Trier, Lars von (1956-VVVV).
Director, guionista y productor de cine danés nacido en Copenhague el 30 de abril de 1956.
Uno de los directores europeos más personales desde los años ochenta. Difícil de definir en muchos casos, su cine marcó el riesgo que deben asumir los directores jóvenes que desean abrirse camino en el complejo mundo de la expresión cinematográfica.
Se formó en la Escuela Danesa de Cinematografía. Al salir de la misma se dedicó a la publicidad, terreno en el que realizó numerosos spots comerciales tanto a nivel nacional como internacional, así como vídeo-clips para grupos de rock. Desde el principio de su carrera asumió todo tipo de facetas: intervino como actor, montador, guionista o director de fotografía en alguna de sus películas. Su ambición fue el control absoluto del proceso creativo, hecho que confirmó en sus trabajos.
Comenzó a trabajar en el cine a finales de los años setenta con películas como Orchidégartneren (1977) o Nocturne (1980). Su trabajo comenzó a ser conocido fuera de su país con El elemento del crimen (1984), película que para muchos espectadores resultó ser un buen ejercicio formal, mientras que un sector de la crítica no le respaldó con buenos comentarios: fue tachada especialmente de producto vulgar. Fue una reflexión sobre el caos que vive Europa, todo ello sobre una estructura compleja y asfixiante que puntualizó en cada momento una fotografía diferente. Fue premiada con la Cámara de Oro en el Festival de Cannes.
El reto personal alcanzó una cota muy alta en Europa (1991), uno de los films más complejos del panorama de los noventa. Abordó, con la madurez y serenidad de quien conoce la tradición narrativa cinematográfica, una reflexión sobre un momento de la historia del siglo XX –la postguerra alemana- con una visión creativa revulsiva, generadora de una vanguardia que rompe con la modernidad de la época, para cumplir sus objetivos se valió de una serie de recursos formales y visuales que no dejaron impasible al espectador que la contempló. Sin duda fue uno de los ejercicios de creación cinematográfica que más profunda huella dejó en una generación. La película también recibió varios premios internacionales.
Tras realizar una serie para la televisión danesa (Riget, 1994) que continuaría años más tarde, Lars abordó una historia de sentimientos titulada Rompiendo las olas (1996), en donde deambuló con firmeza y sobrante de recursos por los latidos del sacrificio humano, aquel que se somete a la destrucción de su ser con el fin de alcanzar el amor. Es la imagen de la tradición de una sociedad conservadora que se ve desequilibrada por la pasión y la entrega de una joven pareja. Lars confirmó que el cine danés clásico vive en su trabajo, con el que lejos de confundir, da muestras de que un nuevo horizonte se abre para la contemplación del alma humana.
Quizá como fruto de las innovaciones formales que recogió en este film, Lars impulsó un grupo de producción bajo la denominación “Dogma 95” al que se podía incorporar todo aquel director que respetase un decálogo creativo que recogió, inevitablemente, muchos de los aspectos plasmados en Rompiendo las olas. En esta dirección abordó Los idiotas (1998), en la que más allá de afianzarse en una estética formal buscó entrar en el alma de los personajes y mostrarlos desnudos ante un espectador que encontró elementos de referencia personales en las imágenes.
El cine de Lars von Trier, que se reconoció deudor de Carl Theodor Dreyer o Ingmar Bergman, desarrolló siempre un manierismo desmesurado, que se convirtió en señas de identidad (de “autoría” para muchos) en las que convergieron estructuras clásicas con revisiones modernas, asentadas en la habilidad estilística de un prestidigitador de lo visual, capaz de hacer creíble lo difícilmente reconocible. Como director, Lars no dejó a nadie indiferente tras el estreno de sus películas; quizá fue eso lo buscado, mucho más allá de misticismos y realismos. No obstante, en el inicio el siglo XXI confirmó que su trabajo disponía de muchos alicientes que se consolidaron con la Palma de Oro que consiguió en el Festival de Cine de Cannes con su película Dancer in the Dark (1999). La cinta también consiguió el Goya, que concede la Academia española de cine, a la mejor película europea.
El danés consiguió para su nueva cinta, Dogville, los galardones a la mejor dirección y mejor fotografía en los Premios del Cine Europeo 2003. Este filme pertenece a una trilogía con la que el director danés pretendió mostrar la realidad de los Estados Unidos. En la primera entrega la protagonista, con una destacadísima actuación, fue Nicole Kidman; mientras que la segunda, cuyo título fue Manderley y cuyo estreno tuvo lugar en mayo de 2005, fue protagonizada por Willem Dafoe.
Filmografía
Como director y guionista
1977: Orchidégartneren (y actor, dir. de fotografía y montador).
1979: Menthe-la bienheureuse (y actor, dir. de fotografía y montador).
1980: Nocturne.
1981: Den Sidste Detalje.
1982: Befrielsesbilleder.
1984: El elemento del crimen (y actor y operador de cámara).
1988: Epidemic (y actor y montador).
1991: Europa (y actor).
1996: Rompiendo las olas.
1998: Los idiotas (y actor y dir. de fotografía).
1999: Dancer in the Dark.
2003: Dogville.
2005: Manderley.
Trabajos para televisión:
1987: Medea (y guionista).
1994: Riget (serie; y actor).
1997: Riget II (serie; y actor).
2000: D-dag-Lise; D-dag; Dancer in the Dark.
Como ayudante de dirección para televisión
2000: D-dag-Niels Henning; D-dag-Carl; D-dag-Boris.
Como actor
1980: Kaptain Klyde og hans venner vender tilbage.
1989: En verden til forskel.
1997: Tranceformer-A Portrait of Lars von Trier.
1999: Morten Korch-Solskin kan man altid finde; Foot on the Moon; Kopisten.
2000: D-dag-Instructørene.
Como guionista
2000: De Udstillede.
