Sender Corrén, Raúl (1943-VVVV).
Actor y humorista español, nacido en Zaragoza el 18 de febrero de 1943. Es sobrino del escritor oscense Ramón J. Sender.
Su infancia transcurrió en Málaga, adonde se había trasladado con su familia por obligaciones laborales que afectaban a sus padres. Ya por aquellos primeros años de su existencia sintió la pasión por la ficción y el juego de simulaciones, bien manifiestas en las continuas representaciones que animaban casi todos sus entretenimientos infantiles.
Alentado por esta afición, se inscribió en un grupo teatral universitario durante su etapa de estudiante en Sevilla, donde había emprendido la carrera de aparejador. Los buenos resultados conseguidos durante esta etapa como actor amateur le animaron a abandonar estos estudios y regresar a Málaga, para inscribirse allí en el Conservatorio de Arte Dramático. Poco después, ya en calidad de profesional del teatro, debutó con un papel en la obra En la ardiente oscuridad, del dramaturgo alcarreño Antonio Buero Vallejo, representación que le consagró como uno de los jóvenes valores de la escena española de los años sesenta. Emprendió así una brillante carrera dramática que le llevó a interpretar obras de autores de tanto relieve como el norteamericano Tennessee Williams o el español Carlos Muñiz, al tiempo que le permitió adquirir una versatilidad que, años más tarde, habría de reflejarse en la gran variedad de géneros y registros dominados por Raúl Sender, así como en su enorme capacidad de adaptación a cualquier medio capaz de acoger un espectáculo artístico (cine, televisión, teatro, radio, etc.). Buena prueba de esta versatilidad adquirida desde los albores de su formación dramática es la visita que, en 1964, realizó a la feria mundial del teatro celebrada en Nueva York, adonde acudió como miembro de un grupo de coros y danzas.
De vuelta a España, ingresó en una compañía teatral que se acababa de formar en Málaga, agrupación en la permaneció durante cuatro años, durante los cuales participó en la representación de más de cien obras dramáticas diferentes, ya que esta compañía tenía como objetivo estrenar una pieza distinta cada semana. Enriquecido por este bagaje profesional, en 1967 se trasladó a Madrid, en donde ingresó en la compañía del Teatro Español, a la sazón dirigida por Miguel Narros. Su gran experiencia como actor le permitió interpretar algunas obras clásicas de tanta dificultad como la Numancia, de Miguel de Cervantes (en la que dio vida a cinco personajes), o El rey Lear, de William Shakespeare. Además, intervino también en los repartos de los montajes de Sólo Dios puede juzgarme, Olvida los tambores, Rosas rojas para mí y Todo en el jardín. Fuera de estos trabajos realizados para el Teatro Español, participó también en la representación de la adaptación española de Flor de cactus, puesta en escena por la compañía de Alberto Closas.
Pero su vida y la orientación de su carrera dramática dieron un giro radical cuando, en 1974, Raúl Sender presentó en una conocida sala de fiestas madrileña un espectáculo de humor que cosechó un éxito extraordinario. Volcado desde entonces a las variedades, dos años después emprendió una fecunda y prolongada tournée por varios países de Hispanoamérica (México, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia), en donde se hizo muy famoso por las imitaciones que ofreció en diferentes espacios de televisión. Entre las grandes estrellas "víctimas" del humor y las dotes mímicas de Raúl Sender estaban los cantantes Olga Guillot, Chavela Vargas y Lucho Gatica, personajes cuya emulación puso a prueba el oído y las cuerdas vocales de este artista polifacético. Cada vez más reconocido por el público hispanoamericano, volvió a cruzar el Atlántico en 1979, para trabajar de nuevo en México y en Colombia, y debutar en otros países en los que aún no era conocido (como en Puerto Rico).
Así, tras descubrir sus dotes de cantante, durante una etapa de su actividad profesional trabajó en varios espectáculos musicales, en compañía de figuras tan conocidas como Manolo Escobar, Rocío Dúrcal e Isabel Pantoja. Esta dedicación al mundo de la música (tras el breve paréntesis que supuso su vuelta al teatro, en el montaje de la comedia Enséñame tu piscina), le volcó definitivamente hacia el género del music-hall, generalmente adobado con copiosos ingredientes humorísticos.
Sin embargo, su mayor reconocimiento en España le llegó de la mano del realizador de televisión Narciso Ibáñez Serrador, quien primero contrató a Raúl Sender para que grabara varios episodios de la serie televisiva ¿Es usted asesino? y posteriormente le pidió que protagonizara los principales sketchs cómicos de una larga etapa de su celebérrimo concurso "Un, dos, tres, responda otra vez". Anteriormente, el actor y humorista zaragozano se había asomado con asiduidad a la pequeña pantalla, en espacios eminentemente dramáticos (como "Estudio 1", dedicado a la retransmisión televisiva de representaciones teatrales) o en otros programas de diversas materias, como "El canto de un duro". Pero nunca había sido tan popular como en el transcurso de aquella etapa a las órdenes de Ibáñez Serrano, donde se fue especializando en la encarnación de ciertos personajes arquetípicos (como el hombre afeminado o la gitana adivina) que, desde entonces, han pasado a ser un ingrediente imprescindible en el elenco de sus espectáculos.
Sus trabajos a través de la pequeña pantalla tuvieron después continuidad en algunas emisoras autonómicas (como Telemadrid y Canal Sur), así como en las nuevas cadenas privadas de televisión (como Tele 5, en donde fue contratado en 1990 como un personaje fijo del programa "Tutti Frutti"). Mas, no contento con este reconocimiento en el medio televisivo, Raúl Sender Corrén hizo un nuevo alarde de sus habilidades polifacéticas al debutar en la puesta en escena de la zarzuela La del manojo de rosas, de Pablo Sorozábal, cuyo estreno tuvo lugar en el Teatro Lírico Nacional (Madrid) el día 2 de noviembre de 1990.
Posteriormente, sus espectáculos de humor, música y variedades han triunfado en las principales salas céntricas de la capital española. Entre sus trabajos más recientes hay que destacar una versión musical de La venganza de don Mendo, de Pedro Muñoz Seca, protagonizada por el propio Raúl Sender.
