A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
LiteraturaBiografía

Seferiadis, Georgios o "Georgios Seferis" (1900-1971).

Poeta y ensayista griego, nacido en Esmirna en 1900 y fallecido en Atenas en 1971. Es conocido universalmente por su seudónimo literario de "Georgios Seferiadis". Autor de una brillante producción poética que, enriquecida por la fecunda influencia de las mejores tradiciones líricas europeas, evoca con un lenguaje claro y directo el esplendor cultural y humano de la Hélade ancestral, está considerado como una de las voces más destacadas de la literatura griega del siglo XX. En 1963, la Academia Sueca le concedió el prestigioso Premio Nobel de Literatura "por su obra eminentemente lírica, inspirada por un profundo amor hacia el mundo y la cultura helénica".

Vida

Nacido en el seno de una familia acomodada en la que la cultura ocupaba un plano primordial -era hijo de un ilustre jurista y literato griego-, desde su temprana niñez llevó una vida errante que habría de permitirle conocer in situ las formas de vida y las tradiciones culturales de los lugares más variopintos. Tras cursar estudios primarios y secundarios en Atenas, se trasladó a París para realizar la carrera de Derecho, en donde tuvo ocasión de entrar en contacto con las literaturas europeas occidentales y asistir a la pujante eclosión de las múltiples corrientes vanguardistas que, a la sazón, ocupaban los principales cenáculos literarios de la capital gala. Mientras permanecía en Francia, los conflictos territoriales que afectaban desde hacía varios años a su país natal culminaron, en 1922, con la repatriación de los griegos de las orillas de Asia, circunstancia que sumió a toda la nación en un hondo pesimismo en el que se reflejaba la desaparición definitiva del mito de la gran Hélade. En el proceso inicial de la trayectoria poética de Georgios Seferiadis, este hundimiento moral de su pueblo se tradujo en una predilección temática hacia las vicisitudes de los desterrados y en una orientación decisiva hacia el canto de las grandes civilizaciones desaparecidas.

Culminada su formación universitaria, Seferis regresó a Grecia para, a partir de 1926, ingresar en el cuerpo diplomático y continuar su largo periplo de viajes y residencias en el extranjero, que le llevó a varias capitales de África y Europa. En 1941 acompañó al gobierno griego a su exilio de El Cairo, y, una vez concluida la Segunda Guerra Mundial, volvió a desempeñar un cargo oficial al servicio de su país, esta vez en calidad de jefe del gabinete del regente Damaskinos. Posteriormente, sus misiones diplomáticas le condujeron hasta las legaciones griegas en Ankara (Turquía), Beirut (Líbano) y Londres (Reino Unido), inmerso en un continuo éxodo que, al tiempo que le obligaba a construir una dolorosa evocación -siempre ajena al sentimentalismo fácil y al patrioterismo gratuito- de la Grecia Antigua, le permitía conocer y experimentar las más diversas técnicas poéticas vigentes en los países que iba visitando.

La obtención del Premio Nobel en 1963, que le convirtió en el primer escritor griego honrado con este galardón universal, hizo de Georgios Seferiadis y su obra un símbolo del proceso de renovación formal y temática de la poesía "neohelénica" del siglo XX, a la par que le consagraba como una de las figuras cimeras no sólo del panorama cultural de su país, sino de todas las esferas públicas griegas. Durante sus últimos años de existencia, ya instalado definitivamente en Atenas, el poeta se erigió en una de las voces que clamaron con mayor fuerza contra la dictadura de Georgios Papadopoulos, lo que contribuyó a acrecentar aún más las simpatías que despertaba entre las clases populares griegas. Tras su fallecimiento en Atenas en 1971, sus funerales se convirtieron, por debajo de las hondas manifestaciones de duelo por su pérdida, en un firme movimiento de repulsa contra la dictadura de Papadopoulos.

Obra

Con la publicación de Estrofas (1931), Punto decisivo (1931) y La cisterna (1932), Georgios Seferiadis se situó en la avanzadilla de los poetas griegos de su época que, convencidos de la necesidad de introducir ciertas innovaciones en la tradición lírica ancestral de su cultura, empezaron a forjar la denominada poesía "neogriega" o "neohelénica". Entre todos ellos, el poeta de Esmirna se distinguió por incorporar al legado de los clásicos las influencias de los más destacados poetas europeos del momento, como el francés Paul Valéry y el inglés Thomas Stearns Eliot, al tiempo que recogía también el influjo de otros de algunos compatriotas suyos, como Constantinos Kavafis.

Tras estos primeros poemarios, marcados por su expreso afán innovador, Seferiadis evolucionó hacia una poesía de la evocación y la nostalgia, expresada con un lenguaje claro y directo que pretendía rescatar los mitos, leyendas, paisajes, ruinas y personajes de la Grecia clásica, considerados, en su actual decadencia, como símbolos de una desolación más vasta que abarcaba el pesimismo del tiempo presente. Sin embargo, la desesperación del poeta, presente en algunos títulos como Leyendas (1935) y Gimnopedia (1936), hallaba consuelo en un firme compromiso moral con el dolor y el sufrimiento del ser humano, del mismo modo que las ruinas pétreas de la antigua Hélade reciben el aliento vivificador del soplo marítimo. Así, en la deslumbrante andadura poética de Georgios Seferiadis la desmitificación helénica se transforma en el símbolo universal de una cosmología en la que lo único que perdura es el dolor, y en la que sólo el compromiso moral actúa como bálsamo contra la nostalgia que produce la contemplación de las ruinas presentes.

Todo ello se vuelve aún más patente en sus siguientes entregas poéticas, entre las que destacan los volúmenes titulados Cuaderno de ejercicios (1940) y Diario de navegación (1940), este último sucesivamente ampliado en dos reediciones posteriores (1944 y 1955). En estas obras de madurez, las reflexiones especulativas del poeta de Esmirna ahondan aún más en las circunstancias del presente, siempre analizadas a la luz de los temas y motivos del pasado.

Georgios Seferiadis, que publicó también varios ensayos sobre arte y literatura griega, dejó impresos otras poemarios de notable interés, como los titulados El rey de Alsine (1940), Imerolójio katastrómatos (1944), Teleftéos stathamós (1946), Kikhli (1947) y Pojímata (1950).

Autor

  • J. R. Fernández de Cano.