Serpas Gutiérrez, Lilian (1905-1985).

Poetisa salvadoreña, nacida en San Salvador el 24 de marzo de 1905, y fallecida en su ciudad natal el 10 de octubre de 1985. Por la hondura y calidad de sus versos, está considerada como una de las voces femeninas más importantes de la lírica centroamericana contemporánea.

Su vocación literaria le llegó directamente por vía paterna, ya que era hija del escritor salvadoreño Carlos Serpas. Además, su madre, doña Josefa de los Ángeles Gutiérrez, fue una mujer culta, inteligente y dotada de una gran sensibilidad para las Letras, pues durante muchos años congregó en su casa una amena tertulia literaria en la que se daban cita algunos autores salvadoreños tan relevantes como el celebérrimo poeta Francisco Gavidia, con quien la joven Lilian -bautizada, realmente, como Lilia- mantuvo conversaciones literarias desde los once años de edad. Estas reuniones en su propia casa subsanaron en parte -y en lo que a su formación humanística se refiere- la temprana muerte de su padre, fallecido cuando la pequeña Lilian sólo contaba tres años de edad.

Quedó, en fin, toda la responsabilidad de su educación en manos de doña Josefa de los Ángeles, quien mostró su talante intelectual al dotar a su hija de una extraordinaria formación cultural verdaderamente extraña en una mujer de su tiempo. Así las cosas, Lilian Serpas pudo dar rienda suelta desde muy temprana edad a sus deseos de escribir poemas, y ya en 1915 había escrito un poemario (En el zafir de un ala milagrosa) que, prologado por el susodicho Gavidia, no pasó por la imprenta hasta 1929, año en el que salió a la calle bajo el título de Nácar.

Dos años antes había aparecido la primera obra impresa de Lilian Serpas, un volumen de poemas titulado Urna de ensueños (1927), que venía presentado por una interesante y elogiosa introducción de Juan Ramón Uriarte. Tras esta inicial presencia en los círculos literarios salvadoreños de la década de los años veinte, la poetisa se trasladó a los Estados Unidos de América, en donde estuvo residiendo desde 1930 hasta 1939. Allí conoció al que habría de ser su esposo, el pintor norteamericano Carlos Coffeen, con quien contrajo nupcias en 1938. Fruto de este matrimonio fueron tres hijos llamados Carlos, Fernando y Reginaldo Coffeen Serpas, el segundo de los cuales habría de perder la vida en 1970, en el transcurso de la Guerra de Vietnam, luctuosa circunstancia que sumió a Lilian Serpas en un grave desequilibrio mental del que no lograría recuperarse satisfactoriamente durante el tiempo que siguió viviendo.

Cuando se hallaba residiendo en Norteamérica (concretamente, en South Bend City, ciudad universitaria de San Francisco, en el estado de California), la poetisa de San Salvador dio a la imprenta otro excelente poemario, titulado Isla de trinos. Posteriormente, en el transcurso de una larga visita por territorio mejicano, publicó Huésped de eternidad (1947) y La flauta de los pétalos (1951), otras dos entregas líricas que la confirmaron como una de las voces más personales e interesantes de la poesía centroamericana escrita por mujeres. Tras un largo período de silencio creativo, en 1970 publicó otra obra maestra, titulada Girofonía de las estrellas.

A consecuencia de la grave depresión en que quedó sumida tras la muerte trágica de su segundo hijo, Lilian Serpas cayó en una honda espiral autodestructiva que le llevó a perder el deseo de escribir. Merced a la ayuda que le brindaron algunos amigos de El Salvador, pudo regresar a su patria e instalarse de nuevo en la ciudad que la había visto nacer, donde gozó de diferentes auxilios particulares e institucionales que permitieron la reedición de algunas de sus obras. Así, en 1979, a instancias de la Dirección de Publicaciones, volvió a ver la luz La flauta de los pétalos, y en 1982 salió a la calle una preciosa reedición de Girofonía de las estrellas, enriquecida por las bellas ilustraciones del hijo mayor de la poetisa. Además, en el transcurso de aquel mismo año de 1982 apareció un nuevo título poético de Lilian Serpas, Meridiano de orquídea y niebla, compuesto por varios poemas inéditos escritos por la autora salvadoreña entre 1945 y 1957.

La Dirección de Publicaciones, que también se había hecho cargo de la edición de esta última obra, asumió el deber de socorrer a la ya anciana escritora, a la que no sólo brindó sus medios editoriales, sino que incluso incorporó a su plantilla de trabajadores, y ello a pesar de que Lilian Serpas se hallaba en un grave proceso de degradación física y mental. La desdichada poetisa -que, durante su esplendor juvenil, había pasado por una de las mujeres más bellas de su nación-, trabajó como pudo en dicha institución hasta que, el 10 de octubre de 1985, la muerte acabó definitivamente con su debilidad y su demencia.

Bibliografía

• CAÑAS-DINARTE, Carlos. Diccionario escolar de autores salvadoreños (San Salvador: Consejo Nacional para la Cultura y el Arte [CONCULTURA], Dirección de Publicaciones e Impresos, 1998).

• ESCOBAR GALINDO, David (ed. lit.). Índice antológico de la poesía de El Salvador (San Salvador: UCA Editores, 1982).

• GUILLÉN, Orlando. Hombres como madrugadas: La poesía de El Salvador (Barcelona: Anthropos, 1985).

J. R. Fernández de Cano.

Autor

• JR.