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Ocio y entretenimientoBiografía

Ruiz Vázquez, Manuel, o "Arruza" (1955-VVVV).

Matador de toros mejicano, nacido en Ciudad de México el 15 de enero de 1955. Es hijo del famoso torero azteca Carlos Ruiz Camino ("Carlos Arruza"), de quien heredó el apelativo artístico, y hermano del caballero rejoneador Carlos Ruiz Vázquez, que se anunció en los carteles con el mismo remoquete que hiciera universalmente célebre su padre.

El hecho de haber nacido en el seno de una familia permanentemente volcada hacia el mundo de los toros facilitó sus inicios en el duro oficio taurino. Así, tras una brillante andadura novilleril, con tan sólo dieciocho años de edad consiguió ser admitido en el escalafón superior de los matadores de reses bravas, merced a la alternativa que le concedió, en el circo taurino de Guadalajara, el coletudo de Villa de Guadalupe (en el estado de Nuevo León) Eloy Cavazos Ramírez. Corría, a la sazón, el día 22 de octubre de 1973, fecha en la que también hizo el paseíllo, en calidad de testigo de esta ceremonia, el espada de Ciudad de México Francisco Víctor Leal López ("Curro Leal"), quien presenció cómo "Manuel Arruza" se doctoraba con la lidia y muerte de un burel perteneciente a la ganadería de Cabrera.

Al cabo de un año, comoquiera que esta alternativa se había producido en una plaza de provincias, "Manuel Arruza" quiso confirmar la validez de su título de doctor en tauromaquia en las arenas de la capital mejicana. De ahí que, el día 22 de diciembre de 1974, en la plaza Monumental de México, hiciera el paseíllo en compañía del susodicho Eloy Cavazos, quien volvió a oficiar de padrino en esta ceremonia de confirmación. El cartel lo completaba, a guisa de testigo, el matador español Pedro Gutiérrez Moya ("Niño de la Capea"), y los toros jugados aquella tarde pertenecían a la divisa mejicana de Garfias.

A tenor de los triunfos logrados en su país a lo largo de aquella campaña de 1974, "Manuel Arruza" decidió cumplir el sueño de todo espada hispanoamericano y cruzar el Atlántico para presentar su arte en las arenas de la Península, donde el beneplácito de la afición otorga la verdadera dimensión de figura del Arte de Cúchares. Así las cosas, el día 20 de mayo de 1975, en pleno ciclo isidril, el diestro de Ciudad de México se vistió de luces en la capital de España dispuesto a recibir de nuevo la alternativa, apadrinado ahora por el coletudo jiennense Sebastián Palomo Martínez ("Palomo Linares"); el cual, bajo la atenta mirada del malogrado espada gaditano Francisco Rivera Pérez ("Paquirri"), que hacía las veces de testigo, le cedió los trastos con los que había de muletear y despenar a estoque a un morlaco marcado con el hierro de don José Benítez Cubero, que proporcionó los toros jugados aquella tarde (salvo un remiendo de don Miguel Higuero Vidarte). Cuentan las crónicas de entonces que el ilusionado "Manuel Arruza" anduvo valiente e inspirado en la lidia de su primer enemigo, al que cortó una oreja, lo que le sirvió para recibir numerosas ofertas de diferentes plazas españolas a lo largo de toda aquella temporada.

En efecto, cerró su primera campaña española después de haber cumplido cuarenta y un contratos, por lo que regresó a su México natal convertido en una de las máximas figuras del toreo azteca contemporáneo. Sin embargo, estos éxitos españoles no se repitieron en temporadas sucesivas, salvo en la campaña de 1983, en la que volvió a ofrecer una actuación inspiradísima en las arenas capitalinas de Las Ventas. Ocurrió el día 12 de octubre de dicho año, cuando "Manuel Arruza" hizo el paseíllo en compañía del matador colombiano Jaime González Sandoval ("El Puno") y el diestro gaditano José Hernández ("El Melenas"), para enfrentarse entre los tres con un peligroso encierro criado en las dehesas de la legendaria ganadería de Pablo Romero. Aquella tarde, el hijo del añorado "Carlos Arruza" hizo recordar a los viejos aficionados los ya lejanos triunfos de su padre, en medio de dos clamorosas vueltas al ruedo que le obligó a dar la afición ante la negativa de la presidencia a conceder orejas al torero mejicano (negativa justa, pese al delirio del público, pues estaba fundamentada en los fallos de "Arruza" en el manejo del acero). Con el crédito recobrado en la Península, "Manuel Arruza" concluyó su campaña española de aquel año con un total de veinticuatro corridas toreadas.

Bibliografía.

  • COSSÍO, José María de: Los Toros (Madrid: Espasa Calpe, 1995). (2 vols.).

  • GUARNER, Enrique: Historia del toreo en México (México, 1979).

  • ORTIZ BLASCO, Marceliano: Tauromaquia A - Z (Madrid, 1991). (2 vols.).

  • Diccionario de la Tauromaquia (Madrid: Espasa Calpe, 1995).

  • VILLATORO, Ángel: Antología taurina mexicana (Madrid, 1964).

  • VINYES RIERA, Fernando: México, diez veces llanto (Madrid: Espasa-Calpe, 1987).

Autor

  • JR.