Sáinz de Robles, Federico Carlos (1898-1983).
Poeta, narrador, ensayista, dramaturgo, periodista e historiador español, nacido en Madrid en 1989 y fallecido en su ciudad natal en 1983. Viva reencarnación de la antigua figura del polígrafo humanista del Renacimiento, acumuló una vasta diversidad de saberes que le permitieron brillar a gran altura en el cultivo de todos los géneros literarios que estuvieron en boga en su tiempo, aunque en la actualidad es más recordado por su fecunda labor de antólogo de la literatura española y compilador de anécdotas y sucesos históricos relacionados con la Villa de la Madrid, de la que fue nombrado "Cronista Oficial" en 1966. Fue padre del escritor y magistrado Federico Carlos Sainz de Robles y Rodríguez.
Nacido en el seno de una familia acomodada que tenía fijada su residencia en el número 49 de la madrileña calle de Goya, desde su más tierna infancia su vida estuvo permanentemente ligada a los acontecimientos cotidianos de la capital de España y, simultáneamente, a su tenaz dedicación al estudio de las disciplinas humanística, que, todavía en su niñez, le llevaron precozmente a cursar estudios medios de Latín y Filosofía en el célebre Seminario de San Dámaso. Posteriormente, el joven Federico Carlos completó el Bachillerato en el no menos prestigioso Instituto Cardenal Cisneros, de donde pasó a cursar estudios superiores en la Facultad de Derecho y Filosofía y Letras de la Universidad Central de Madrid.
A partir de 1918, comenzó a darse a conocer como escritor por medio de las frecuentes colaboraciones que publicó en diferentes periódicos y revistas de la época, colaboraciones que pronto le granjearon un merecido prestigio periodístico difundido e incrementado, a lo largo de toda su vida, por los numerosos artículos que dejó estampados en La Voz, El Sol, ABC, Madrid, La Vanguardia, Nuevo Mundo, La Estafeta Literaria, Punta Europa, Villa de Madrid, etc. Especialmente elogiadas fueron las críticas teatrales que, durante muchos años, publicó en el rotativo Madrid, en las que exhibió unos vastos conocimientos dramáticos, una sagaz capacidad analítica y un generoso espíritu crítico que le consagraron como una de las autoridades literarias más destacadas del momento.
A lo largo de su longeva existencia, Federico Carlos Sainz de Robles desempeñó importantes funciones en organismos e instituciones oficiales y en diferentes empresas privadas de la cultura española del siglo XX. Fue Archivero-bibliotecario-arqueólogo del Ayuntamiento de Madrid, miembro del Instituto de Estudios Madrileños y de la Hispanic Society of America, y asesor de las principales editoriales de su tiempo.
En su faceta de escritor, dejó un voluminoso y documentadísimo legado impreso acerca de la Villa Corte, en el que sobresalen algunos títulos como Historia y estampas de la Villa de Madrid; Por qué es Madrid capital de España; Madrid: crónica y guía de una ciudad impar; Autobiografía de Madrid; Cuerpo y alma de Madrid; Los teatros de Madrid; Mis primeros recuerdos madrileños; Crónica y guía de la provincia de Madrid; Cielo y tierra de Madrid; La estrella de Madrid; etc.
No menos fecundas y valiosas fueron sus investigaciones y recopilaciones sobre la literatura española de todos los tiempos, plasmadas en volúmenes tan relevantes como los titulados Lope de Vega; Raros y olvidados; Cuentos viejos de la vieja España (1941); Historia y antología de la poesía española (en lengua castellana) del siglo X al XX (1943); Ensayo de un Diccionario de literatura (1947); La novela española del siglo XX; Los movimientos literarios (1955); etc. Su pasión por el Arte de Talía le permitió escribir la que tal vez sea su obra más importante dentro de esta serie de estudios y ensayos dedicados a las Letras hispánicas, Historia y antología del teatro español (1942-1943), compuesta por siete gruesos volúmenes. Este amor por las artes escénicas le permitió ocupar la dirección del Teatro Nacional Español (1963-1964), pero también triunfar como creador dramático con el estreno de algunas piezas que, aunque hoy en día no merecen la atención de críticos y lectores, gozaron en su época del aplauso del público y del reconocimiento de los medios culturales oficiales (fue galardonado en dos ocasiones con el Premio Nacional de Teatro). Tal vez su obra dramática mas apreciada en la actualidad sea la titulada El alma en tormento.
Dentro de sus incursiones en el cultivo del género poético, conviene recordar aquí los poemarios titulados La soledad recóndita y El silencio sonoro, reveladores de una honda y auténtica sensibilidad lírica expresada desde el respeto y la devoción hacia los temas y los moldes formales clásicos de la más pura tradición literaria española. También fue autor de una espléndida novela (Mario en el foso de los leones, de 1925), así como de numerosos ensayos de carácter histórico y artístico, como Castillos de España; Vida, pasión y muerte de Rodrigo Calderón; y Las grandes figuras de la humanidad, escrito en colaboración con su hijo.
Véase España: Literatura.
J. R. Fernández de Cano
