Verdes de la Riva, José Luis (1933-2001).
Pintor español nacido en Madrid en 1933 y fallecido en la misma ciudad el 30 de marzo de 2001. Autor de más de sesenta obras con las que transitó por todas las formas de expresión artística, consiguió el reconocimiento internacional con El mito de la caverna, montaje hiperrealista premiado en la prestigiosa Bienal de São Paulo (1977) e inspirado, según el propio autor, "en las ideas de Platón y en las sugerencias que la angustia provoca en la imaginación".
Entre los años 1953 y 1957 realizó sus primeros estudios artísticos en Madrid de la mano del maestro Manuel Gutiérrez Navas. Un año después, abandonó la capital de España y trasladó su residencia a Quesada (Jaén) donde conoció al también pintor Rafael Zabaleta que se convirtió en gran amigo y excelente orientador de sus dotes artísticas. Hasta 1968 residió en tierras jiennenses y allí recibió la visita de destacados artistas, como Manuel Millares, Rafael Canogar, Randi Palucci o Antonio Cumellas, que animaron su prometedora carrera pictórica. Durante estos años, viajó de forma esporádica a Madrid y al extranjero para realizar las primeras exposiciones individuales de su obra. Con el tiempo, su producción recorrió las más importantes salas nacionales y también internacionales, con muestras en San Diego y San Luis (Estados Unidos), Puerto Rico y Santo Domingo, Alejandría, Medellín, Milán, Kunstforeningen, Copenhague, Varsovia, Damasco, El Cairo, São Paulo o Laussane, entre otras ciudades.
En 1969 regresó a Madrid para fijar su residencia definitiva, aunque durante toda su vida mantuvo una fuerte vinculación con Quesada y sus tierras colindantes. Artista singular y solitario, la trayectoria de Verdes arrancó enmarcada en las corrientes del impresionismo para evolucionar hacia el realismo crítico y la nueva figuración que se imponían en la España de la década de los sesenta. Pronto abandonó escuelas y tendencias para desarrollar su particular proyección artística, y en los años setenta alcanzó la madurez creativa con trabajos más centrados en la abstracción y el sentido textural de la pintura.
Con motivo de la inauguración de una exposición en Madrid en 1997, el propio pintor manifestaba que su obra estaba definida por una clara constante: "el deseo de dar testimonio de la despersonalización y masificación del hombre en el siglo XX". Verdes utilizó primero elementos fragmentados de la figura humana como símbolo de sus creaciones, después analizó el negativo fotográfico y, a partir de 1975, con El mito de la Caverna, comenzó a jugar con las sombras. "El hombre ya no es sino una sombra fragmentada".
Colaborador habitual del diario El País, como ilustrador de entrevistas y reportajes, Verdes recibió, entre otras distinciones, la medalla del Salón de Otoño (1957), la medalla de Oro San Raimundo Peñafort en la categoría de Dibujo (1958), el Gran Premio de la Bienal del Mediterráneo de Alejandría (1972) y el citado primer Premio de Pintura en la XIII Bienal de São Paulo (1977) por El mito de la caverna, su obra más famosa.
