Máximo Santos (1847-1889): El primer capitán general del ejército uruguayo y presidente del país

Máximo Santos (1847-1889): El primer capitán general del ejército uruguayo y presidente del país
Máximo Santos, nacido en Montevideo el 15 de abril de 1847 y fallecido en Buenos Aires el 10 de mayo de 1889, es una de las figuras más complejas y controvertidas de la historia de Uruguay. Fue un destacado militar y político, que no solo jugó un papel crucial en las luchas internas de su país, sino que también ocupó la presidencia de la República entre 1881 y 1886. A lo largo de su carrera, Santos dejó una huella imborrable en la política uruguaya, destacándose por sus reformas, pero también por su implicación en varios casos de corrupción. Fue el primer capitán general en la historia del ejército uruguayo, y su legado sigue siendo objeto de debate.
Orígenes y contexto histórico
Máximo Santos nació en el seno de una familia que, aunque no pertenecía a la élite del país, se vio influenciada por los agitados tiempos que atravesaba el Uruguay del siglo XIX. Era hijo de Joaquín Santos, un uruguayo, y María Aldina Barbosa, de origen brasileño. Su infancia transcurrió en Montevideo, donde recibió una educación básica en la escuela cercana a las propiedades familiares en Tres Cruces. Su carrera militar comenzó a los 16 años, cuando el general Venancio Flores inició una rebelión, un acontecimiento que cambiaría el curso de su vida.
A los 16 años, Santos abandonó su hogar y se unió al ejército colorado, unirse a las tropas de Flores en la lucha por la supremacía política del país. Fue en este contexto de tensiones entre las facciones políticas uruguayas que el joven Máximo Santos comenzó a destacar. Su ascendente carrera en el ejército comenzó con su integración a un piquete de caballería, donde se mostró como un prometedor oficial. En 1868, a la edad de 20 años, fue ascendido a subteniente de caballería, y poco después se unió a la escolta del presidente Lorenzo Batlle.
A lo largo de los siguientes años, Santos continuó avanzando en la jerarquía del ejército, destacándose por su valentía y disciplina. Su nombre quedó ligado a la victoria en la Batalla del Sauce en 1870, donde derrotó al coronel Aparicio, quien había iniciado una rebelión. Esta victoria consolidó su fama como líder militar, y Santos no solo fue reconocido por sus logros en el campo de batalla, sino también por su lealtad a las autoridades en el poder.
Logros y contribuciones
El ascenso de Santos en el ejército fue rápido y lleno de logros significativos. En 1873, se le confió el cargo de jefe de policía de Maldonado, y en 1875, recibió el mando del 5º Batallón de Cazadores. Bajo su liderazgo, esta unidad se convirtió en una de las más destacadas del ejército uruguayo. A partir de allí, el general Lorenzo Latorre decidió convertirla en la principal unidad de choque del ejército, una decisión que catapultó aún más la carrera de Santos.
Además de su éxito militar, Santos jugó un papel crucial en la política del país. Fue uno de los principales apoyos para que Lorenzo Latorre fuera designado presidente de la República. En su calidad de Ministro de Guerra y Marina en el gobierno de Francisco Antonio Vidal, Santos trató de profesionalizar las fuerzas armadas uruguayas. Fundó la Escuela Militar, una institución clave para la formación de oficiales, y promovió la modernización de las estructuras militares. Durante su gestión, también introdujo el primer Código Militar uruguayo, que sustituyó las antiguas ordenanzas militares españolas y entró en vigor a principios de 1884.
Presidencia
En 1881, Santos fue elegido presidente de Uruguay por la Asamblea Nacional, asumiendo el cargo el 1 de marzo de 1882. Su mandato fue marcado por una serie de reformas políticas y sociales, muchas de las cuales tuvieron un impacto duradero en el país. Durante su presidencia, se impulsaron cambios fundamentales, como el aumento de las Escuelas Públicas con el objetivo de combatir el analfabetismo, y la promulgación de leyes progresistas como la que permitió la conmutación de la pena de muerte por trabajos forzados.
Santos también trató de fortalecer la posición del Partido Colorado, celebrando con grandes honores el aniversario de la Batalla de Caseros y de la campaña de Venancio Flores, así como buscando acentuar la figura del general Artigas como uno de los padres de la patria. Además, se enfrentó a la Iglesia Católica al aprobar la ley del matrimonio civil, que convirtió al matrimonio civil en el único legalmente reconocido por las autoridades del país.
Uno de los momentos más destacados de su gobierno fue la firma de un Tratado de Paz, Amistad y Reconocimiento de la Deuda con Paraguay en 1883. Esta acción, que incluía la condonación de la deuda de guerra paraguaya y la devolución de trofeos de guerra, representó un acercamiento diplomático clave en la región.
Momentos clave
A pesar de las reformas, el gobierno de Santos no estuvo exento de controversia. A lo largo de su mandato, fue criticado por la oposición debido a varios casos de corrupción, especialmente relacionados con la concesión de la Lotería para el interior y el extranjero a Francisco Vidiella. Este acuerdo permitió a Santos acumular una considerable fortuna, que utilizó para adquirir tierras en todo el país. A su vez, el gobierno de Santos fue acusado de malversación de fondos públicos y de usar la política a su favor para enriquecerse.
A medida que su mandato llegaba a su fin, las tensiones en el país aumentaban. En 1886, después de sufrir un atentado en agosto de ese año, Santos presentó su renuncia a la presidencia por motivos de salud. Sin embargo, a pesar de su salida del poder, su influencia no desapareció. Fue elegido senador por el departamento de Flores, y más tarde asumió la presidencia del Senado, lo que le permitió retomar brevemente el control del país cuando Francisco Antonio Vidal renunció a su cargo en mayo de 1886.
El 18 de noviembre de 1886, Santos tuvo que presentar su renuncia definitiva debido a las presiones políticas y a su mala salud. Poco después, el general Tajes asumió el poder, expulsando a Santos del país. Después de un breve paso por Río de Janeiro, Santos se exilió en Buenos Aires, donde murió el 10 de mayo de 1889.
Relevancia actual
El legado de Máximo Santos sigue siendo un tema de discusión en la historia de Uruguay. Si bien fue un hombre clave en la consolidación del estado uruguayo, su gobierno también estuvo marcado por la corrupción y las tensiones políticas. Sus reformas militares y su trabajo en la creación de instituciones como la Escuela Militar han dejado una huella duradera, mientras que su papel en el fortalecimiento del Partido Colorado y en la implementación de reformas progresistas también contribuyó a la transformación del país en la segunda mitad del siglo XIX.
Hoy en día, Máximo Santos es recordado como una figura crucial en la historia de Uruguay, tanto por sus logros como por sus controversias. Su vida refleja la complejidad de la historia política y militar de Uruguay en una época de profundas transformaciones.
Bibliografía
PIVEL DEVOTO, J. J.
Historia de la República Oriental del Uruguay.
(Montevideo: 1945).
WILLIMAN, J.C.
Santos, la consolidación del Estado.
(Montevideo: 1956).
MCN Biografías, 2025. "Máximo Santos (1847-1889): El primer capitán general del ejército uruguayo y presidente del país". Disponible en: https://mcnbiografias.com/app-bio/do/santos-maximo [consulta: 17 de octubre de 2025].