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Rohmer, Eric (1920-2009).

Director de cine francés nacido en Nancy el 4 de abril de 1920, cuyo verdadero nombre es Jean-Marie Maurice Schérer. Falleció a los 89 años en París, el 12 de enero de 2009.

Estudió en el Liceo Enrique IV de París y desde muy joven colaboró en varias publicaciones cinematográficas (Revue de Cinema, Arts, Les Temps Modernes, La Parisenne), lo que le permitió entrar de lleno en el conocimiento del cine y descubrir algunas de las películas que marcarán su vida, como Quai des brumes (1938), de Marcel Carné, y Sucedió una noche (1934), de Frank Capra. Durante esa época impartirá además clases de Literatura, una actividad que desarrollaría hasta 1950, y realizará algunos cortometrajes.

Para entonces ya había escrito Mi noche con Maud y había publicado su única novela, Elizabeth, bajo el pseudónimo de Gilbert Cordier. Como Dirk Peters firmará años después "Bérenice", un episodio incluido en la producción para televisión Les histories extraordinaires de Edgar Allan Poe (1965). Su vinculación cultural más importante será con la revista La gazette du cinéma y algunos centros de cineclub, como Objectif 49 y Quartier Latin. Al igual que las películas de Carné y Capra habían cambiado su orientación profesional, Stromboli (1949), de Roberto Rossellini, cambió su carácter espiritual y lo inclinó hacia el catolicismo.

En 1951 participó en el nacimiento de Cahiers du Cinéma, que vio su primer número en abril. Siete años después, André Bazin desapareció de la cabecera y Rohmer recogió el testigo, desempeñando el cargo de editor jefe durante 6 años. Ambos compartían la afirmación de que el cine debía reproducir mecánicamente la realidad, pero Rohmer fue acusado de reaccionario y fue destituido. El director se autoexilió entonces en la Televisión Escolar francesa durante siete años más. En 1957 publicó en las Editions Universitaires un libro sobre Alfred Hitchcock escrito en colaboración con Claude Chabrol. Otros libros escritos por él son Charlie Chaplin (1973), Six contes moraux (1974) y L'Oraganisation de l'espace dans le Faust de Murnau (1977). Ese mismo año escribió el guión de Charlotte et Véronique, Ou tous les garcons s'apellent Patrick, cortometraje de Jean-Luc Godard. Su primera película, El signo del león (1959), fue producida por Claude Chabrol. Con un presupuesto reducido, decorados naturales y un breve reparto, Rohmer narraba en términos de caída y auge los avatares de un músico. Fue un fracaso rotundo, pero le hizo darse cuenta de cuál era la vía que debía seguir en adelante.

Desde esa fecha su carrera ha estado producida por Les films du Losange, una productora fundada por Barbet Schroeder. También desde entonces Rohmer ha gustado de agrupar su filmografía en series, ciclos y experimentos. Los “seis cuentos morales” son su primera entrega. Seis relatos que el director había escrito de antemano. El ciclo se compone de un cortometraje, La boulangère de Monceau (1962) -que cuenta entre sus intérpretes con Barbet Schroeder y Bertrand Tavernier-; un mediometraje, La carrière de Suzanne (1963) -que ya anticipa el interés del director por simular la literatura dentro del cine-, y cuatro largometrajes: La coleccionista (1967), Mi noche con Maud (1969), La rodilla de Clara (1970) y El amor después del mediodía (1972). En estos primeros años Rohmer aplicaba a rajatabla sus propios principios cinematográficos, como el uso del plano largo frente al montaje; pero en 1965 publicó unas declaraciones en las que reconsideraba su trayectoria y afirmaba que hasta ese momento el montaje era la parte más importante de sus películas. La coleccionista fue protagonizada por Patrick Bauchau, con quien ya había trabajado Rohmer en La carrière de Suzanne, y que esta vez escribió parte de los diálogos a petición del director. Este título y El rayo verde (1985) serían las dos únicas ocasiones en que Rohmer contó con colaboradores para el guión. Sus guiones atenderán a distintos cánones: unos, convencionales; otros, modificados en cada día de rodaje, y casi todos con una marca de la casa: incluir personajes que desempeñan en la película la misma profesión que en la realidad, como el sacerdote de Mi noche con Maud o la decoradora de Las noches de la luna llena. Precisamente Mi noche con Maud fue la que le proporcionó el reconocimiento internacional y le decidió a dejar sus trabajos en televisión. La rodilla de Clara confirmó este reconocimiento y le valió en 1971 el National Society of Film Critics Award a la mejor película. Para entonces sus estudios se habían centrado en torno al espacio y en 1972 presentó su tesis doctoral, titulada “L’organization de l’espace dans Le Faust de Murnau”.

Los cuentos morales, que se cierran con El amor después del mediodía, tienen una base argumental muy parecida: un narrador y su relación con dos mujeres; un triángulo donde priman los pensamientos más que las acciones. Tras completar el ciclo, Rohmer decidió darse un respiro y emprendió dos adaptaciones literarias. La marquesa de O (1976), una coproducción franco-alemana donde Rohmer aparecía brevemente como soldado ruso, le hizo ganar el Gran Premio del Jurado en el Festival de Cannes (1976). La intención de Rohmer, expresada por él mismo, era seguir palabra por palabra el texto de Kleist y tratar de penetrar en otra época con el mismo acierto que lo había hecho en sus películas sobre la época actual. La segunda adaptación, Perceval le Gallois (1978), fue el resultado de un interés por la novela de Chrétien de Troyes que venía de antiguo, cuando en 1964 realizara para la Televisión Escolar un programa de apenas media hora ilustrado con miniaturas. Una vez más, Rohmer trataba en esta adaptación de adentrarse en los ideales de la época y hacerlos comprensibles para el público moderno. En esta época, a colación de su vinculación literaria, Rohmer se acercó por primera vez al teatro con Catherine de Heilbrown. No fue la única ocasión. En su segunda transición -de las “comedias y proverbios” a “los cuentos de las cuatro estaciones”-, se decidió por una obra dramática que él mismo escribió: Le trio en mi bemol (1987).

El ciclo “de comedias y proverbios” comenzó en 1980 con La mujer del aviador. La introspección emocional y el pensamiento serán de nuevo los protagonistas de sus siguientes películas, pero esta vez atendiendo a personajes que tienen en común un mismo entorno social. Los personajes de este nuevo ciclo -que comprende, además, La buena boda (1981), Paulina en la playa (1982), Las noches de la luna llena (1984), El rayo verde (1985) y El amigo de mi amiga (1987)- son más jóvenes, y las decisiones a las que se enfrentan, menos importantes; sus reacciones están más ligadas a la pasión. Aunque el ciclo tiene su inspiración en el teatro del siglo XVIII, la intención de Rohmer era ilustrar las costumbres amorosas de los años 80 a través de jóvenes franceses, en unos relatos no exentos de amargura, entre los que destaca Paulina en la playa (1983), ganadora del Oso de Plata y nominada al Oso de Oro en el Festival de Berlín de 1983. Entre tanto, Rohmer dirigió además una película puente: Cuatro aventuras de Reinette y Mirabelle (1986), que se rodó mientras el director esperaba a poder empezar El rayo verde. Las cuatro aventuras a las que alude el título se convierten en cuatro episodios: “La hora azul”, “El camarero”, “El mendigo”, “La cleptómana, la estafadora y la venta del cuadro”. A través de ellos, dos amigas, una del campo y otra de la ciudad, se hacen cargo de un diálogo profundo que ellas dotan de cierta ingenuidad. Con Cuento de primavera (1989) Rohmer inaugura un nuevo ciclo de parábolas morales. Sin un orden cronológico -en 1992 estrena Cuento de invierno, en 1996 Cuento de verano y en 1997 Cuento de otoño-, el director recupera los personajes adultos y, con el apoyo del clima, deja un poco de lado el tema amoroso para sumirse de nuevo en la reflexión. Personajes demasiado concentrados en sus propios problemas, tratados con algunos restos de la Nouvelle vague, van surgiendo del anonimato para demostrar que lo episódico y lo cotidiano puede convertirse en un discurso inteligente.

El afán de realidad, de la cámara como testigo, lleva consigo toda una filosofía profesional y creativa. Con el equipo de rodaje reducido al máximo, intenta acercarse lo más posible a la “toma única”, ensayando exhaustivamente, aprovechando la luz natural. Otra de sus marcas son los colores que asigna a cada una de sus películas, en las que también incluye alusiones pictóricas. El voyeurismo ya implícito en el cine se ve ampliado además en su temática: afecta, por ejemplo, a La rodilla de Clara o Paulina en la playa; el hecho mismo de su propio camuflaje: sus apariciones bajo disfraces, la utilización de pseudónimos o el celo con que guarda su intimidad hablan de su interés de ver sin ser visto, de mostrar sin mostrarse, que ha mantenido durante toda su carrera.

En abril de 2004 fue galardonado con el IV premio Reino de la Redonda por la "claridad de su original estilo cinematográfico"; el jurado le dio asimismo el honorífico título de "duque de Olalla", que alude al cuento del mismo título de Stevens, una de las piezas literarias favoritas de Rohmer. En octubre de ese mismo año, por otro lado, presentó su nuevo filme Triple agente, basado en la desaparición del general Skolobine, un espía ruso, durante la Segunda Guerra Mundial.

Filmografía

Cortometrajes:
1950: Journal d’un scelerat.
1951: Presentation/Charlot et son steak.
1954: Berenice.
1956: La sonate a Kreutzer.
1958: Veronique et son cancre.
1962: La boulanger de monceau (y montaje).
1964: Nadja a Paris.
1966: Une etudiante d’aujord’hui.
1968: Fermiere a montfaucon.

Largometrajes:
(Rohmer es guionista de todas sus películas)
1959: El signo del león.
1963: La carrière de Suzanne.
1965: París visto por... (episodio “Place de l’Etoile”).
1966: La coleccionista.
1969: Mi noche con Maud.
1970: La rodilla de Clara.
1973: El amor después del mediodía.
1975: La marquesa de O (y actor).
1978: Perceval, le Gallois.
1980: La mujer del aviador.
1981: La buena boda.
1982: Paulina en la playa.
1984: Las noches de la luna llena.
1985: El rayo verde.
1986: Cuatro aventuras de Reinette y Mirabelle (y actor).
1987: El amigo de mi amiga.
1989: Cuento de primavera.
1992: Cuento de invierno.
1993: El árbol, el alcalde y la mediateca.
1995: Les rendez-vous de París.
1996: Cuento de verano.
1997: Cuento de otoño.
2001: La inglesa y el duque.
2004: Triple agente.
2007: Los amores de Astrée y Céladon

Como guionista:
1957: Tous les garçons s’appelent Patrick.

Como actor:
1970: Out One: Spectre.
1994: Citizen Langlois.

Trabajos para televisión:
1964: Les cabinets de physique au XVIII Siecle; Perceval ou le conte du Graal; Les metamorphoses du paysage industriel; Les histoires extraordinaires d’Edgar Allan Poe; Don Quichotte.
1965: Victor Hugo: les contemplations; Mallarme; Les caracteres de la Bruyere Pascal; Carl Theodor Dreyer.
1966: Louis Lumiere; Le Breton; Hugo Architecte; Le celluloid et le marbre.

Autor

  • Cristina Manzano Espinosa