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PolíticaHistoriaBiografía

Robespierre, Maximilien de (1758-1794).

Maximilien de Robespierre.

Abogado y político francés, nacido en Arras el 6 de mayo de 1758 y muerto guillotinado en París el 28 de julio de 1794. Maximilien Marie Isidore de Robespierre se convirtió en uno de los protagonistas más controvertidos durante los acontecimientos que convulsionaron Francia durante la Revolución Francesa. Líder del partido radical burgués denominado Jacobino (también conocido como la Montaña por su ubicación en la parte alta de los asientos de la asamblea), en mayo de 1793 consiguió dominar bajo su autoridad el Comité de Salvación Pública, principal órgano del gobierno revolucionario durante el Reinado del Terror.

Vida

Hijo primogénito del matrimonio establecido entre Maximilien François de Robespierre y Jaqueline Margueritte Carrault, Robespierre y sus tres hermanos María, Agustín y Enriqueta fueron abandonados por su padre al morir su madre en 1764. Desde ese momento Robespierre fue apadrinado por el arzobispo de Arras, quien le facilitó la posibilidad de completar su formación académica gracias a una beca de derecho en el prestigioso colegio Louis-le-Grand de París, en la Escuela de Leyes, lo cual le permitió ingresar en el Colegio de abogados de Artois en 1781. Hasta su traslado definitivo a París, tras ser elegido como diputado del Tercer Estado en las elecciones a los Estados Generales, convocadas por el monarca Luis XVI en mayo de 1789, Robespierre apenas había destacado en el ámbito de la vida pública, a pesar de que había sido miembro del Tribunal criminal hasta 1788, perteneciendo exclusivamente a la sociedad de los rosatis que se dedicaba a la producción literaria, principalmente poética. Sus escritos en esta primera etapa de su vida estuvieron imbuidos en su totalidad de las teorías sociales del filósofo francés Jean-Jacques Rousseau, influencia que nunca abandonó, aunque no obstante, reflejaban cierto sentimiento católico y monárquico.

Su actividad política y su progresivo protagonismo en la historia de Francia fueron producto de las consecuencias derivadas de la convocatoria de los ya mencionados Estados Generales, transformados en Asamblea Nacional Constituyente tras el asalto a la Bastilla el 14 de julio de 1789, asalto con el que se inició el proceso revolucionario por el cual la burguesía desplazó a la nobleza como clase política principal y privilegiada. Robespierre destacó por su brillantez oratoria y su innata capacidad de convicción, como así reconoció alguno de sus más ilustres enemigos políticos como Mirabeau. A lo largo de 1790 pronunció más de cien discursos en una Asamblea en la que cada vez era más significativa la influencia de su partido jacobino como quedó patente al ser elegido secretario en junio de ese mismo año.

Para entonces, desde el punto de vista ideológico, Robespierre se había decantado claramente hacia dos posturas: por un lado, como ferviente defensor de las reformas democráticas y, por otro, como enemigo número uno de la institución monárquica. En referencia al primer aspecto, en líneas generales, su programa político reclamaba la necesidad de implantar el sufragio universal, la abolición de cualquier restricción para ingresar en la Guardia Nacional, o en cualquier otro oficio público, así como la supresión de la capacidad del llamado veto real y de los abusos ministeriales que la legislación vigente permitía. Dedicó, asimismo, amplios esfuerzos para que la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano se convirtiera en el preámbulo de la Constitución francesa que se aprobó el 3 de septiembre de 1791 para responder a los deseos de transformación moderada de los girondinos, principales opositores políticos y por aquel entonces mayoritarios en la Asamblea Constituyente.

Por lo que respecta a su concepción antimonárquica, ésta fue asimilada sin paliativos tras el fracasado intento de fuga de la familia real, con la que pretendían llegar a Austria y ganar para su causa a las restantes monarquías absolutistas europeas. La detención de Luis XVI en Varennes provocó todo un estallido de manifestaciones y violencia callejera que culminó con la matanza del Campo de Marte. Robespierre, que había declarado públicamente la necesidad de juzgar al monarca como un delincuente más, abandonó su domicilio ante el temor de la reacción de los monárquicos, y se hospedó durante varios meses en la casa de Maurice Duplay.

Se convirtió así en uno de los primeros representantes defensores de la República, pues aunque el Rey contaba con el apoyo mayoritario, no sólo de la nobleza y del clero, sino incluso dentro del grupo jacobino, Robespierre consiguió que el pueblo viera a su monarca como un traidor, lo cual hizo extenderse un sentimiento republicano desconocido hasta el momento.

En abril de 1792, Francia entraba en guerra con Austria, guerra que pronto se extendería a toda Europa. Al mismo tiempo y dada la nueva situación excepcional, la Asamblea Legislativa de 1791 fue suspendida, la monarquía abolida en agosto de ese mismo año y en septiembre se convocaron elecciones para una Convención Nacional, en la cual Robespierre salió elegido como diputado. Los sucesos se precipitaron paralelamente al aumento de influencia y poder de Robespierre y de los jacobinos más radicales, apoyados por el pueblo, principalmente por los sans-culottes. Así fue como Robespierre pidió y consiguió, no por principios jurídicos sino por razón de Estado, la pena capital para Luis XVI -que se ejecutó el 21 de enero de 1793-, con la que terminó por expulsar de la Convención el 26 de mayo de 1793 a la oposición política. Importantes figuras pertenecientes a la burguesía revolucionaria francesa moderada y monárquica representada por la gironda fueron arrestados, mientras que otros como Condorcet huyeron de París.

A partir de entonces, el programa de la Convención, que Robespierre contribuyó a elaborar, consistió principalmente en reprimir la anarquía, la lucha civil y las fuerzas contrarrevolucionarias internas y externas. Preparó una nueva Constitución, republicana y más democrática, mientras se instituía un nuevo órgano de acción revolucionaria directa como fue el Comité de Salvación Pública que, con sus doce miembros, se convirtió en el eje central del poder gubernamental de carácter de emergencia.

Robespierre, Louis Saint-Just, Georges Couthon y Carnot, junto a Jean Jacques Danton y René Hebert fueron algunos de los personajes más influyentes a lo largo de un año que pasó a la historia como el Reinado del Terror, pues la guillotina se convirtió casi en exclusividad en el único método para la defensa de la revolución. Símbolo de este período, aproximadamente unas cuarenta mil personas de distinto origen social y político murieron como consecuencia del abuso y del uso indiscriminado de este instrumento. Realistas, como María Antonieta, girondinos, jacobinos o montañeses de extrema izquierda, como Hebert y sus seguidores, o más moderados, como Danton, miembros de los sans-culottes y de sus facciones más radicales, conocidos como enragés, murieron guillotinados hasta que el 28 de julio de 1794 ( 9 de Thermidor, según el calendario revolucionario) Robespierre y sus más fieles seguidores y compañeros siguieron el mismo camino, guillotinados en la Plaza de la Revolución, actual Place de la Concorde, después de haber sido hecho prisionero por orden de Barras y del resto de miembros de la Convención, abriendo una nueva etapa que se conoció como reacción thermidoriana.

Maximilien de Robespierre ha sido para los historiadores una de las figuras más polémicas y controvertidas de la historia contemporánea, al igual que lo fue para sus coetáneos. Dejó escritas pocas obras, entre las cuales merece la pena destacar algunas como Mémoire sur les peines infamantes, Mémoire pour le Sieur Dupond, así como algunos artículos publicados en Les Lettres à ses commettant, periódico cuya existencia fue excesivamente corta. Para muchos, Robespierre fue el responsable de un centralismo despótico que ahogó el movimiento popular, favoreciendo indirectamente la contrarrevolución burguesa; sin embargo, para otros, Robespierre representó la alianza del espíritu revolucionario burgués con el pueblo llano, fracasada en sus objetivos como consecuencia de la conjunción de dos factores: la desastrosa situación económica heredada de las estructuras anquilosadas propias del Antiguo Régimen y el contexto internacional al verse Francia obligada a mantener una guerra frente a todas las potencias europeas.

Bibliografía

  • BOULOISEAU, M. Robespierre (París: 1957).

  • ---------------------- Le Comité de Salut Public, (1793-1795). (París: 1962).

  • THOMPSON, J. M. Robespierre, ([2 vol.] 1969).

  • GALLO, M. L'Homme Robespierre. Histoire d'une solitude (París: PLON, 1994).

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Autor

  • Enciclonet