A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z
HistoriaPolíticaBiografía

Santos, Máximo (1847-1889).

Militar y político uruguayo, nacido en Montevideo el 15 de abril de 1847 y muerto en Buenos Aires en 1889, que fue presidente de la República entre 1881 y 1886. Se convirtió en el primer capitán general que hubo en la historia del ejército uruguayo.

Carrera militar

Era hijo de Joaquín Santos y la brasileña María Aldina Barbosa. Realizó sus estudios primarios en la escuela de la Junta que se encontraba cercana a las propiedades paternas en Tres Cruces. Tenía dieciséis años cuando el general Venancio Flores inició su rebelión. Santos se escapó de su casa y en abril de 1863 se unió al ejército colorado. Se incorporó a un piquete escolta de caballería, en el que permaneció hasta mayo de 1869. Fue ascendido a subteniente de caballería de Línea el 16 de febrero de 1868 a la edad de veinte años. Estuvo en la reserva desde julio a septiembre de 1869, tras lo cual pasó a formar parte de la escolta del presidente general Lorenzo Batlle. El general Borge le incorporó durante la guerra de 1870 a su cuerpo de oficiales, y en junio fue ascendido a capitán; mientras, entre mayo y octubre de ese año trabajó como policía en el departamento de Canelones.

Cuando era ayudante del general Suárez consiguió poner fin a la rebelión iniciada por el coronel Aparicio, a quien derrotó el 25 de diciembre de 1870 en la batalla del Sauce, en la que estuvo a punto de morir cuando su caballo pereció en medio de la contienda. El 15 de enero de 1872 ascendió al rango de Sargento Mayor de Infantería de Línea. Contrajo matrimonio el 3 de julio de 1872 con Teresa Mascaró, con la que tuvo nueve hijos. En 1873 fue nombrado Jefe de policía de Maldonado, tras lo que recibió el mando de la Compañía Urbana de Minas, con la que persiguió a los bandidos que tenían en la sierra su base de operaciones. El 1 de febrero de 1875 recibió el encargo de crear y comandar el 5º Batallón de Cazadores. Su unidad alcanzó tanto prestigio que el coronel Latorre la convirtió en la principal unidad de choque del ejército uruguayo.

Su apoyo fue decisivo para que Lorenzo Latorre fuera designado presidente de la República. Se acusó a Santos de ser el responsable de la muerte de varios rivales políticos del gobierno de Lorenzo Latorre, aunque nunca pudo demostrarse nada. El 21 de julio ascendió a teniente coronel, y en marzo de 1880 a coronel. Fue ministro de Guerra y Marina en el gobierno de Francisco Antonio Vidal (1880-1882). Durante su gestión al frente del ministerio trató de profesionalizar las fuerzas armadas uruguayas, para lo que fundó la Escuela Militar. Se convirtió en el hombre decisivo del gobierno, al extremo de que, en algunas ocasiones, impuso sus opiniones al presidente Vidal. Al término del mandato presidencial, fue propuesto candidato por el Partido Colorado Tradicionalista.

Presidencia

El 1 de marzo de 1882 fue elegido por la Asamblea Nacional presidente de la República por cincuenta votos contra uno para un período de cuatro años. Su gabinete estaba formado por: José Ladislao Terra, en el ministerio de Gobierno; Manuel Herrera y Obes, en el ministerio de Relaciones Exteriores; José María Vilaza, en el ministerio de Guerra y Marina, y Juan Lindolfo Cuestas, en el ministerio de Hacienda, que posteriormente pasó a Ministerio de Justicia, Culto e Instrucción Pública, que fue creado por Santos.

LLevó a cabo una serie de reformas políticas en el país, aunque permitió la realización de actos de violencia hacia ciudadanos extranjeros. Aumentó los gastos y el déficit público pero, para poder financiar la deuda exterior, emitió deuda pública. Con la intención de acabar con el analfabetismo aumentó el número de Escuelas Públicas. Por la ley aprobada en octubre de 1883 estableció que el ejecutivo pudiese conmutar la pena de muerte pudiese por treinta años de trabajos forzados.

Redactó el primer Código Militar uruguayo que sustituía a las antiguas ordenanzas militares españolas, y que entró en vigor a comienzos de 1884. Aprobó la creación de una Marina de Guerra y de una Escuela de Náutica para que se formaran sus oficiales. Trató de acentuar la influencia del Partido Colorado en el País por lo que celebró con grandes honores el aniversario de la batalla de Caseros y del inicio de la campaña del general Flores. Recuperó al figura del general Artigas como uno de los Padres de la Patria. Se enfrentó a la Iglesia Católica cuando aprobó la ley que establecía el matrimonio civil obligatorio, que se convertía en el único reconocido como legal por las autoridades. Trató de estrechar relaciones con Paraguay, país al que condonó la deuda de guerra y devolvió los trofeos conquistados al ejército paraguayo. Este acercamiento tuvo su momento más álgido cuando se firmó en abril de 1883 un Tratado de Paz, Amistad y Reconocimiento de la Deuda.

El gobierno de Santos se vio envuelto en numerosos casos de corrupción y malversación de fondos públicos, por lo que fue duramente atacado por los miembros de la oposición. La fortuna de Santos aumentó considerablemente gracias a la concesión de la Lotería para el interior y el extranjero a Francisco Vidiella a cambio de un porcentaje de los beneficios, gracias a lo que el presidente pudo adquirir numerosas fincas en todo el país. Acentuó sus diferencias con la jerarquía eclesiástica cuando en julio de 1885 promulgó la Ley de Conventos, en la que prohibía la fundación de nuevos conventos e impedía a los existentes aumentar sus propiedades. El 15 de julio de 1886 promulgó la Ley General de Aduanas, con la que se trataba de proteger los productos nacionales frente a los productos importados. Cuando estaba apunto de finalizar su mandato propuso la reelección de Vidal, quien cuando resultó elegido le nombró general en jefe de las Fuerzas de Mar y Tierra de la República. Fue elegido senador por el departamento de Flores.

Cuando alcanzó la presidencia del Senado tuvo que renunciar a sus cargos militares. En su calidad de presidente del Senado asumió de nuevo la presidencia cuando, el 24 de mayo, renunció Vidal a su cargo. Pero Santos se vio obligado a presentar su renuncia por motivos de salud el 18 de noviembre de 1886 tras haber sufrido un atentado un atentado en agosto. El general Tajes, que fue quien le sustituyó al frente del país y decretó su expulsión de éste, por lo que no pudo desembarcar en Uruguay cuando regresó de su viaje en Europa. Partió hacia el exilio y, tras una breve estancia en Río de Janeiro, se estableció definitivamente en Buenos Aires, donde falleció el 10 de mayo de 1889.

Bibliografía

  • PIVEL DEVOTO, J. J. Historia de la República Oriental del Uruguay. (Montevideo: 1945).

  • WILLIMAN, J.C. Santos, la consolidación del Estado. (Montevideo: 1956).

JLGC

Autor

  • JLGC