Viñas, Francisco (1863-1933).
Cantante de ópera español, nacido en Moyá (Barcelona) el 27 de mayo de 1863 y fallecido en la misma población el 14 de julio de 1933. Fue uno de los más importantes cantantes de la lírica española a finales del siglo XIX y principios del XX, y sin duda el más destacado en la cuerda de tenor; de hecho, estaba considerado por muchos como el sucesor natural del gran Julián Gayarre. Su carrera se centró en la escena italiana -de cuya escuela de canto fue vivo defensor y representante- y, aunque su repertorio no era excesivamente amplio, triunfó como especialista en obras de distinto estilo: desde el romanticismo de Lucía de Lamemoor o de las meyerbeerianas El profeta y La Africana, hasta el verismo de Cavalleria rusticana y, sobre todo, las obras cumbres del espiritualismo wagneriano: Tristán e Isolda, Tannhauser, Lohengrin y Parsifal. Su voz aunaba por igual potencia y virtuosismo, con un timbre muy bello, de notas cálidas a la vez que homogéneas; a ello añadía una dicción impecable y un fraseo elegante.
Nació en el seno de una familia campesina muy humilde que carecía de la posibilidad de dar estudios a sus hijos, por lo que sus primeras nociones musicales las aprendió de manera autodidacta mientras ejercía diversos oficios. Trasladado a vivir a Barcelona con unos familiares, pudo al cabo de un tiempo ingresar en el Conservatorio del Liceo, donde le dió clases de canto el profesor Gonzalo Tintorer. Una vez terminados los estudios, el director del Liceo -por entonces el maestro Juan Goula- le ofreció debutar con Lohengrin, cosa que hizo con tanto éxito que mereció los elogios del propio Gayarre, gran especialista en dicha ópera. Con el mismo título se dió a conocer en otros sitios, incluida su presentación en 1889 en La Scala de Milán, y en 1893 en el Teatro San Carlo de Nápoles, que fue uno de los escenarios donde más aplausos cosechó. En pocos años se cimentó un gran prestigio en Italia a fuerza de cantar en los principales teatros del país, entre los que destacan, además de los mencionados, el Regio de Turín, el Constanzi de Roma, el Carlo Felice de Génova y el Massimo de Palermo.
En 1893 también actuó en el Covent Garden de Londres y en el Metropolitan de Nueva York, escenarios ambos en los que repitió al año siguiente. A comienzos del siglo XX figuró asiduamente en los carteles del Teatro Real de Madrid, el Liceo de Barcelona y el Teatro San Fernando de Sevilla, siempre con su repertorio habitual al que añadió El profeta y Tristán como obras más significativas. El último día de 1913 cantó en la histórica representación de Parsifal en el Liceo barcelonés -transcurridos ya los treinta años desde la muerte de Wagner que él mismo había establecido para que su obra pudiera ser vista fuera de Alemania- y fue el único español del reparto. Tras este acontecimiento siguió en activo varios años más, centrado básicamente en Parsifal, hasta que tuvo lugar su retirada profesional en 1918 con la interpretación de la ópera española Acté. Es autor del libro El arte del canto, importante tratado sobre las técnicas del bel canto.
