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HistoriaPeriodismoBiografía

Schnitzler, Karl Eduard von (1918-2001).

Periodista y propagandista alemán, nacido en Berlín en 1918 y fallecido en su ciudad natal el 20 de septiembre de 2001. Ferviente partidario del socialismo de la RDA (República Democrática Alemana), durante treinta años presentó El Canal Negro, un programa televisivo en el que defendía a ultranza el sistema leninista y mostraba a los telespectadores de la RDA los fallos y abusos del capitalismo, burlándose atrozmente de ellos.

Von Schnitzler nació en el seno de una familia aristocrática alemana. Su padre, funcionario prusiano, era bisnieto del mismísimo emperador Federico III, aunque por vía ilegítima. Tras el revés germano en la Primera Guerra Mundial, la casa de la familia Schnitzler se convirtió en lugar de tertulia habitual de diversos personajes políticos, como el futuro canciller Konrad Adenauer, que profesaba gran amistad con la familia. El pequeño Karl Eduard, después de destacar en los estudios medios, decidió estudiar la carrera de Medicina, pero el estallido de la Segunda Guerra Mundial, como en tantos casos de la época, interrumpió estos deseos para siempre.

De hecho, la participación de Karl Eduard en el conflicto bélico tendría una influencia decisiva en el desarrollo de su activismo político. En principio, defendió al régimen nazi de su país, representado por Adolf Hitler; en una escaramuza hacia el año 1941, fue herido en una rodilla y hecho prisionero por los aliados británicos. En el campo de concentración fue donde comenzó a interesarse por el periodismo, ya que los enviados de la cadena británica BBC, le ofrecieron un lugar en el que colaborar durante diversas emisiones. Karl Eduard incluso llegó a preparar y coordinar un programa especial sobre los presos alemanes en campos de concentración británicos, lo que le valió el reconocimiento de todos los radioyentes, en especial los germanos. De forma paralela, sus creencias políticas sufrieron un espectacular viraje, convirtiéndose en un detractor de los regímenes fascistas y acercándole cada vez más al comunismo leninista.

En 1945, después de la finalización de la conflagración mundial, Karl Eduard regresó a su Berlín natal y se encontró con una ciudad destrozada y dividida en tres distintas zonas de influencia. Mientras Konrad Adenauer, uno de los amigos de su padre a quien él conocía sobradamente, se esforzaba por lograr un precario equilibrio de gobierno, el enfrentamiento entre soviéticos y americanos amenazaba con partir a la ciudad en dos. En esta tesitura, y fruto de su recientemente desarrolladísima conciencia antifascista, Von Schnitzler decidió pasarse al bando socialista. En 1947 ya residía al otro lado de ese telón de acero que posteriormente bautizaría Winston Churchill, mientras que en 1948 se afilió al Partido Socialista Unificado de la recientemente creada República Democrática Alemana (RDA). Desde esta posición poco tardó en trabajar para medios oficiales, donde destacó por su sensacionalismo y por su total beligerancia al capitalismo.

En 1959 dio el gran salto a la televisión estatal de la RDA. Su programa, llamado El Canal Negro, fue durante todo el devenir de la Alemania Oriental como estado socialista el referente televisivo de la propaganda anti-capitalista. Como canal negro denominan los germanos a las cloacas, así el cometido de Von Schnitzler al frente de su programa fue el de hurgar en las catástrofes, injusticias y desgracias acontecidas en la Alemania Occidental, sobre todo las imágenes televisivas de los noticieros de la RFA, para ofrecer a sus seguidores un clarísimo mensaje: las bondades del socialismo y la decrepitud del capitalismo. En 1960, cuando se construyó el Muro de Berlín, Von Schnitzler no dudó en justificar el levantamiento de la barrera para evitar una emigración en masa de los germanos occidentales hacia el paraíso de la RDA, lo que básicamente se convirtió en la justificación efectuada ante la asombrada comunidad internacional por el gobierno de la Alemania socialista. El programa, que se mantuvo en antena durante cuarenta años, fue el principal punto de propaganda del régimen comunista de Berlín, lo que le valió a Von Schnitzler, entre otras cosas, ser uno de los amigos predilectos del general Erich Honecker, el presidente de la Alemania socialista.

Durante la década de los años 80 del siglo XX, la progresiva decadencia del sistema socialista significó el fin de su programa. Sociológicamente, Von Schnitzler se convirtió en la cabeza visible de todo aquello que los germanos orientales odiaban, así que la audiencia del Canal Negro le dio la espalda. En 1989, pocas semanas antes de que la población alemana oriental borrara la triste existencia del Muro de la Vergüenza, el Canal Negro se despidió para siempre de la televisión. Al ya veterano Von Schnitzler le cabe la honra de que, al menos, no cambió de bando en los nuevos tiempos, como hicieron muchísimos de los antiguos barones del socialismo germano. El periodista mantuvo férreas sus convicciones en la RDA, en el socialismo y en el comunismo; durante su último programa reafirmó que había hecho lo correcto y que estaba convencido de la desaparición de Alemania envuelta en el capitalismo. Todavía durante los años anteriores a su fallecimiento era de los pocos antiguos colaboradores de Erich Honecker que mantenía contacto con el ex-presidente, encarcelado en la prisión de Moabit. Incluso después de la desaparición de la URSS (1991), todavía Von Schnitzler desgranaba su férrea creencia en el sistema socialista. A su muerte, acontecida en su casa berlinesa en 2001, todos los jóvenes alemanes procedentes de la extinta RDA se sorprendieron de que, en realidad, se apellidase Von Schnitzler, ya que para ellos era Von Schnit..., que era lo que escuchaban justo antes de apagar la televisión cuando comenzaba el famoso Canal Negro al que debió su fama el periodista berlinés.

Autor

  • Óscar Perea Rodríguez