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LiteraturaBiografía

Rokha, Pablo de (1894-1968).

Escritor chileno nacido en Licantén en 1894 y muerto en 1968. Su verdadero nombre era Carlos Díaz Loyola.

Su padre fue don José Ignacio Díaz y su madre doña Laura Loyola, quienes tenían 21 y 14 años respectivamente cuando tuvo lugar el nacimiento del poeta. Parte de su infancia transcurrió en el fundo Pocoa de Corinto, el cual era administrado por su padre. En 1901 comenzó sus estudios en la Escuela Pública nº3 de Talca, cuyo director era don José Tomás Jara, padre del poeta Max Jara. Sobre este período cabe destacar las palabras de Juan de Luigi en el libro del propio De RokhaIdioma de Mundo (1958): “Acompañaba a su padre en las excursiones campesinas, a los boquetes cordilleranos. Cuando de estudiante iba de Talca a Licantén, lo hacía a caballo, acompañado por su padre o por el “rucio Caroca”, al que recuerda en muchos de sus versos. En esas andanzas se encontró, inclusive con algunos bandoleros de gran fama en su tiempo y que murieron fusilados. Ellos también eran distintos y Pablo recuerda algunos rasgos de generosidad y caballerosidad. Esto ha dejado su marca en Pablo de Rokha. Mejor dicho forma parte del núcleo medular de lo que es él en su vida y de lo que en su obra crea.”

Posteriormente la familia se trasladó a Lonquimay y Carlos Díaz interrumpió sus estudios por un año. Ingresó luego en el Seminario Conciliar San Pelayo, donde permaneció hasta 1911, momento en que fue expulsado acusado de ateísmo, a causa de la lectura de autores "prohibidos" como Voltaire y Rabelais. En este lugar fue donde le asignaron el apodo de Amigo Piedra, título que dará a su autobiografía tiempo después. Viajó luego a Santiago, donde terminó los estudios de humanidades y se inscribió en la Universidad de Chile para estudiar Derecho. En este período llevó una vida bohemia y se relacionó con algunos importantes poetas chilenos del período. Publicó algunos artículos en periódicos como La Razón y La Mañana y sus primeros poemas en la revista Juventud, de la Federación de Estudiantes de esa casa de estudios. Sus textos tienen una fuerte carga anticlerical, lo que supuso fuertes ataques de la crítica. En 1914 regresó a Talca y allí recibió de regalo un libro de poemas titulado Lo Que Me Dijo El Silencio, de Juana Inés de La Cruz, seudónimo de Luisa Anabalón Sanderson, quien sería su esposa dos años después y con la que compartiría no sólo una vida sino también sus fervientes ideales, su estética de lo popular y su apego a la soledad, a la crítica del mundo que le rodeaba y su pasión poética y humana.

En 1916 apareció su primer libro de versos en la revista Selva Lírica con el nombre de Versos de Infancia. En él puede apreciarse la influencia de los pensadores alemanes, del movimiento romántico y del anarquismo. De Rokha leía y admiraba a Walt Whitman y sintió un profundo entusiasmo por la filosofía de Nietzsche y Schopenhauer. En 1917 publicó una selección de poemas en la antología Selva Lírica. Un año más tarde editó el libro Sátira y otro inconcluso con el título de El Folletín Del Diablo en la revista Claridad en 1920. Ese mismo año el poeta regresó a Santiago con su esposa -también poeta y ahora con el seudónimo de Winett de Rokha- y en esta ciudad dirige la revista Numen. En estos momentos se adhirió al movimiento anarquista internacional, al mismo tiempo que trabajaba en un negocio de compra y venta de productos agrícolas que fue un fracaso.

Entre 1922 y 1924 residió en san Felipe y comenzó una gran etapa productiva donde se reconoce la orientación hacia una poesía social y antifascista. En 1922 publicó su libro mayor, Los Gemidos, del que, según la apreciación de Naín Gómez “No se vendieron más de una docena de ejemplares... fue vapuleado y comentado ácidamente por la crítica más influyente (...) Fue tildado de “literatura patológica”, “páginas delirantes”, “obscenidades”, de “tendencia no inclinada hacia finalidades de verdadero arte”, “expresiones desaforadas, denuestos y palabrotas”. El libro recibió, en cambio, un ferviente elogio del por entonces joven de 18 años Pablo Neruda. Este texto rompía absolutamente con la literatura tradicional de corte naturalista y modernista, y representaba la identificación con la crisis histórica del país al mostrar la fragmentación y amplia diferenciación de los grupos sociales. Se trata de un extenso canto en prosa poética entre cuyas divisiones se intercalan temas de tipo económico, político, social, religioso, sexual y de la vida cotidiana, etc.

En esta primera obra está presente el estilo al que recurrirá el poeta en sus producciones posteriores: hiperbolización del intimismo, resabios romántico-simbolistas, expresionismo grotesco, naturalismo social en la línea coloquial fundada por Carlos Pezoa Véliz, repetición que intensifica la emoción, etc. Sin embargo, la mayor parte de sus libros se vendieron muy poco; él mismo afirmaba que de Los Gemidos no fueron comprados más de diez ejemplares; por su parte, Escritura de Raimundo Contreras, de 1929, tuvo que esperar casi quince años en la imprenta hasta que fue rescatado. Las primeras ediciones de sus libros son muy escasas y difíciles de encontrar.

Entre 1938 y 1942 trabajó intensamente en labores sociales. Su poesía en esta época fue de circunstancia, y también se dedicó a escribir discursos y artículos políticos. Ingresó en el Partido Comunista, dentro del cual consiguió ser candidato a diputado. No obstante, fue expulsado posteriormente, y desde entonces comenzó una dura crítica a este Partido y, sobre todo, al poeta Pablo Neruda.

Su figura convulsionaba la vida literaria de la época, no sólo por sus palabras duras y profundas en torno a temas conflictivos en los que, al margen del mencionado poeta norteamericano, había influencias de los “poetas malditos”. Su filiación política y su ideología marxista-leninista también tuvieron gran influencia, como podemos ver en el “Canto del Macho Anciano” del libro Acero de Invierno (1961):

Aquestas personas horrendas, revolcándose
en el pantano de los desclasados del idealismo o masturbándose o suicidándose
a patadas ellos contra ellos,
mientras el denominador común humano total se muere de hambre
en las cavernas de la civilización, y la “cultura capitalista” desgarra a dentelladas
la desgracia de la infancia proletaria en el Capitalismo,
o la tuberculosis
es una gran señora que se divierte fotografiando los moribundos
estimulándose las hormonas con la caridad sádico-metafísica,
especie de brebaje de degolladores...

En 1951 murió su esposa, situación que dejó al poeta triste y solo. El 21 de marzo de 1968 murió su hijo Pablo y el 10 de septiembre del mismo año se suicidó, agobiado por enfermedades y problemas económicos.

Otras de sus obras son: Heroísmo Sin Alegría (1926), Cosmogonía (1927), U (1927), Satanás (1927), Suramérica (1927), Ecuación, Canto de la Fórmula Estética (1929), El Canto de Hoy (1932), Jesucristo (1933), Canto de Trinchera (1933), Los Trece (1935), Oda a la Memoria de Gorki (1936), Imprecación a la Bestia Fascista (1937), Moisés (1937), Gran Temperatura (1937), Cinco Cantos Rojos (1938), Morfología del Espanto (1942), Canto al Ejército Rojo (1944), Los Poemas Continentales (1945), Interpretación Dialéctica de América y los Cinco Estilos del Pacífico (Chile, Perú, Bolivia, Colombia, Ecuador) (1948), Carta Magna del Continente (1949), Arenga Sobre el Arte (1949), Fusiles de Sangre (1950), Funeral Por los Héroes y los Mártires de Corea (1950), Fuego Negro (1953), Arte Grande (1953), Antología (1953), Neruda y Yo (1956), Idioma del Mundo (1958), Genio del Pueblo (1960), Estilo de Masas (1964) y Mundo a Mundo (1966).

Rokha recibió el Premio Nacional de Literatura en 1965.

Bibliografía

  • N. Nómez. Pablo de Rokha: historia, utopía y producción literaria. (Ottawa, 1991).

Autor

  • Andrea VieraRené Salinas Meza