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QuímicaBiografía

Rowland, F. Sherwood (1927-2012)

Científico estadounidense, nacido el 28 de junio de 1927, en Delaware, en el estado de Ohio, y fallecido el 10 de marzo de 2012, que fue premio Nobel de Química en 1995. Realizó sus estudios primarios y secundarios en las escuelas públicas de su ciudad natal, y ya desde entonces fue animado por sus profesores a dedicarse al estudio de las ciencias. Se graduó en su High School en 1943 y, al contrario que sus otros compañeros de promoción, no tomó parte en la guerra, ya que prefirió incorporarse a la Universidad, en la que se graduó en 1945, a la edad de dieciocho años. Casi al término de la contienda decidió enrolarse en la armada, y allí prestó sus servicios manejando el radar. Tres años más tarde tomó la determinación de terminar sus estudios universitarios, para lo cual escogió la Universidad de Chicago; consiguió una beca de la Comisión de Energía Atómica y se dispuso a conseguir el doctorado en Química.

En el Departamento de Química de dicha facultad, tuvo como mentor a Willard F. Libby -que había recibido el Nobel en 1960 por el desarrollo del procedimiento del carbono-14-, quien introdujo a Sherwood en su equipo, dedicado al estudio de la química radiactiva, y le dio nociones para llegar a ser un científico competente. Tuvo la oportunidad de estudiar con científicos muy importantes, como Harold Urey, Maria Goepper Mayer y Fermi, que habían o iban a recibir el Nobel.

Durante sus años universitarios se casó con Joan Lundberg, en 1952, que estudiaba en la misma universidad, con la que continúa casado en la actualidad y que le ha dado dos hijos, Ingrid y Jeffrey. Su tesis doctoral versó sobre el estado químico del ciclotrón producido en los átomos de bromino; al terminarla, en 1952, marchó a la Universidad de Princeton con el cargo de Instructor del Departamento de Química. Durante los dos años siguientes estuvo trabajando para el Brookhaven National Laboratory; experimentó con una mezcla de azúcar y litio carbonado dentro del flujo de neutrones del reactor nuclear de Brookhaven en lo que fue el primer paso para lograr la síntesis de la glucosa de tritio radiactivo, de lo cual se hizo eco un artículo publicado en la revista Science; También experimentó en un nuevo subcampo de la química atómica del tritio. Estos trabajos fueron muy del interés de la Comisión de Energía Atómica (A.E.C), que se interesó por estos derroteros de la química, y decidió subvencionarlos.
En 1956, fue profesor de la Universidad de Kansas, que le daba especiales facilidades para trabajar en radioquímica. Allí formó su propio grupo de investigación, al que se unieron numerosos estudiantes de todo el mundo, incluyendo Europa y Japón. Durante los siguientes ocho años, las investigaciones de este equipo acerca de las reacciones de los átomos de tritio, fueron verdaderamente productivas.

En 1965 se mudó de nuevo, esta vez a California, para hacerse cargo del Departamento de Química de la Universidad, en el que continuó investigando junto a su equipo, gracias al apoyo financiero de la A.E.C -que ha durado hasta 1994, año en que la NASA pasó a constituir el principal soporte económico-. La química atómica continuaba siendo el principal objeto de su atención, aunque el radio de acción se amplió al sector de la fotoquímica, gracias al uso del tritio y del carbono-14 y, más tarde, de la química del clorino y del fluoclorino con isótopos radiactivos.

En 1971 tuvo lugar un hecho decisivo en su vida; un viaje a Austria para participar en una conferencia internacional sobre la energía atómica, en la que se trataban de dilucidar los beneficios de dicha energía para el medio ambiente; en febrero de 1972 se convocó otra de estas reuniones en Fort Lauderdale, en Florida. A raíz de ésta comenzó a interesarse por el efecto del clorofluorocarbono en la atmósfera, lo que le llevó a descubrir el agujero de ozono. Desde 1973, y durante las dos décadas siguientes, el trabajo de su grupo de investigación se ha encaminado cada vez más a la química atmosférica y menos hacia la radioquímica (uno de los motivos fue que en 1974 el problema del efecto de los clorofluorocarbonos en el ozono se hizo público), lo que ha motivado que, en la actualidad, él y su equipo continúen trabajando en la grave cuestión del agotamiento del ozono en la atmósfera.

Autor

  • Lourdes Mata Anchisi