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PinturaBiografía

Rodríguez de Guzmán, Manuel (1818-1867).

Pintor español; nació en Sevilla y murió en Madrid. Además de estudiar en la Escuela Provincial de Bellas Arrtes de santa Isabel de su ciudad natal, fue discípulo de José Domínguez Bécquer, del que heredó el gusto por la temática costumbrista, que manejó con buen gusto y gracia, así como con buen dibujo y rico colorido. Pronto destacó y entabló amistad con pintores de Madrid como Leonardo Alenza y, sobre todo, Eugenio Lucas. Tras varios viajes a la corte, se instala en ella en 1854. Su éxito entre la aristocracia es casi inmediato: pinta dos cuadros para el embajador inglés y a la futura emperatriz de Francia (La condesa de Montijo en traje de maja, hoy en la colección de los duques de Alba). Asimismo, recibe un encargo de la reina Isabel II: pintar las fiestas populares y religiosas más importantes del país, trabajo que, por extenso, no pudo concluir el pintor en sus escasos cincuenta años de vida. Con todo, nos dejó buena muestra de ellas en cuadros hoy dispersos por diferentes colecciones. Son algunos de ellos Romería de la Virgen del Puerto (Madrid, Museo Romántico); La feria de Sevilla (Sevilla, Reales Alcázares); La feria de Santiponce (Madrid, Museo del Prado, Casón del Buen Retiro); La Procesión del Rocío (Riofrío, Segovia, Palacio Real de Riofrío) o El Entierro de la Sardina (hoy en paradero desconocido). Forma parte este encargo del interés que, propiciado por la moda romántica, se desarrolló en la España de Isabel II por nuestro pasado histórico y por las tradiciones populares. Poco después del encargo regio a Rodríguez de Guzmán, sería en Ministerio de Fomento el que encargara a otro sevillano (Valeriano Domínguez Bécquer) la búsqueda de tipos populares que perpetuar en el lienzo contra su posible desaparición.

A parecidos intereses responde el encargo, de nuevo del Ministerio de Fomento, de pintar una serie de cuadros de los reyes de Castilla, de los que correspondió a Rodríguez de Guzmán el godo Eurico. Otras series de cuadros delas que hubo de hacerse cargo fueron una sobre Los Sacramentos, hoy dispersa por varias colecciones, y otra sobre las novelas cervantinas Don Quijote de la Mancha y Rinconete y Cortadillo. En las dos últimas, el gusto por el costumbrismo de la escuela sevillana del XIX es especialmente visible.
En 1855, figuró Rodríguez de Guzmán entre los pintores enviados a la Exposición de París. Al año siguiente, Puerto le conseguía una segunda medalla en la Exposición Nacional de Pintura. Otras obras suyas son Muchachos jugando a los naipes, Un andaluz hablando con dos majas, Lance de honor, Las habaneras, Toma de Vélez por don Fernando "el Católico" o Don Pedro I mandando arrojar por una ventana el cadáver de su hermano.

Autor

  • GFSE