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DeportesBiografía

Sainz, Carlos (1962-VVVV)

Carlos Sainz y Luis Moya, campeones del mundo con Toyota.

Piloto de carreras español, bicampeón mundial de rallies, nacido en Madrid el 12 de abril de 1962. Representa uno de los pocos casos de deportista multidisciplinar que ha demostrado aptitudes en la práctica de varias especialidades. Consiguió ser subcampeón de España de squash y practicó motociclismo, fútbol, esquí, balonmano y ciclismo antes de decantarse definitivamente por el automovilismo y las pruebas de rally. En esta disciplina deportiva consiguió diversos títulos nacionales antes de disputar, junto a su copiloto Luis Moya, las pruebas del Campeonato del Mundo que le convertirían en el mejor corredor español de rallies de todos los tiempos.

En 1981 comenzó a competir como profesional simultaneando los rallies y las carreras de velocidad y se adjudicó sus dos primeros títulos, la Copa Seat Panda y la Copa Renault Iniciación. En 1985 abandonó la escudería Seat y fichó por la francesa Renault para convertirse en subcampeón de España. También en 1986 ocupó la segunda posición del campeonato nacional. Un año después, Sainz recaló en Ford, debutó con éxito en el Campeonato del Mundo y consiguió su primer Campeonato de España después de adjudicarse siete victorias parciales. En 1988 revalidó el título nacional, ya junto a Luis Moya como copiloto, y en la temporada siguiente participó en todas las pruebas del Mundial a las órdenes de la escudería japonesa Toyota.

En 1990 su prometedora trayectoria profesional cristalizó con el título de campeón mundial de rallies, el primero de su carrera y también el primero que obtenía un corredor español. Al año siguiente no consiguió revalidar el título y tuvo que conformarse con la segunda posición por detrás del finlandés Juha Kankkunen pero en 1992 recuperó el cetro mundial haciendo gala de una regularidad aplastante durante toda la temporada y demostrando ser uno de los pilotos más prácticos del circuito.

Abandonó Toyota en 1993 para firmar con Lancia una de sus actuaciones más pobres en el Campeonato del Mundo. Sólo consiguió ser octavo en la temporada en la que el finlandés Kankkunen conseguía su cuarto título mundial. Un año después se integró en la escudería Subaru pero, perseguido por problemas mecánicos y algunas lesiones, sólo pudo adjudicarse el subcampeonato en 1994, por detrás del francés Didier Auriol, y en 1995, tras su compañero de equipo, el británico Colin McRae. Regresó a las filas de Toyota, pero una sanción apartó durante dos años a la marca japonesa de la competición y Sainz y Moya ficharon por Ford.

En 1996 y 1997, el combinado español disputó el Mundial con opción al título hasta el final, pero sólo pudo acabar tercero por detrás del nuevo rey del circuito, Tommi Makinen, y de McRae. 1998 fue sin duda una de las temporadas más críticas para el piloto madrileño y también para la afición española de este deporte. Inició el año con una victoria en Montecarlo al volante nuevamente de un Toyota y también se proclamó campeón en Nueva Zelanda, batiendo el récord de triunfos en el Campeonato con 22 carreras ganadas. Tenía todo a su favor para conseguir su tercer título mundial cuando a 500 metros de la meta de la última prueba de la temporada, el rally de Gran Bretaña, una avería en el motor de su coche le privó de la victoria y concedió el título nuevamente al finlandés Makinen.

Carlos Sainz disputa el rally San Remo.

Después de la traumática derrota en la prueba británica y tras el anuncio de Toyota de retirarse del mundial de rallies para disputar pruebas de Fórmula 1, Sainz ficha por Ford para concluir la temporada 1999; fue un año irregular en el que sólo consiguió ser cuarto en la clasificación general, con idéntica puntuación que Kankkunen. En 2000 se adjudicó la victoria en el rally de Chipre, la vigesimotercera de su carrera en el Mundial, y finalizó el circuito en tercera posición, por detrás del finlandés Marcus Grönholm y del británico Richard Burns. Durante la siguiente temporada volvió a sufrir un grave infortunio en el rally de Gran Bretaña. Por primera vez en sus quince años de participación en el Mundial y con más de 150 rallies en su palmarés, el piloto español protagonizó un accidente en el que resultaron heridos quince espectadores, aunque afortunadamente ninguno de gravedad. Hundido moralmente, Sainz abandonó la prueba y perdió cualquier opción de alcanzar el podio. El madrileño acabó sexto en la clasificación del Mundial 2001 en la que el piloto británico Richard Burns se coronó como nuevo campeón mundial de rallies.

Tampoco 2002 fue una buen año para el veterano piloto. Logró una victoria parcial en el rally argentino, vigesimocuarta en su palmarés, gracias a las descalificaciones de Burns y Grönholm, pero a lo largo de toda la temporada su Ford no logró ser competitivo frente al dominio absoluto de los Peugeot. El Mundial concluyó con el finlandés Grönholm como nuevo campeón y Sainz subido al tercer cajón del podio. Quince años después de su debut en el Campeonato Mundial de Rallies, el piloto madrileño firmaba una envidiable trayectoria con dos títulos absolutos, cinco segundos puestos y tres terceros. Finalizado su contrato con Ford y a la espera de nuevas ofertas de otras escuderías, Carlos Sainz barajó la idea de tomarse un año de descanso aunque finalmente aceptó la oferta de Citroën y decidió seguir en activo. El acuerdo con la firma francesa para pilotar un Xsara en el Mundial 2003 fructificó después de que Sainz aceptara una rebaja sustancial de su remuneración pero su copiloto rechazó una reducción tan drástica de su salario. La separación de la pareja más popular del automovilismo español se hizo efectiva y Luis Moya, el eterno acompañante del piloto madrileño, fue sustituido por Marc Martí, copiloto habitual de Chus Puras.

Carlos Sainz, al volante de su Citröen.

El arranque de la temporada 2003 en Montecarlo dejó excelentes sensaciones entre los seguidores del piloto madrileño que consiguió subir al podio, por detrás de Sebastien Loeb y Colin McRae. Los buenos presagios se confirmaron en Turquía, tercera prueba puntuable del año en la que Sainz conquistó la victoria número 25 de su carrera en el Mundial, una cifra con la que igualaba el récord histórico que hasta entonces mantenía en solitario el escocés Colin McRae. Subió al podio dos veces más, en Argentina y Grecia, y también conquistó la segunda posición en el rally de Córcega, antepenúltima prueba del campeonato, para colocarse líder del Mundial a falta de dos carreras. Pese a las extraordinarias opciones del bicampeón mundial de revalidar el título, el infortunio volvió a cruzarse en la trayectoria del piloto madrileño: perdió el liderato en casa, después de concluir séptimo el rally de Catalunya, y tuvo que abandonar el RAC británico con su Citroën empotrado en un barranco. El noruego Petter Solberg rentabilizó los errores del español y se coronó nuevo campeón mundial.

Entre otras distinciones, ha sido galardonado, junto a su copiloto Luis Moya, con el trofeo especial siete estrellas de la Comunidad de Madrid (1990) y con la medalla de oro al mérito deportivo del Ayuntamiento de la capital (1991). Figuró entre los finalistas al Premio Príncipe de Asturias de los Deportes, otorgado a Sergei Bubkaen 1991 y a Javier Sotomayor en 1993. El 24 de abril de 1991 recibió del Consejo Superior de Deportes (CSD) uno de los Premios Nacionales del Deporte, y en mayo de 2004 la Fundación Barreiros le concedió el premio a la Figura de Reconocido Prestigio en el Campo de la Automoción.

A pesar de que su gran carrera deportiva no se ha visto acompañada por títulos mundiales en los últimos años, sí que puede presumir de un récord en el Mundial de Rallies: el de victorias absolutas en pruebas, pues sumó 26 al vencer el 18 de julio de 2004 en el Rally de Argentina, una más que el anterior récord que mantenía Colin McRae. Al final de la temporada 2004 acabó cuarto en la clasificación general, con 73 puntos, con seis terceros puestos y tres cuartos. El 28 de noviembre de ese mismo año Sainz se despidió de la afición madrileña pilotando su Citröen por las calles de la capital.

El palmarés de Sainz es extraordinario: 26 victorias absolutas en pruebas del Mundial, dos veces campeón del mundo (1990 y 1992), cuatro veces subcampeón (1991, 1994, 1995 y 1998) y cinco veces tercero. Ha sido, además, cuatro veces campeón del mundo de constructores (1995 con Subaru; 1999 con Toyota; y 2003 y 2004 con Citröen); ha terminado en el podio once de los catorce campeonatos del mundo en los que ha participado; y ha participado en 193 carreras (148 de ellas terminadas). Números estos, en definitiva, que le convierten en uno de los más grandes pilotos de rallies de la historia. Su marcha ha dejado una impronta difícil de superar, sobre todo en una afición española acostumbrada a sus éxitos y a su "bendita" mala suerte.

En junio de 2005 Sainz abandonó temporalmente su retiro para participar en el rally de Turquía a petición de su antiguo equipo, Citroën, el cual había expulsado al belga Francois Duval por sus malos resultados. Sainz accedió a complacer el favor que le pedía la escudería francesa y terminó en un meritorio cuarto puesto. Sin embargo, no sería su adiós definitivo, pues corrió el Acrópolis de nuevo ese mismo mes, e incluso consiguió de nuevo subirse al cajón, su 97º podio, pues acabó la prueba griega en tercera posición.

Sainz anunció que en 2006 correría el Rally París-Dakar, un nuevo reto para el campeón madrileño. Y así lo hizo. Tuvo un arranque espectacular, liderando la prueba en las primeras etapas, todavía en Europa. Cuando la caravana del Dakar pisó África, se pensaba que Sainz perdería todas las opciones, pero ganó de nuevo la segunda etapa que se corría en suelo africano, y confirmaba sus aspiraciones al triunfo. Sin embargo, la rotura del embrague de su Volkswagen Touareg en una de las etapas de dunas, que obligó al madrileño a perder mucho tiempo mientras llegaba la asistencia, hizo que se esfumaran todas las opciones a ganar la prueba. A pesar de todo, acabó undécimo, y volvió a España con buenas vibraciones para intentarlo al año siguiente. Al año siguiente, el día 2 de noviembre, se proclamó ganador del Campeonato del Mundo de Rallys Todoterreno 2007.

En la edición del rallye París-Dakar, disputado en territorios de Argentina y Chile en el 2009, la participación de Carlos Sainz fue destacada, aunque terminó con una frustración para el piloto español, cuando, a dos días de finalizar la competición, y liderando la clasificación, su coche Volkswagen cayó desde una altura de 4 metros, por lo que tuvo que abandonar la carrera.

En su cuarta participación (París-Dakar 2010), el piloto español tuvo al fin la satisfacción deseada de arribar, con escasa diferencia de tiempo, 2m 32s, la más baja de todas las ediciones anteriores, por delante de su compañeros de equipo, Al-Attiyah y Mark Miller, quienes completaron el podio con la misma escudería. Primera vez que gana esta competencia un piloto español en la categoría de coches.

El Dakar 2011 arrancó con Carlos Sainz como líder al proclamarse ganador de la primera etapa del rallye, posición que conservó las seis etapas siguientes; sin embargo, en la etapa 8 se colocó lider Nasser Al-Attiyah y Sainz pasó a ocupar el segundo puesto. En la etapa 11, Sainz sufrió un accidente al precipitarse en un socavón que se saldó con la rotura de la suspensión delantera del vehículo y, por tanto, con la pérdida de su segunda posición. Finalmente, Sainz terminó el rallye en tercera posición tras sus compañeros de equipo Nasser Al Attiyah (campeón 2011) y Giniel de Villiers. Tras finalizar esta edición, Carlos Sainz pasó a formar parte del equipo Volkswagen como asesor y como tal promovió el primer fichaje del equipo, Sebastien Ogier. En septiembre de 2011 trabajó junto a Ulrich Hackenberg para preparar el regreso de Volkswagen al mundial 2013. En marzo de 2012 volvió a probar el Polo WRC en Almería para prepararlo para los rallyes de tierra.

Autor

  • Isabel Sánchez Calvo