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PolíticaBiografía

Suharto (1921-2008).

Político indonesio nacido en Kemesu, cerca de Yogyakarta, Java Central, el 8 de junio de 1921 y fallecido el 27 de enero de 2008. Presidente de la República de Indonesia desde 1967 hasta 1998. Suharto estableció en Indonesia un régimen personalista cuyos principales ejes se basaron en la despolitización de la sociedad y el logro del desarrollo económico, un sistema denominado "Panchasila", donde no existía sitio para la oposición.

Hijo de humildes agricultores, tras realizar sus estudios primarios y el bachillerato en diversas escuelas de Yogyakarta, el 1 de junio de 1940 se alistó en la Real Armada de Indias de Holanda, país colonizador de Indonesia. En los siguientes años, Suharto fue ascendiendo en la escala militar del Ejército nacional, hasta que en 1960 fue designado general de brigada y segundo jefe del Estado Mayor.

Durante la Segunda Guerra Mundial estuvo adscrito a la Fuerza Pública en Yogyakarta y al Cuerpo de Voluntarios PETA, ambos dirigidos por los japoneses. En 1945, poco antes de proclamarse la independencia del país, se rebeló contra los japoneses y en la maniobra fue hecho prisionero. Después de ser liberado ese mismo año, se unió al naciente Ejército del nuevo estado indonesio. A partir de 1960, Suharto fue asumiendo cada vez más poderes en la cúpula militar del país, muy ligada a su vez al poder político. En 1962 fue promovido al grado de general de división, tres años más tarde fue nombrado ministro del Ejército y un año después, en 1966, fue de nuevo ascendido al grado de teniente general, nombrado primer ministro de Defensa y Seguridad y, por consiguiente, elegido jefe del Ejército.

Con el respaldo del Ejército y del Parlamento nacional, que en febrero de 1967 decretó su nombramiento como presidente en funciones, Suharto disolvió el Partido Comunista y emprendió una política represiva contra miles de militantes y simpatizantes comunistas, que con el tiempo constituyó una de las peores matanzas de la historia. El 27 de marzo de 1968 fue oficialmente elegido presidente por la Asamblea Consultiva del Pueblo. Desde ese día, Suharto marcó la línea de actuación del régimen, denominado Orde Baru (nuevo orden) y caracterizada por el lema: "desarrollo económico sí, político no".

Desde 1968 fue reelegido presidente ininterrumpidamente cada cinco años en unos comicios a los que concurría en solitario y su candidatura gozaba del apoyo de los cinco partidos presentes en la Asamblea Consultiva del Pueblo: el oficialista Golkar; el Partido del Desarrollo Unificado (PPP), de tendencia musulmana, y el Partido Democrático Indonesio (PDI), que agrupa a cristianos y nacionalistas. Las dos formaciones restantes del Parlamento están constituidas por los militares y los representantes regionales.

Durante todos esos años, Suharto reprimió cualquier amenaza a la estabilidad política y llevó a cabo un importante despegue económico gracias, sobre todo, al petróleo y a la apertura financiera. Sin embargo, a pesar de la industrialización y el aumento del nivel de vida de los indonesios, en la década de los ochenta se empezó a apreciar un creciente malestar político entre la población, que tuvo su punto culminante en los comicios legislativos de mayo de 1982, en los que se registraron serios disturbios entre los ciudadanos y las fuerzas de seguridad, que se saldaron con varios muertos.

Estas revueltas volvieron a repetirse en los comicios del 10 de marzo de 1998, en los que gran número de estudiantes se manifestaron durante una semana en la capital, Yakarta, en contra de la política del general, con violentos disturbios que costaron la vida a casi quinientas personas.

El Orde Baru había entrado en su fase final y la crisis financiera desatada en el sureste asiático en 1997 había afectado de lleno a Indonesia. Esto se tradujo en una pérdida de confianza en el régimen implantado por el anciano general treinta años atrás. Este sistema político basado en una gran concentración de poder en la figura del presidente y una despolitización de la sociedad, tocaba a su fin pese a los esfuerzos de Suharto por mantenerse en el poder sin llevar a cabo ningún tipo de evolución o aperturismo. A principios de 1998 el Fondo Monetario Internacional firmó un acuerdo con el dirigente mediante el que la institución financiera impuso fuertes medidas de reforma y control a la política que venía desarrollando a cambio de una inyección de miles de millones de dólares para salvar a Indonesia del caos económico y político en que se hallaba.

Finalmente, el 21 de mayo de 1998 presentó la dimisión en una breve ceremonia y, minutos después, el vicepresidente, Bacharuddin Yusuf Habibie, asumió la Presidencia de Indonesia como establece la vigente Constitución. Este hecho fue aplaudido por la sociedad internacional y muy especialmente por los Estados Unidos, porque, según las palabras de su presidente Bill Clinton: "ofrece una oportunidad de empezar un proceso hacia una auténtica transición democrática".

Tras su dimisión se abrió una investigación por supuesta corrupción en la gestión de agencias caritativas del Gobierno durante su mandato. Los interrogatorios al antiguo mandatario fueron varias veces interrumpidos por su mal estado de salud, que le llevó a ser ingresado en 1999 a consecuencia de un ataque de apoplejía y tras sufrir hemorragias intestinales. Recluido en su hogar de Yakarta bajo arresto domiciliario mientras duraba la investigación de los hechos, recibía casi diariamente la visita de cientos de estudiantes que se manifestaban a las puertas de su casa para exigir su enjuiciamiento.

Vivió la última década de su vida a resguardo de la justicia retirado en su residencia privada del centro de Yakarta, y recibiendo la pleitesía de las élites indonesias, tal es así que en mayo de 2006, la fiscalía de Indonesia retiró los cargos por corrupción contra el ex dictador. Finalmente Suharto falleció a los 86 años como consecuencia de un fallo multiorgánico en el hospital en que fue ingresado casi un mes atrás.

La democracia que surgió tras su dimisión pugna por ganar vigor en uno de los países más complejos y heterogéneos del mundo: primero por número de musulmanes, cuarto por número de habitantes y 143 de 179 en el ránking de corrupción de Transparency International.

Autor

  • Sánchez.