A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
BiografíaFotografía

Sougez, Emmanuel (1889-1972).

Fotógrafo francés nacido en 1889 y fallecido en 1972, promotor del movimiento “Nueva Objetividad” en Francia.

Vida.

Estudió pintura y escultura en la Escuela de Bellas Artes de Burdeos, pero pronto optó por la fotografía. Se fue a adquirir conocimientos técnicos a París y luego a Alemania y Suiza, donde le sorprendió el estallido de la Primera Guerra Mundial. De regreso a Francia, se instaló en París donde empezó a desarrollar su trayectoria profesional.

En 1926 fundó el servicio fotográfico de L’llustration que dirigió hasta 1945, trabajando de manera paralela en la ilustración de libros de arte. Con veinte años, comenzó a realizar fotografías artísticas, la mayoría de gran formato, en las que se observan, fundamentalmente, las técnicas del bodegón y del desnudo. De este modo, Sougez empezó a despuntar como fotógrafo creativo con una línea propia muy afín con la corriente alemana de la “Nueva Objetividad”. Su obra se conoce mundialmente por sus bodegones realizados con cámara de formato 30x40, en los que elige elementos cotidianos cuya belleza destaca por una iluminación muy depurada. También su serie de desnudos realizados con la mítica modelo Assia, son muy representativos de su producción.

Sougez fue el promotor del asentamiento de esta “Nueva Objetividad” en Francia, donde recibió el nombre de “Fotografía pura” que reivindicaba una imagen nítida y sin manipulaciones. A lo largo de su carrera colaboró con las mejores publicaciones francesas y extranjeras, L’Art vivant, Jazz, Le point, Vu..., pero sin duda la más interesante fue Arts et Métiers Graphiques cuyo suplemento fotográfico anual coordinó entre 1930 y 1939 y, donde puede observarse su “savoir faire” en pro de la foto artística. Paralelamente, dirigió la sección fotográfica del Salón de Artistas Decoradores y realizó algunos libros para niños, Regarde! en 1931 o Alphabet un año después.

Fue uno de los fundadores del grupo “Le Rectangle” de entre guerras en 1935, cuyos principales miembros -entre ellos Doisneau- volvieron a agruparse como “Les XV” en 1946, al terminar el último conflicto bélico mundial. Su actividad profesional se extendió también al ámbito de la historia de la fotografía con la elaboración de textos históricos y teóricos sobre arte y fotografía, así como conferencias y artículos de contenido técnico y estético.

Al final de su carrera, dedicó especial atención a la promoción de jóvenes fotógrafos. Participó en numerosas exposiciones colectivas en Francia y en el extranjero y realizó también algunas individuales en vida. Tras su muerte, su obra ha sido largamente recordada no sólo a través de las muchas exposiciones que sobre él se han celebrado a lo largo de los últimos años, sino también, por el increíble legado teórico que acometió.

Sus fotografías presumen de una composición exquisita y una iluminación impecable. Los cuerpos desnudos aparecen perfectos a los ojos del espectador, en tanto que los objetos que componen sus bodegones reivindican una veracidad poco conocida hasta el momento. El uso de grandes formatos le permitía una reproducción perfecta de la imagen, una imagen a veces austera pero siempre serena no sin falta de cierto simbolismo como el que se presenta en “El esqueleto del racismo”, una obra de 1934 donde, con la técnica del bodegón, suficientemente conocida por el autor, refleja un plato con los restos de un racimo de uvas y, sobre el plato una sombra perfecta de un objeto que no aparece en cuadro: es el dolor, la incomprensión, el aislamiento y la sumisión de aquéllos que sufren las consecuencias de la intolerancia.

Esa austeridad que Sougez confiere al bodegón, dejándolo todo en manos de una composición impecable, se observa en “Tres peras” también de 1934, donde las frutas, perfectamente colocadas aparecen focalizando la atención del espectador sobre un fondo oscuro y una pila de platos ininterrumpida. Más amable resulta otra composición de 1930, “Las pompas de jabón” donde, un personaje anónimo, por la oscuridad de la silueta con la que está retratado, sopla hasta generar una pompa que hábilmente el autor congela antes de rozar la muerte.

Es en definitiva la obra de un fotógrafo entregado al conocimiento del medio en que se movía. Sin ornamentaciones, con una fidelidad exquisita, extremadamente puras e inquietantemente frías, sus imágenes son alardes de composición austera en las que no parece que haya medidado el autor. Sus fotografías se parecen a la realidad misma, una de las máximas de esa “Nueva objetividad” que proclamaba.

Temas relacionados.

Nueva Objetividad.

Bibliografía.

  • SOUGEZ, Emmanuel. La photographie. I: Son historie; II: Son universe. (París: L’Illustration, 1968).

  • SOUGEZ, Marie-Lou. Historia de la fotografía. (Madrid: Cátedra, 2ª edición, 1985).

MMMM

Autor

  • MMMM