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LiteraturaBiografía

Turpin, Richard o "Dick Turpin" (1705-1739).

Célebre bandolero y contrabandista inglés, nacido en Hempstead (en las proximidades de Londres) en septiembre de 1705, y fallecido en Knavesmire (en el condado de Yorkshire del Norte, cerca de York) el 7 de abril de 1739. Bautizado el día 25 de septiembre de 1705 con el nombre de Richard, fue conocido por el alias de "Dick Turpin", bajo el que protagonizó numerosas andanzas delictivas que pronto pasaron a formar parte de la mejor tradición legendaria británica.

Nacido en el seno de una familia humilde -era hijo del modesto encargado de una cervecería-, desde su temprana infancia se vio obligado a ejercer diferentes oficios para contribuir al sustento de los suyos. En plena adolescencia, cuando desempeñaba el cargo de aprendiz en una carnicería, fue sorprendido in flagranti en su primera violación de las leyes (estaba robando en un castillo), lo que le obligó a huir precipitadamente de su lugar de origen para refugiarse en los bosques de Essex, donde formó una famosa y temida banda de ladrones y contrabandistas que pronto difundió su nombre por todo el contorno.

Pero el halo legendario que comenzó a envolverle en vida tuvo su origen en 1735, cuando, una vez disuelta su temible banda, se asoció con otro célebre bandido de la zona, Tom King, a quien el propio Dick Turpin quitó la vida -al parecer, de forma accidental- cuando pretendía abatir a tiros a otra persona (según unas fuentes, un alguacil que acosaba a ambos; según otras, un pobre tabernero al que ambos compinches estaban desplumando). La incierta y fabulosa difusión de estos hechos -propalada a través de múltiples versiones que solían añadir, al vago rumor de la noticia auténtica, las fantasiosas aportaciones de quienes la transmitían-, contribuyó poderosamente a elevar la figura de Dick Turpin a la categoría de héroe popular, tan temido como admirado, protagonista de un sinfín de actos criminales en los que era difícil desbrozar el fundamento real de la ficción alimentada por la encendida imaginación del vulgo. Estas invenciones populares fueron rescatadas al cabo de un siglo por los escritores románticos ingleses quienes, en su empeño por ensalzar las hazañas de personajes marginales, se encargaron de configurar la actual dimensión legendaria del bandolero de Hempstead. Entre estos autores, el que mostró mayor admiración por la figura de Dick Turpin fue el narrador de Manchester William Harrison Ainsworth, que en su famosa novela titulada Rookwood (1834) relató una legendaria cabalgada del bandido, a lomos de su yegua Black Bess, desde Londres hasta York.

Muchos años después, la dimensión ficticia del bandido dio lugar a varias adaptaciones de su vida para el cine y la pequeña pantalla, como la película Dick Turpin, highwayman (1956) y la serie televisiva Dick Turpin, rodada en 1979 por el director británico Charles Crichton. Pero lo cierto es que la breve existencia de Dick Turpin no dio lugar para tantas correrías como después se contaron, escribieron y filmaron. El cerco al que le venían sometiendo las autoridades se estrechó hasta obligarle a una nueva huida. Abandonó, pues, Essex y se estableció primero en Lincolnshire y, poco después, en Yorkshire, donde adoptó la falsa identidad de "John Palmer" para hacerse pasar por un honrado comerciante de ganado equino. Pero en 1739, acusado del robo de caballos, fue hallado culpable, descubierto en su auténtica personalidad y condenado a morir en la horca, sentencia que se ejecutó el 7 de abril de dicho año.

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.