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MedicinaBiografía

Simarro Lacabra, Luis (1851-1921).

Médico español, nacido en Roma en 1851 y muerto en Madrid en 1921, destacado por sus estudios sobre medicina e histología.

Hijo del pintor valenciano Ramón Simarro Oltra, quedó huérfano a los tres años en trágicas circunstancias. Su padre murió muy joven víctima de la tuberculosis pulmonar y su madre, trastornada por el fallecimiento, se suicidó. Acogido por un tío paterno, tuvo una formación inicial muy cuidada en el ambiente encabezado por el historiador Vicente Boix, una de las figuras del romanticismo liberal valenciano.Tras obtener el título de bachiller, en diciembre de 1867, por recomendación de Boix comenzó a dar clases de historia natural en el Colegio de San Rafael, pero fue expulsado por los religiosos que lo regentaban cuando descubrieron que estaba leyendo a Darwin y quizá difundiendo sus ideas. A partir de 1868, estudió medicina en la Facultad de Valencia, donde tuvo entre sus profesores a Juan Bautista Peset y Vidal. Muy pronto se significó como un radical desde el punto de vista político e intelectual. Fue uno de los dirigentes de la juventud republicana local, estuvo en las barricadas durante el levantamiento de 1869, dio cursos sobre higiene laboral en el Centro Republicano de la Clase Obrera (1870-1871) y pronunció en el Ateneo de Valencia una vibrante conferencia en defensa del positivismo (1872). Resultó inevitable su enfrentamiento con los profesores de mentalidad conservadora, uno de los cuales -el cirujano Enrique Ferrer Viñerta- le suspendió, a pesar de ser el alumno más brillante del curso.

Para terminar la carrera, Simarro se trasladó a Madrid en el otoño de 1873. Pedro González de Velasco, un profesor de cirugía de mentalidad bien distinta a la de Ferrer Viñerta, se convirtió en su primer maestro. Trabajó en el laboratorio micrográfico del Museo Antropológico de Velasco, enseñó en la Escuela Libre de Medicina y Cirugía que allí funcionaba, y fue redactor de su importante revista El Anfiteatro Anatómico Español. Por otra parte, completó su formación asistiendo a las sesiones de la Sociedad Histológica Española que había fundado Aureliano Maestre de San Juan.

En 1876, al comenzar a funcionar la Institución Libre de Enseñanza, Simarro se encargó de dar en ella cursos de divulgación científica y de fisiología del sistema nervioso. El mismo año, ganó una plaza en el Hospital de la Princesa y durante el siguiente fue nombrado director del Manicomio de Santa Isabel en Leganés. En esta última institución, chocó bien pronto con las autoridades eclesiásticas, que le obligaron finalmente a dimitir en 1879.
En sus publicaciones, cursos y conferencias de estos años anteriores a su estancia en París, Simarro se presentó como un seguidor del darwinismo, influído principalmente por la obra de Haeckel. Aparte de cuestiones generales y teóricas, se ocupó, desde una perspectiva evolucionista, de temas concretos de anatomía comparada, embriología e histología, sobre todo del sistema nervioso, basándose especialmente en los trabajos de Haeckel y Gegenbaur.
Desde 1880 a 1885, Simarro trabajó en París junto a figuras como Mathias Duval, Louis Antoine Ranvier, Jean Martin Charcot y Valentin Magnan. El primero confirmó su adhesión al darwinismo, tema sobre el que ya había publicado trabajos y pronunciado conferencias. Ranvier, además de perfeccionar su ya notable preparación de micrógrafo, le orientó de modo definitivo hacia la neurohistología. Charcot y Magnan fueron los principales responsables de su posterior orientación como neuropsiquiatra. Durante este período parisino, Simarro ingresó también en la masonería.

De regreso a Madrid, Simarro se consagró al ejercicio privado de la neurología. Su clientela fue evolucionando y, en los años finales de la centuria, era ya casi exclusivamente psiquiátrica. Como clínico, fue un fiel seguidor de las doctrinas de Emil Kraepelin, que combinó con los puntos de vista propios de sus maestros en París. Prestó especial atención a la relación entre la psiquiatría y el derecho penal, participando en numerosos casos, como el celebre del psicópata Cayetano Galeote, asesino del obispo de Madrid (1886). Encabezó la oposición de los médicos españoles a las teorías de Enrico Ferri y Cesare Lombroso. A pesar de ello, colaboró con los juristas partidarios de estas últimas en promover la fundación de la Escuela de Criminología (1903), en la que fue profesor de psicopatología.

De acuerdo con los supuestos de su mentalidad como neuropsiquiatra, Simarro mantuvo un interés primordial por dos disciplinas básicas: la neurohistología y la psicología experimental. En su laboratorio micrográfico, Santiago Ramón y Cajal aprendió dos técnicas que fueron decisivas para el desarrollo de su obra. En 1887, vio allí las primeras preparaciones con el método cromoargéntico de Golgi, primero que permitía teñir de modo preciso y selectivo las células nerviosas y sus prolongaciones, y tuvo noticia de su tratado Sulla fina anatomia degli organi centrali del sistema nervoso (1886). Ello le decidió a consagrarse a la investigación histológica, que hasta finales de siglo realizó principalmente con una modificación del método de Golgi: su célebre “proceder de doble impregnación cromoargéntica”. No suele recordarse que le enseñó también la técnica de Weigertt-Pal para teñir la mielina, a pesar de que Cajal lo expuso en sus Recuerdos. Simarro siguió en continua relación con Cajal, a pesar de la tensión circunstancial que se produjo entre ambos con motivo de las oposiciones de 1892 a la cátedra de histología de Madrid. Le comunicó regularmente el resultado de sus trabajos, que influyeron de nuevo decisivamente en la obra de Cajal durante los años de transición del siglo XIX al XX, cuando se planteó la exigencia de conocer la estructura interna de las células nerviosas. Ante la necesidad de nuevas técnicas que tiñeran las neurofibrillas, Cajal volvió a apoyarse en su magisterio. En el artículo “Estructura del protoplasma nervioso” (1896) recurrió a las “investigaciones de Simarro, [que] son tanto más interesantes, cuanto que han sido hechas en estado fresco a favor de un método especial de aplicación del azul de metileno”. Un año después, comunicó al neurohistólogo sueco Gustaf Retzius que estaba utilizando otro “método especial” de Simarro, consistente en la ”coloración por el ácido ósmico y el ácido pirogálico”. En 1903, modificó el "proceder fotográfico" ideado por Simarro, y puso apunto el célebre método del nitrato de plata reducido. No obstante, el problema se solucionó con un tercero, el “proceder fotográfico” ideado por Simarro, que éste dio a conocer en 1900 en la revista del propio Cajal y que demostró el mes de abril de 1903 en el XIX Congreso Internacional de Medicina celebrado en Madrid. Cajal introdujo una modificación de dicha técnica, el célebre método del nitrato de plata reducido, que utilizó sistemáticamente, logrando mostrar la disposición neurofibrilar en el interior de las células nerviosas, así como refutar las críticas que, basándose en ella, se habían hecho a la teoría de la neurona. La imagen de Cajal como un autodidacta queda fácilmente desmentida por el generoso y emocionado reconocimiento del magisterio de Maestre de San Juan y de Simarro que hizo en la edición de 1923 de sus Recuerdos. Como Simarro falleció en 1921, en una carta de agosto de 1922 a Carlos María Cortezo, uno de los mejores amigos de ambos, Cajal se lamentó de que había muerto “sin saber lo mucho que yo le veneraba y quería”. Varios discípulos de Simarro cultivaron igual que él la psiquiatría y la investigación microscópica, como Nicolás Achúcarro y Gonzalo Rodríguez Lafora, grandes figuras ambos de la Escuela Histológica Española. Otros, en cambio, como José Sanchís Banús y José María Sacristán, se consagraron principalmente a la clínica.

La base de las ideas psicológicas de Simarro fue la obra de Wilhelm Wundt, cuyas teorías asimiló antes de su estancia en París. Las combinó con las concepciones evolucionistas de Herbert Spencer, Ernst Haeckel y otros autores, así como con los supuestos filosóficos de Franz Brentano. Más tarde, aceptó las críticas que a la obra de Wundt hizo Theodor Ziehen, cuyo compendio de psicología fisiológica fue traducido al castellano por Rodríguez Lafora en 1910, con prólogo suyo. En 1902, ganó por oposición la cátedra de psicología experimental de la Universidad de Madrid, la primera de su clase en España. Creó después una fundación, dotada de un laboratorio y una biblioteca muy notables, que sirvió de núcleo originario a la constitución de la disciplina en nuestro país.

Simarro fue el principal impulsor de la Asociación Española para el Progreso de las Ciencias, que se fundó en 1907 y celebró en Zaragoza su primer congreso un año más tarde. También participó activamente en la organización inicial, también en 1907, de la Junta de Ampliación de Estudios e Investigaciones Científicas.
Añadir, por último, que llegó a Gran Maestre de la masonería española (1913) y a ser un miembro muy destacado de la Fédération Internationale de la Libre Pensée. Como tal, apoyó el movimiento europeo que criticó la condena a muerte de Francisco Ferrer, tras los sucesos de la Semana Trágica de Barcelona (1909).

Bibliografía

Fuentes

Simarro publicó un número de trabajos muy limitado, sobre todo en relación con la importancia de su actividad científica. Puede consultarse su relación detallada en la tesis de Temma Kaplan citada en el apartado de estudios. Algunos de sus trabajos son los siguientes:
"Fisiología general del sistema nervioso" en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, 2 (1878), 167-168; 176-177; 3 (1879), 22-23; 31-32; 37-38; 46-47; 53-54; 61-63; 79, 126-127.
"Manicomios judiciales" en La Medicina Práctica, 2 (1889), 181-184 (en colab. con Rafael Salillas).
"El exceso de trabajo mental en la enseñanza" en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, 13 (1889), 37-39; 88-91; 369-373.
"Enfermedades del sistema nervioso" en Vademecum clínico-terapéutico, Madrid, Tomo y Fursel, 1898, pp. 465-575.
"Sobre el concepto de la locura moral" en Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, 24 (1900), 45-71. De la iteración, Boletín de la Institución Libre de Enseñanza, 26 (1902), 348-352.

Estudios

RODRÍGUEZ LAFORA, Gonzalo: "El profesor Simarro" en Archivos de Neurobiología, 2 (1921), 209-211.
CORTEZO, Carlos María: "Luis Simarro" en Médicos ilustres del siglo XIX, Madrid, 1926, pp. 5-32.
SALCEDO, Enrique: "Infancia, pubertad y juventud de Luis Simarro y Lacabra" en El Siglo Médico, 86 (1926), 7-9, 28-31, 48-50, 70-73.
KAPLAN, Temma: Luis Simarro and the Development of Science and Politics in Spain, 1868-1917, Tesis de Harvard, 1969 (los capítulos de esta tesis relativos a la obra histológica y a las ideas psicológicas de Simarro aparecieron en III Congreso Nacional de Historia de la Medicina. Actas, vol. II, Valencia, 1971, pp. 523- 533, 545-555).
LÓPEZ PIÑERO, J. M.: Luis Simarro: darwinismo y neurohistología. En: J. M. López Piñero et al., Las Ciencias médicas básicas en la Valencia del siglo XIX, Valencia, Edicions Alfons el Magnànim, 1988, pp. 84-87. J. M. López Piñero, Los maestros de Cajal, Eidon (1999).36-44.

José María López Piñero

Autor

  • L.P. Piñero