Sandoval Gasca, Miguel Guillermo (1942-VVVV).
Matador de toros mexicano, nacido en Ciudad de México el 9 de julio de 1942. Impulsado desde su niñez por una firma vocación taurina, pronto tomó los trastos que le permitieron empezar a curtirse en el duro aprendizaje del toreo, en un áspero recorrido por tientas, capeas y cuantos festejos menores quedaban a su alcance. Con tan sólo diecisiete años de edad (concretamente, el día 13 de diciembre de 1959), en la pequeña plaza de San Miguel de Topilejo, tuvo ocasión de enfundarse su primer traje de luces, dando inicio así a una entusiasta andadura novilleril que, en su imparable progresión, le llevó a cosechar grandes éxitos en los dos coliseos taurinos de la capital mexicana: El Toreo y la Monumental de México (popularmente conocida como "La México"), donde anduvo tan inspirado en la campaña de 1961 que la empresa lo anunció durante cinco tardes consecutivas.
En 1962, aprovechando la coincidencia de su arrollador tirón en el escalafón novilleril azteca con la reanudación del convenio entre toreros mexicanos y españoles, Miguel Guillermo Sandoval cruzó el océano Atlántico y se presentó por vez primera ante la afición española en el coso de Zaragoza, donde compartió cartel con otro impetuoso novillero que, por aquel entonces, causaba furor en las arenas españolas: Manuel Benítez Pérez ("El Cordobés"). La noticia de sus triunfos en las plazas mexicanas le condujo directamente hasta el redondel de la madrileña plaza Monumental de Las Ventas, donde debutó el 17 de junio de aquel año de 1962. Tantas eran las ganas de presenciar su toreo que, aunque en aquella ocasión no cosechó trofeo alguno, fue anunciado de nuevo en los carteles de la Villa y Corte los días 12 de julio y 1 de agosto de aquel mismo año. Al término de esta campaña de 1962, el joven novillero de Ciudad de México regresó a su país natal después de haber firmado y cumplido en suelo hispano veintisiete ajustes, cifra inusitada para un torero de Ultramar que, como Sandoval, ni siquiera había tomado la alternativa.
En la temporada de 1963 regresó de nuevo a la Península Ibérica para vestirse de luces en Madrid el día 24 de marzo, fecha en la que resultó sufrió un feo corte en el dedo pulgar de su mano izquierda; pero pronto se repuso de este inoportuno percance y logró intervenir en la capital de España en otras dos novilladas, en una de las cuales (verificada el día 7 de abril) realizó una buena actuación que fue premiada con una ovacionada vuelta al ruedo.
Así las cosas, el día 18 de agosto de 1963 Miguel Guillermo Sandoval Gasca se halló en condiciones de pasar a engrosar la nómina de los matadores de toros. Compareció, entonces, en las arenas de la Ciudad Condal, donde recibió la alternativa de manos de su padrino, el inspirado diestro barcelonés Joaquín Bernardó y Bartoméu; el cual, bajo la atenta mirada del torero alicantino Vicente Fernández Bernabé ("El Caracol"), que hacía las veces de testigo en tan emotiva ceremonia, cedió al toricantano la muleta y el estoque con los que había de trastear y despenar a un astado perteneciente a la ganadería de Aurora y Leopoldo Lamamié de Clairac. Anduvo lucido y valeroso el doctorando con el toro de su alternativa, por lo que, tras su muerte, recorrió el anillo catalán entre las ovaciones del respetable.
Antes de retornar a México, el diestro de la capital azteca tomó parte en España en otras tres funciones de toros, en una de las cuales, verificada el día 20 de octubre de 1963 en el coso de Palma de Mallorca, tuvo la mala fortuna de escuchar los tres avisos de rigor y ver cómo el toro que debía matar regresaba por su propio pie a los corrales. Pero este estrepitoso fracaso no le impidió aterrizar de nuevo en suelo español -después de haber confirmado la alternativa en su país bajo el padrinazgo del espada de Linares (Nuevo León) Humberto Moro Treviño- en plena temporada de 1964, en la que se vistió de luces en dieciocho ocasiones (nueve en México y otras tantas en España).
El día 1 de agosto de 1965, de nuevo en la Península Ibérica, Miguel Guillermo Sandoval Gasca confirmó su alternativa en la plaza de toros de Madrid, apadrinado de nuevo por el barcelonés Joaquín Bernardó, y acompañados ambos por el testigo cordobés Antonio Sánchez Fuentes.Aquella tarde, en la que se jugó un encierro de Miguel Zaballos remendado con una res del hierro de Fernández Cobaleda, el coletudo de ciudad de México resultó gravemente corneado. De vuelta a México, su carrera taurina se extinguió entre las campañas de 1966 y 1968 con la misma celeridad con que había cobrado auge durante su etapa novilleril.
Bibliografía
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- ABELLA, Carlos y TAPIA, Daniel. Historia del toreo (Madrid: Alianza, 1992). 3 vols. (t. 3: "De Niño de la Capea a Espartaco").
- GUARNER, Enrique. Historia del toreo en México (México, 1979).
- VINYES RIERA, Fernando. México, diez veces llanto (Madrid: Espasa-Calpe, 1987).
J. R. Fernández de Cano.
