Blanco Soto, Ana, o "Tía Anica la Piriñaca" (1899-1987).
Cantaora española nacida en Jerez de la Frontera (Cádiz) en 1899 y fallecida en la misma localidad en 1987. A pesar de que era muy poca la sangre gitana que corría por sus venas, se relacionó estrechamente durante toda su vida con la nutrida comunidad gitana de Jerez, en la que se integraban personajes de la talla del Sernita, Tío José de Paula o Borrico de Jerez. Con ellos tuvo oportunidad de ir forjando y perfeccionando su cante, en las reuniones y fiestas privadas que tan frecuentes eran entre los gitanos jerezanos, particularmente entre los "camperos".
Sin embargo, la Piriñaca dejó de cantar al contraer matrimonio, por deseo de su marido, y estuvo dedicada a su familia hasta que enviudó cuando rondaba los sesenta años. Entonces decidió recuperar su afición y desarrollar cierta carrera profesional que la llevó a grabar su primer disco a los ochenta años. Su edición causó estragos entre los aficionados al flamenco. Fue así como el público tuvo la oportunidad de sentir su voz honda y desgarrada, especialmente por seguiriyas, el cante que a veces le hacía llorar (también era magistral por soleares, martinetes y bulerías). Hasta entonces apenas se había dado a conocer salvo en círculos muy reducidos de aficionados. Según cita Caballero Bonald, a ella se debe la frase "cuando canto a gusto me sabe la boca a sangre". Este mismo autor hizo de la Piriñaca un emotivo retrato en el que la define como "portadora del mejor y más puro material del cante", "prodigiosa cantera de casi olvidadas sabidurías flamencas" o "ignorado y portentoso ejemplo de la verdad humana y del dramatismo expresivo del cante", entre otras alabanzas.
Existe un libro de sus memorias escrito por José Luis Ortiz Nuevo, que vio la luz en 1987 con el título de Yo tenía mu güena estrella.
