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HistoriaPolíticaBiografía

Sunifredo II, Conde de Cerdaña (ca. 925-965).

Conde de Cerdaña y Besalú, nacido hacia 925 y muerto en noviembre de 965.

Hijo de Miró II de Cerdaña y de doña Ava, heredó, junto con sus hermanos, los territorios de Cerdaña y Besalú, a la muerte de su padre en 927. Parece ser que en esta fecha Sunifredo y sus hermanos Wifredo, Oliba y Miróeran aún menores, por lo que se hizo cargo de la regencia doña Ava, que gobernó los condados en solitario hasta 938. En los primeros años de su regencia tuvo que enfrentarse a traiciones y rebeliones internas, que se resolvieron gracias a la intervención del conde Sunyer I de Barcelona, titular de diversos territorios en Besalú que, eventualmente, asumió las tareas de regencia. En 938 Sunifredo comenzó a participar en el gobierno junto con doña Ava, que abandonó totalmente sus funciones en 941. La última mención de doña Ava en los documentos es una donación a Sant Miquel de Cuixá en la que tanto ella como sus hijos se titulan condes. Desde aquel año Sunifredo tomó el control directo de la Cerdaña, Conflent y el Berguedá, mientras que su hermano Wifredo devino titular de Besalú, el Vallespir y el Ripollés, sin embargo la posición de éste siempre estuvo supeditada a la del primogénito, Sunifredo, que con frecuencia intervino en los asuntos internos de Besalú. El conde de Cerdaña se vio obligado a defender el Ripollés, especialmente los territorios de Sant Joan de les Abadesses contra las ambiciones de Sunyer I de Barcelona y su hijo Armengol I, conde de Osona, que organizó una expedición contra la Cerdaña. Según las fuentes, Armengol fue asesinado por los hombres de Sunifredo en Baltarga (943).

En 944 Sunifredo y el conde Gausfredo II de Ampurias permitieron al prior Tassi, del monasterio de Sant Pere de Rodes, enviar monjes a la corte de Luis IV de Francia, para que éste ratificara la independencia del monasterio y terminasen las disputas sobre su posesión por parte de Banyoles y Sant Policarp de Rasés. El conde participó junto con sus hermanos en la fundación del monasterio de Sant Pere de Camprodon y en 952 viajó con ellos a la corte para solicitar de Luis IV un precepto de confirmación de su posesión y de la libre elección de su abad y la adjudicación de los bienes de un tal vizconde Sunifredo, acusado de traición, que comprendían territorios en el Conflent y el Ripollés, tras lo cual prestaron homenaje al monarca francés. En diciembre de 951 viajó a Roma junto con los más importantes eclesiásticos de Cataluña, entre los que se encontraban el obispo Guisad de Urgel, el abad Arnulf de Ripoll, Sala, abad de la Grassa y un monje, de nombre Sunyer, así Sunifredo II conseguía una amplia independencia eclesiástica para los condados catalanes.

Cuando en 957 Wifredo de Besalú fue asesinado en una revuelta encabezada por Adalberto, instigado por Borrell II, conde de Barcelona, Sunifredo II condujo su propio ejército para defender el condado y consiguió vencer a los revoltosos y confiscar sus territorios sin esperar a la intervención regia. Desde aquel momento reunió de nuevo en sus manos los territorios que habían pertenecido a su padre y los gobernó hasta su muerte, siendo asistido en ocasiones por su hermano Oliba. En 959 ambos donaron a un tal vizconde Isarn los territorios que habían pertenecido al traidor Unifredo.

El conde Sunifredo incentivó la labor religiosa en sus condados y favoreció especialmente al monasterio de Cuixá, al que dotó con numerosas donaciones. Según un precepto de Luis IV de 952 el monasterio era una entidad jurídicamente independiente, con la única autoridad superior del rey de Francia; pero Sunifredo, aunque como conde no tenía jurisdicción sobre el monasterio, conservó su derecho de patronato como heredero de Miró el Viejo. Por iniciativa del conde se construyó la nueva basílica de Sant Miquel i Sant Germá, en Cuixá (941). Entre 950 y 957 Sunifredo completó las tierras del monasterio en el Conflent e inició la expansión de la casa en el pagus de Fenollet mediante las donaciones de las iglesias de Santa Creu y Sant Llorenç. En julio de 965 situó a Garí, del monasterio de Lezat, como abad de Cuixá, al conocer las buenas cualidades del joven abad a través de su primo Roger, vizconde de Carcassona. Este nombramiento supuso para Cuixá la adopción de la regla benedictina, lo cual fue promovido por el conde que, al final de sus días, mencionó en su testamento su adhesión a la orden de Cluny. Sunifredo murió sin herederos y probablemente nunca se casó. Le sucedieron al frente de los condados sus hermanos Oliba y Miró.

Bibliografía

  • D'ABADAL, R. Els primers comtes catalans. Barcelona, Teide, 1958.

  • D'ABADAL, R. La formació de la Catalunya independent. Barcelona, 1970.

  • PLA I CARGOL, J. La provincia de Gerona. Girona, 1945.

JMMT

Autor

  • Juan Miguel Moraleda Tejero