Virio, Juan Bautista (ca. 1753-1837).
Diplomático y escritor húngaro al servicio de la Corona española, nacido en Pest en 1753 y muerto en Viena en 1837.
Al parecer de antigua familia lorenesa, aunque venida a menos, Virio entró como meritorio o entretenido en 1775 en las oficinas de la embajada de España en Viena, protegido por el conde de Mahony y por José de Anduaga. En 1777 fue enviado a Madrid, donde trabajó a las órdenes de Bernardo del Campo, y el 20 de julio de 1780 fue nombrado oficial segundo de la Orden de Carlos III. En 1783, junto a su jefe Bernardo del Campo, fue enviado a Londres, en donde, aparte su colaboración en los asuntos diplomáticos (Gibraltar, Costa de los Mosquitos y tratado de comercio), comenzó una minuciosa investigación de la legislación aduanera y arancelaria británica. En 1786, tras la firma de la Convención sobre Honduras, recibió Virio un sobresueldo de 6000 reales.
Su eterna mala salud fue la causa de que el 26 diciembre 1786 se le diese medio año de permiso y una ayuda de costa, aunque Virio no abandonó Inglaterra hasta principios de 1788. Después de visitar a su familia y de viajar por Alemania, Virio comunicó su llegada a la Corte el 12 agosto 1788. Protegido por Floridablanca, emprendió en 1790 un largo viaje por Europa, a fin de recabar datos para el establecimiento de una oficina de registros de las providencias económicas adoptadas por los diversos países de Europa, según idea suya expuesta el 10 abril 1790. Fue primero a Lyón, en donde estuvo muy enfermo, y después viajó por Suiza y Tirol hasta Bohemia, Alta Lusacia, Ducado de Brunwick, Baja Sajonia, Gotinga, ciudades hanseáticas y Hamburgo. En el viaje le acompañó Diego Gardoqui hijo, y en este tiempo apareció en Madrid la Colección Alfabética de los Aranceles de la Gran Bretaña, y extractos de sus Leyes, Reglamentos, Ordenes y Providencias expedidas en aquel Reyno para el régimen de sus Aduanas, y fomento de su Comercio (1792).
Debido a la Revolución francesa había quedado interrumpida toda relación epistolar entre España y Virio, aunque cuando se restableció, Gardoqui consiguió que Godoy le nombrase cónsul general en Hamburgo, en 1794. Desde allí, a pesar de nuevas enfermedades, Virio remitió a España abundante información de carácter comercial, y numerosas propuestas de realización inmediata. En 1795 se le ordenó regresar a España, dedicándose a la fundación del Semanario de Agricultura y Artes, dirigido a los párrocos, para el que se asoció con el presbítero Juan Antonio Melón y el químico Domingo García Fernández, con el que muy pronto surgieron diferencias que le llevaron a retirarse de la empresa. El primer número apareció en Madrid el 8 de enero de 1797. En este año se separó de su primera esposa, Mariana Juana Costa, calificada por Pradells de "santurrona".
El 3 de mayo de 1797, Godoy nombró a Virio director del nuevo departamento de Fomento, dependiente de la Secretaría de Estado. El 14 de febrero de 1798 presentó un plan que elevaba Fomento a Secretaría, pero el 28 de marzo de 1798 fue relevado y enviado de nuevo como cónsul a Hamburgo. Su intención de quedarse en Berlín, o de ser trasladado a Baden o Viena, Francia o Italia meridional, no dio resultado, pero el 11 enero 1802 fue nombrado cónsul en Liorna, y en mayo 1803 Cevallos le autorizó la residencia en Viena. El 25 agosto 1805 se le ordenó regresar a España, pero obtuvo prórrogas, no llegando a Madrid hasta la primavera de 1807. En este tiempo había redactado Hechos de María Teresa de Austria y de su hijo José II por ilustrar a su Nación; librar a los labradores de la indiscreción de los Señores de los feudos; extirpar vicios gremiales; levantar las artes; encaminar al comercio al Bien del Estado y reformar oportunamente las Aduanas, importante libro, que quedó inédito, lo mismo que su segunda parte de Colección de los Aranceles y Aduanas Austríacas desde 1755 hasta el presente. En la corte tuvo problemas, pues no se le pagaba el sueldo, y sólo los superó con la ayuda de Melón. Siguió haciendo propuestas de mejoras económicas, y con motivo de la guerra contra Inglaterra publicó varios artículos contra este país en el Diario de Madrid, bajo el pseudónimo de Veranio Severo.
El 2 de marzo de 1808 Cevallos consintió en que volviese a Viena; salió de Madrid a comienzos de abril, y llegó a Viena en la primera semana de junio de 1808. El 3 de noviembre juró en la capital austríaca a José Bonaparte como rey de España, y en adelante se mostró entusiasta con el cambio. Como para un afrancesado no era fácil vivir en Viena, el 27 de marzo de 1809 el nuevo régimen volvió a nombrarle cónsul en Hamburgo, donde no lo tuvo muy fácil hasta la ocupación por las tropas francesas. En 1810 ingresó en la Orden de España, creada por José I, y en 1811 se casó por segunda vez con Christiana Menche. En 1814 trató de adaptarse a la situación, sin éxito, por lo que en julio se retiró a Viena. En 1818 el embajador en Viena, el marqués de Casa-Irujo, propuso que se le reconociese la antigua pensión de 24.000 reales, que había disfrutado hasta 1814. Entre sus méritos citó la traducción de una impugnación al Manifiesto de los insurgentes de Buenos Aires. En adelante trabajó a las órdenes del embajador. En 1823 sufrió la represión de este año, y se quedó sin ingresos, aunque extraoficialmente siguió realizando encargos, entre ellos la traducción del resultado de la Dieta de Hungría de 1825. Virio no fue rehabilitado hasta el 28 enero 1837, fecha en que se le reconoció una pensión de 10.000 reales.
No se conoce con exactitud la fecha de su muerte.
A. GIL NOVALES.
