchó hacia Kiev y se hizo con su control cuando Yaropolk fue asesinado a traición por mercenarios varegos. Dueño de Kiev y Novgorod, en 980 forjó la unión comercial de ambas y adoptó el título de Gran Príncipe de Kiev.

Tras la guerra civil Vladimiro debió recomponer el poder de Kiev, muy menguado sobre todo en las fronteras del sur y el este, donde era amenazado por la presencia de tribu nómadas; antes del 984 ya había unificado bajo el poder de Kiev a los eslavos del este y en 985 venció a los búlgaros del Volga, aunque su sometimiento no fue total y el soberano debió lanzar campañas contra ellos en 994 y 997. Para asegurar su imperio, Vladimiro tomó medidas de orden interior mediante la sustitución de los jefes de las tribus más levantiscas por oficiales leales y familiares y además ordenó la construcción de una serie de fortalezas a lo largo de la frontera del sureste, lindante con los pueblos pechenegos. Entre 992 y 997 hubo nuevas campañas contra los pechenegos, que ponían en peligro la consolidación de los procesos colonizadores en las fronteras; Vladimiro incrementó la defensa con la construcción de otra cadena de fortalezas en las riberas norte de los ríos de la estepa y mediante el envío de colonizadores procedentes de las tribus del norte, que reforzasen los efectivos locales.

Tras la muerte de Ana en 1011 Vladimiro dio señales de que iba a legar el reino entero a Boris, uno de los dos hijos que había tenido con ella. En 1014 el príncipe Yaroslav mostró su descontento y se negó a enviar desde Novgorod los dos tercios del tributo de moneda que correspondían al tesoro real. Vladimiro preparó una expedición para ir a subyugar a su hijo, pero enfermó y murió sin haber luchado contra Yaroslav. Su muerte fue mantenida en secreto por su ambicioso hijo Sviatopolk, que quería heredar el reino entero. Éste ordenó los asesinatos de sus hermanos Boris y Gleb y subió al trono, siendo conocido como el Maldito.

La cristianización de Rusia

El Cristianismo fue introducido entre los eslavos por Cirilo y Metodio en el siglo IX y durante el siglo X había hecho grandes progresos en Rusia, minando de manera considerable las bases sobre las que se apoyaban las ideas paganas. Vladimiro también había usado la religión pagana como elemento de unificación de su imperio, aceptando las deidades de varias tribus y estableciendo un centro de culto en Kiev. Pero, rodeado su imperio de Estados cristianos, pronto comprendió Vladimiro que el monoteísmo de los cristianos también reforzaba el concepto del poder absoluto que él pretendía.

La leyenda cuenta que el Príncipe envió emisarios para que recaudaran información sobre las religiones monoteístas y que después de descartar el Cristianismo Latino, el Islam y el Judaísmo, se decantó por la belleza del ritual Ortodoxo. Lo cierto es que cuando Santa Olga abandonó el paganismo se decantó por la fe Griega y que las relaciones de Rusia con el Imperio Bizantino siempre fueron más intensas que con Occidente. En 987 Vladimiro atendió la petición de socorro del emperador Basilio II, a quien envió un ejército de seis mil hombres para apagar la rebelión de Bardas Phocus, vencido en la batalla de Abydos. En 988, después de haber conquistado la ciudad de Jerson, en Crimea, Vladimiro solicitó de Basilio II la mano de su hermana Ana y éste se la concedió, siempre y cuando abjurase de sus dioses paganos y abrazase el cristianismo; el príncipe aceptó y fue bautizado en Jerson, adoptando el nombre cristiano de Basilio en honor al basileus. Pero cuando pasó el peligro Basilio II se mostró reticente a permitir que Ana viajase hasta Kiev y Vladimiro reaccionó con la conquista de toda Crimea en 989, lo que ponía bajo su control varios obispados ortodoxos. El emperador se vio obligado a reconocer la soberanía de Kiev en los territorios del Mar Negro y a aceptar el matrimonio de Vladimiro y Ana, que tuvo lugar después de que el príncipe repudiase a sus concubinas.

En 990 Vladimiro regresó a Kiev, trayendo consigo sacerdotes, libros sagrados y objetos litúrgicos obtenidos de los obispos de Crimea. El príncipe ordenó un bautizo masivo en el río Dnieper, así como la destrucción de los ídolos paganos y la sustitución de sus santuarios por templos ortodoxos; asimismo envió emisarios a las demás ciudades para que comunicasen sus órdenes.

Habiendo dado el primer paso en la obra de cristianización de su pueblo, Vladimiro desarrolló un programa de construcción de iglesias, monasterios, escuelas y catedrales, no sólo en Kiev, sino también en poblaciones como Pereiaslavl, Vladimir o Chernigov. En 989 mandó construir la iglesia de Nuestra Señora y en 996 la de la Transfiguración, ambas en Kiev. La dirección de la Iglesia rusa quedó en manos de un obispo ucraniano, aunque las relaciones entre Kiev y Constantinopla no fueron fluidas durante el reinado de Vladimiro I; en efecto, no se nombró un patriarca de Kiev hasta 1037.

Política de Vladimiro I

Después de su conversión al cristianismo, Vladimiro el Grande abandonó su política de conquistas y se dedicó a la construcción de estructuras burocráticas y económicas. En el exterior desarrolló una política de amistad con los soberanos vecinos, tales como Esteban I de Hungría y los príncipes Boleslao de Polonia y Udalrico de Bohemia y las campañas desarrolladas en las fronteras tuvieron lugar contra los pueblos nómadas, en especial los pechenegos.

Para hacer efectivo el poder de Kiev sobre toda Rusia Vladislao entregó el gobierno de las diversas regiones a sus hijos: Yaroslav recibió el gobierno de Novgorod; Boris fue gobernador de Rostov; Sviatopolk recibió Turov; Gleb gobernó sobre Murom; Iziaslav en Polotsk; Sviatoslav en Drevlians; y Mstislav obtuvo Tmutoraken. Vladimiro estableció en aquellas regiones nuevos centros administrativos. Además el príncipe había favorecido la proliferación de escuelas eclesiásticas, que no sólo sirvieron para la formación de futuros clérigos, sino que en ellas se formaron los jóvenes de las clases superiores, con los que se creó una nueva burocracia. En el terreno de la justicia, Vladimiro también introdujo unas modificaciones, que serían la base de la Russkaia Pravda, el código de leyes de la época de Yaroslav I. Para erradicar las enemistades y las venganzas personales introdujo un sistema de compensaciones económicas y remplazó los tribunales tribales por un sistema basado en la codificación legal de las multas y castigos.

El Gran Príncipe consultó con los obispos los asuntos estatales que atañían a la religión. Bajo su reinado se instituyó en Rusia la recolección del diezmo eclesiástico, que gravaba tanto a las cortes principescas como a las aduanas o a las cosechas. Este impuesto sirvió, durante el reinado de Vladimiro I, para la construcción de muchas iglesias, que fueron conocidas como "iglesias del diezmo", entre ellas la propia catedral de Kiev.

Bibliografía

  • BARL, A. Breve Historia de Rusia. Esplugas de Llobregat, 1975.

  • KOVALEVSKI, D. Historia y Cultura de Rusia. Barcelona, 1967.

  • KRAKOWSKI, E. Historia de Rusia. Barcelona, 1960.

  • SVIATOPOLK-MIRSKII, D. Historia de Rusia. Barcelona, [s.a.].

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero