A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
PolíticaHistoriaBiografía

Tugrïl Bey o Beg (ca. 993-1063).

Soberano turco, nacido hacia el 993 y fallecido en Rayy (Irán), el 4 de septiembre del 1063. Fue el fundador de la dinastía selyucida, de origen turco, que dominó amplias regiones de Asia Central y Anterior entre los siglos XI y XIV (V al VII de la Hégira). Bajo su mando, los selyucidas asumieron la hegemonía del Islam, estableciendo su dominio sobre el califato abasí de Bagdad y amenazando el poder de los fatimíes de Egipto.

Era nieto de Selyuq, un jefe clánico convertido al Islam del pueblo turco de nómadas oguz. En circunstancias mal conocidas, un grupo importante de turcos oguz se trasladó, bajo la jefatura de Tugril Bey y de su hermano, Sagri Bey, a la región musulmana de Transoxiana para ponerse al servicio del príncipe qarajaní que dominaba la región de Bujara. En 1025, ambos hermanos, junto a su tío Arslan, fueron derrotados por el príncipe gaznauí Mahmud de Gazna. Tugril y Sagri Bey se refugiaron con sus hordas de jinetes en la región de Jwarizm, en torno al estuario del Amu Daria, al sureste del mar de Aral, mientras Arslan se establecía en la región irania de Jurasán. Desde esta época, los grupos tribales que dirigían ambos hermanos comenzaron a ser conocidos como turcomanos.

Parte del grupo establecido en Jurasán, encabezado por Arslan, fue derrotado y expulsado por el ejército de Mahmud y tuvo que replegarse hacia la Alta Mesopotamia, mientras el grupo restante era exterminado por los beduinos y los pastores kurdos. Sin embargo, el vacío que dejaron en el Jurasán fue ocupado por los turcomanos de Tugril Bey. Aprovechando las discordias surgidas por la sucesión de Mahmud en la dinastía de los gaznauíes y por la negligencia del heredero, Mas'ud, enfrascado en el dominio de la India, los turcomanos se implantaron sólidamente en el país, con el apoyo de la población sunní de las ciudades, que vio en ellos un poder fuerte capaz de defender la ortodoxia y de imponer la paz en una región muy inestable. En 1028-1029, Tugril y Sagri Bey conquistaron las ciudades de Merv y Nishapur, convirtiéndose en los campeones de la ortodoxia sunní en Irán. Cuando el gaznauí Mas'ud quiso reaccionar, el ejército de Tugril, formado por 16.000 jinetes nómadas, le infligió una derrota definitiva en la batalla de Dadanqan (1040). Mas'ud tuvo que refugiarse en Afganistán, dejando Irán abierto al dominio selyuqí. Ante el avance del poder de los turcomanos, los califas abbasíes de Bagdad se apresuraron a reconocerles como clientes y protectores.

MIentras Sagri Bey afirmaba el dominio selyucida sobre el Jurasán y aseguraba sus fronteras frente a los gaznauíes refugiados en las montañas afganas, Tugril emprendió la conquista de las llanuras iranias y de Irak, donde agonizaban los últimos buyíes, que todavían controlaban Bagdad. En 1055, tras conquistar los principados de Irak oriental y septentrional, derrotó al ejército shií de la dinastía buyí y conquistó Bagdad. Los califas abbasíes aceptaron el protectorado selyuqí, intentando establecer en principio un acuerdo que devolviera al califato sus antiguas prerrogativas políticas. Este acuerdo se basaría en la defensa de la ortodoxia sunní y de la estabilidad política. Tugril supo garantizar la conservación de la paz y pronto fue investido sultán y rey del Este y del Oeste, asumiendo los poderes delegados del califa y la misión de extirpar la herejía, es decir, preparar la guerra santa contra los califas shiíes fatimíes de Egipto, con el fin de restaurar la antigua unidad del Islam bajo la ley ortodoxa. El dominio de los selyuqíes sobre el califato supuso el triunfo definitivo de la sunna y, por lo tanto, la separación entre el poder religioso y el secular.

Tugril llevó a cabo una metódica expansión de sus conquistas. En una primera fase, las hordas de jinetes turcomanos, encabezadas por el hermano de leche de Tugril Bey, Ibrahim Inal, se ocupaban de la conquista militar de los territorios de expansión. En una segunda fase, Tugril Bey se encargaba de establecer el dominio administrativo sobre las conquistas, vinculándolas a su poder. Entre 1040 y 1044 dominó las regiones de Jurasán, Rayy, Hamadán e Isfahán. Su ámbito natural de expansión, sin embargo, dada su procedencia asiática y la aclimatación de sus ejércitos, eran las regiones de Anatolia, dominadas por el Imperio Bizantino. En 1049 y 1054 Tugril envió sendas expediciones contra los bizantinos, a los que consiguió arrebatar algunos territorios fronterizos.

Sin embargo, la creciente oposición a su dominio de los grupos de población shií y el descontento de sus colaboradores en la provincias produjo un levantamiento general contra Tugrïl Bey en 1058. El príncipe Ibrahim Inal se puso al frente de la rebelión en Irán, mientras un ejército conjunto de tropas árabes y shiíes, que los gaznauíes habían logrado levantar con el apoyo económico de los fatimíes de El Cairo, conquistaba Bagdad. El califa abbasí fue encarcelado y su nombre sustituido en la plegaria pública por el del califa fatimí. Sin embargo, dos años después, Tugril, que había conseguido escapar, derrotó a los rebeldes y recuperó Bagdad.

Instalado de nuevo en la capital califal, dedicó sus últimos años a combatir a los príncipes rebeldes del noroeste de Irán. En 1062, siendo ya un anciano, consiguió que el califa le entregara a una hija suya en matrimonio, a fin de perpetuar su dinastía sobre bases legítimas. Murió el 4 de septiembre del año siguiente en Rayy (Irán), sin descendencia. A su muerte, su imperio abarcaba los actuales países de Irán e Irak, parte de Siria, Turquía y Asia Central. Le sucedió su sobrino, Alp Arslan, que consolidaría el domino selyuqí sobre la antigua Persia. Con Tugril y sus seguidores se inauguró un nuevo período del Islam clásico, caracterizada por un impulso renovado de la expansión musulmana.

Bibliografía

  • CAHEN, C. Historia del Islam, I. Desde los orígenes hasta el comienzo del Imperio Otomano. Madrid, Siglo XXI, 1992.

  • CAHEN, C. Les peuples musulmans dans l'histoire médieval. Damasco, Institut Français, 1977.

  • SOURDEL, D. L'Islam médieval. París, PUF, 1979.

Autor

  • Victoria Horrillo Ledesma