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LiteraturaBiografía

Salgari, Emilio (1862-1911).

Novelista italiano, nacido en Verona el 22 de agosto de 1862 y muerto en Turín el 25 de abril de 1911.

En su juventud se dedicó al periodismo pero, atraído por su afición al mar y a las aventuras, estudió la carrera náutica y viajó después por espacio de algunos años, aunque el más largo de sus viajes fue sólo de Venecia a Brindisi. Por aquel entonces decidió dedicarse a escribir y, ante el éxito obtenido, se consagró por entero a la literatura. Residió en Sampadierna y en Turín durante los últimos años de su vida, una época en la que graves disgustos de familia y las dificultades económicas le hicieron contraer la grave neurastenia que le condujo al suicidio.

Fue para su generación lo que Julio Verney Mayne Reid habían sido para la de medio siglo atrás, puesto que, aunque menos instruido que ellos, sabía narrar las más extraordinarias aventuras. En treinta años de actividad escribió ochenta y cinco novelas y cien cuentos. Las novelas eran publicadas por entregas en revistas y periódicos ilustrados, entre los cuales se contaron L'Arena o La valigia, cuyos números esperaban en suspenso jóvenes y adultos para ver "como acabaría aquello".

La crítica actual considera la literatura de Salgari de poco valor literario y le reprocha el empleo de fórmulas fijas: repeticiones, asonancias, contradicciones... Un ejemplo serían las descripciones de Sandokán y de El Corsario Negro, que podrían ser gemelos; el primero es seguido por Yáñez, Kammamuri, Tremal-Naik y sus fieles tigres, mientras que al Corsario Negro le siguen Carmaux, Van Stiller y todos los fieles Hermanos de la Costa. El amor de Sandokán es para Mariana, la Perla de Labuán, mientras que para el Corsario Negro es Honorata, la duquesa flamenca. Sandokán se atrae el odio de Mel Brooke, rajá de Sarawak; el enemigo del Corsario Negro es Van Guld, gobernador de Maracaibo... Aún así, es posible encontrar diferencias entre ambos: Sandokán es una fuerza de la naturaleza, leal, generoso e intrépido; sin embarago, el Corsario Negro tiene una personalidad más compleja, es más reflexivo, más meditativo. Es, esencialmente, la imagen del hombre dominado por una sola idea: la venganza.

Lectores de todos los países se han sentido fascinados por las "noches tempestuosas", por los terribles huracanes "que sacuden con violencia a las pequeñas embarcaciones como pajas" y por los abordajes, los duelos, los cañones humeantes, las velas desplegadas de las naves, así como las chalupas que se deslizan rumbo a la orilla, las gaviotas que planean sobre el agua, veleros que surcan mares tempestuosos, luchando contra olas gigantescas, brillantes cimitarras y kriss afilados y mortíferos.

A lo largo del mundo y a pesar de su escasa calidad literaria, centenas de lectores se han dejado cautivar por Salgari. De otro modo, no podría explicarse el éxito que, casi un siglo después de que estas obras vieran la luz, tuvieron películas y series de televisión basadas en ellas: la producción cinematográfica de Sandokán dio al actor indio Kabir Bedi una popularidad inesperada. Además, también se produjo una renovación espléndida de la producción literaria de Salgari, con reimpresiones de sus obras en varias ediciones y con reducciones en cómics.

Otras obras famosas son: Los náufragos del Oregón; Los piratas de la Malasia; la serie de El Corsario Negro, de la que fue continuación La reina de los Caribes; La reconquista de Mompracén, etc.

LU

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