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PinturaBiografía

Stuck, Franz von (1863-1928).

Pintor alemán, nacido en 1863 en Tettenweis y muerto en Múnich en 1928. Considerado como uno de los miembros fundadores de la Sezession de Múnich.

Procedente de una familia sin tradición artística -su padre era molinero en Baviera-, Stuck comenzó sus estudios artísticos en la Academia de Múnich. Finalizada su etapa de formación, presentó por primera vez su obra en la Exposición Internacional de Múnich que se celebró en 1889. La obra expuesta que resultó galardonada en el certamen fue Guardián del Paraíso, su realización muestra, por una parte su tendencia al tratamiento realista de la figura humana y, a la vez, su composición se completa con numerosas referencias simbólicas. Esta característica lo relaciona con sus contemporáneos Arnold Böklin (1827-1901) y Max Klinger (1847-1920), pintores que se caracterizan por su capacidad de hacer converger el sentimiento clásico del siglo XIX con las posiciones abiertamente vanguardistas de sus contemporáneos.

El ambiente artístico que se respiraba en Múnich a finales de siglo era extraordinariamente variado y prolífero; frente a los círculos académicos, apareció una generación de jóvenes artistas que bien de forma individual, como Thoma, Trübener, Schuch, o Zügel, o bien agrupados en asociaciones, contribuyeron a hacer más fértil el panorama artístico muniqués. Las asociaciones de pintores que más dinamizaron el ambiente cultural de la última década del siglo XIX fueron los pintores de Neu-Dachau y especialmente los que constituyeron la Sezession, entre los que se encontraba Franz von Stuck.

La Sezession (Muchener Sezession), fundada en 1892 como reacción de esta joven generación frente al arte de los salones oficiales, fue una agrupación artística integrada por pintores alemanes que preludia la fase post-impresionista de la corriente simbolista. Fue en realidad dos años más tarde, en 1894 cuando con la instauración del Salón de la Secesión, está adquiere carácter de manifiesto plástico. La principal característica integradora de este grupo fue precisamente la disparidad estilística de sus componentes, puesto que artistas aparentemente tan distintos como Stuck, H. von Habermann, Fritz von Uhde o W. Trübner, coincidieron en su rechazo a las posturas academicistas frente a la modernidad. La Sezession, se convirtió en un ejemplo para otros movimientos contemporáneos similares que se desarrollaron en el resto de Alemania y Austria (Sezession de Viena).

Dos años después de la exposición fundacional del grupo, Stuck fue nombrado profesor de la Academia de Bellas Artes de Múnich, posteriormente pasó a ocupar la dirección de ésta, lo cual le valió el nombramiento de caballero. Durante su permanencia en la Academia de Bellas Artes, Stuck se dedicó a la docencia. El tema en el que se especializó fue en el desnudo femenino, tratado con un dibujo refinado heredero de la tradición renacentista italiana. Stuck supo combinar su disposición para el dibujo de la figura humana, de un rigor academicista, con la integración en la obra de elementos ornamentales de importante carácter simbólico. Durante su estancia en la Academia de Bellas Artes, fueron alumnos suyos Paul Klee (1879-1940) y Wassily Kandisnky (1866-1940). Éste último manifestó en numerosas ocasiones su admiración por la facilidad y contundencia de los dibujos de su maestro.

Si bien Stuck fue el maestro de numerosos pintores alemanes que luego se adherieron al expresionismo, como Klee y Kandinsky, su obra no tiene continuidad en la de éstos. En este sentido habría de considerar la obra de Franz von Stuck como el final del Simbolismo, puesto que sus alumnos se aproximaron a posturas abiertamente expresionistas. Junto con Klinger y Böklin, Stuck dio nueva vida a la pintura alemana y constituyeron la generación de transición entre el fin de siglo y la progresiva tendencia germana al expresionismo cada vez más subjetivo.

Entre las obras que le granjearon su prestigio, se encuentran las pinturas alegóricas y los cuadros de tema mitológico, siempre llenos de referencias veladas y enigmáticas, con figuras tratadas con su característica exquisitez plástica. Entre las pinturas alegóricas podemos destacar sobre todo las que tienen como tema central la figura femenina, rodeada de elementos simbolistas que enriquecen la lectura de la obra.

Este es el caso de obras como El Pecado (1895), El Vicio, Sensualidad, Medusa, en las que el maestro alemán desplegó un rico repertorio alegórico, y a la vez que exploró su interés por los efectos de contraste entre figura humana y elementos alegóricos. Estos aspectos se hicieron especialmente patente en la primera de ellas, El Pecado en la que el artista se deleitó en la composición de la figura femenina en contraste con las calidades de textura de la serpiente que aparece rodeándola. Este elemento compositivo no sólo tendrá un carácter plástico en la obra sino que está lleno de referencias simbólicas, pues la tradición germana, como en general la europea, identificaba a éste animal con la idea de mujer o el concepto de pecado.

En cuanto a sus obras de carácter mitológico, aparecen pobladas de seres fantásticos, centauros, faunos y ninfas, y están desarrolladas dentro del ámbito estilístico del Jugendstil, estilo predominante en la Alemania de finales de siglo que gozó de gran popularidad.

AJMS

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