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PinturaBiografía

Tovar y Tovar, Martín (1827-1902).

Pintor venezolano, nacido en Caracas el 10 de febrero de 1827 y muerto el 17 de diciembre de 1902. Hijo del oficial español Antonio Tovar y de la dama caraqueña Damiana Tovar Liendo, manifestó sus inclinaciones artísticas al poco de entrar en el Colegio La Paz (1840), que regentaba el educador José Ignacio Paz Castillo. Recibió sus primeras lecciones de dibujo del reconocido artista Carmelo Fernández. También tuvo por esa época otros maestros, como los pintores José Carranza y Celestino Martínez. A los 17 años estableció una empresa litográfica adquirida a Stapler y Müller, que fue denominada: "Meneses y Tovar". Con 23 años partió para Europa, inscribiéndose en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en Madrid, donde fue discípulo de José y de Federico Madrazo. Asistió a los cursos de Anatomía Pictórica, Perspectiva, Historia y Costumbres bajo la dirección de Antonio M. Esquivel, Patricio Rodríguez y Francisco José Fabre. Hasta 1852 permaneció en Madrid, pasando luego a París, ciudad que visitaría con frecuencia a lo largo de su vida. En la capital francesa, donde residió hasta 1855, siguió los cursos de la Escuela de Bellas Artes, bajo la dirección de León Cogniet. Es en este período cuando Tovar realizó su primer autorretrato, en el que demuestra sus enormes cualidades para captar los rasgos íntimos del modelo. La actividad de retratista le daría gran fama a lo largo de su carrera. Algunas de sus obras más representativas de este género son el Retrato de Josefina Gil de Zamora Pedrique, Retrato de Antonio Tovar (padre del artista), Retrato de Ana Tovar y Tovar de Zuloaga, o el Retrato de Juana de Verrúe. Tovar se acerca al modelo de manera psicológica, busca que en el rostro se reflejen los rasgos más significativos de la personalidad, sin olvidar el adecuado y representativo decorado con el que envuelve a su retratados. Este aspecto le enlaza con la estética de sus maestros, los hermanos Madrazo.

En 1855 Tovar regresa a Venezuela, proponiéndole el gobierno la realización de una serie de copias de cuadros famosos para la formación de un museo de pintura, proyecto que no se llevará a cabo por falta de fondos. En 1859 lo encontramos dictando Cátedra de Dibujo Natural, Lineal y Topográfico en el Colegio Roscio y preparando una obra para enviarla a la Exposición Internacional del Crystal Palace, en Londres, en la que recibe una Mención Honorífica. Tras una corta estancia en París (1862), regresa a Caracas para introducir la fotografía y establecer con José Antonio Salas un estudio de "Fotografía Artística". En ese establecimiento, ubicado frente a la Casa de Gobierno, Tovar realiza todo tipo de trabajos, desde los más pequeños hasta los de tamaño natural, con iluminaciones al óleo, a la aguada, al pastel, a la tinta de China, etc. También hace retratos al óleo y de cuerpo entero y cuenta con un local de exposición permanente de fotografía y pinturas. Por otro lado, en 1869 participa en la elaboración del censo de la ciudad. Para ese momento la ciudad de Caracas tenía una población de 47.000 habitantes.

En 1872 tuvo lugar en el Café Ávila una de las primeras exposiciones de pintura organizadas por el hombre de negocios inglés James Mudie Spence. A ella acudió Tovar con tres obras al óleo. Un año después, ya casado con Teotiste Sánchez, nuestro artista partía hacia París, con la intención de realizar por encargo del presidente Guzmán Blanco 30 lienzos de los próceres de la Independencia y de los estadistas liberales, con destino al Salón Elíptico del recién inaugurado Capitolio Federal. A partir de este momento la obra de Tovar alcanzó una significación especial. Su labor como artista se desarrolla plenamente, convirtiéndose en el mayor de los recreadores de la historia independentista venezolana. Surgen así obras como la Firma del Acta de Independencia, presentada en Caracas en 1883 con motivo de los actos conmemorativos de la celebración del Centenario del Natalicio del Libertador, en la que la figura del héroe, representada por Francisco de Miranda, se erige como la gran protagonista de la "gesta patriótica".

Posteriormente vendrán los encargos más significativos, la llamada "gesta guerrera": la Batalla de Boyacá, Carabobo, Junín y Ayacucho, los símbolos de una identidad nacional que el presidente Guzmán Blanco instaura, pero que continúan los sucesivos gobiernos. En 1887 Tovar regresa a Venezuela con el lienzo de la Batalla de Carabobo, obra recibida e "inaugurada" por el Presidente Rojas, sucesor de Guzmán Blanco, instalada en la cúpula del Palacio Federal, hoy Capitolio Nacional. Antes de regresar nuevamente a París en 1891, Tovar pasa una temporada en Macuto (Litoral Central), donde realiza una serie de paisajes costeros con un cierto aire librista, muestra premonitoria de un género, el del paisaje nacional, que alcanzará en las primeras décadas del siglo XX una importancia vital para el arte venezolano.

En París, Tovar retoma el arte del retrato y realiza un famoso cuadro de Guzmán Blanco, así como otras obras de carácter histórico, caso de La Muerte de Ambrosio Plaza, expuesta en Caracas en 1896 con motivo de un homenaje a Francisco de Miranda. El 17 de diciembre de 1902 fallece Tovar en su casa de la esquina de las Madrices de la capital venezolana. Tenía 74 años. En 1983 sus restos fueron trasladados al Panteón Nacional, como reconocimiento a la importancia de su obra y labor artística.

Bibliografía

  • A.A.V.V. Diccionario de las Artes Visuales en Venezuela. Tomo 2, Monte Ávila Editores, Caracas, 1984.

  • BOULTON, A. Historia de la Pintura en Venezuela. Tomo II, Editorial Arte, Caracas, 1977.

  • PLANCHART, E. La Pintura en Venezuela. Imprenta López, Buenos Aires, 1956.

Antonio E. de Pedro

Autor

  • Antonio E. de Pedro