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HistoriaBiografía

Roberto II, Rey de Francia (ca. 970-1031).

Rey de Francia, apodado el Piadoso, nacido en Orleáns, hacia el año 970 y muerto en Melun el 20 de julio de 1031. Fue hijo de Hugo Capeto, fundador de la dinastía que lleva su nombre, y de Adelaida de Aquitania. Educado en Reims por su preceptor, el erudito Gerberto de Aurillac -el que sería el futuro papa Silvestre II-, en diciembre del año 987 fue asociado al trono por su padre quien, gracias a esta medida, pudo establecer y legalizar su dinastía en el trono francés sin oposición alguna.

Roberto II, con miras a engrandecer su reducido reino, que se hallaba rodeado por poderosos señores ducales independientes, se casó en el año 988 con Rosala, viuda del conde de Flandes, Arnolfo III, e hija de Berengario de Italia, a la que repudió al año siguiente para unirse con su amante, doña Berta, esposa del conde Eudis I de Blois, Chartres y Tours, con la que contrajo matrimonio al quedar viuda en el año 996. Aunque el matrimonio fue consagrado por el arzobispo de Reims, el papa Gregorio V anuló dicha unión debido a los vínculos consanguíneos que existían entre ambos esposos, si bien Roberto II siguió conviviendo con Berta fuera del matrimonio eclesiástico, así el Papa acabó por excomulgarle, incluyendo en el anatema al arzobispo de Reims -que había legalizado la boda-, así como a todos los asistentes a la ceremonia. La situación del rey de Francia pareció mejorar con la subida al solio pontificio, en el año 999, de su antiguo preceptor, Silvestre II; pero, tras el breve pontificado de éste, se volvió a levantar el anatema contra el rey. Así pues, Roberto II, presionado por el pontífice y por lo que políticamente significaba soportar una excomunión (los vasallos y siervos estaban libres de la obediencia debida a su señor excomulgado), accedió finalmente, en el año 1001, a repudiar a Berta, para casarse, en el año 1003 con Constanza de Arlés, heredera de Provenza, a la que nuca soportó, pero con la que tuvo a su heredero, el futuro rey Enrique I.

La nueva reina, Constanza, introdujo en la corte francesa todo un séquito provenzal que no gustó nunca ni al monarca, ni a los partidarios de éste, debido a sus distintas costumbres en el vestir y en comportamiento, motivo de constante escándalo para francos y borgoñones. Pronto se formaron dos partidos o bandos irreconciliables dentro de la corte francesa, que pugnaron por hacer con el poder efectivo del reino: los partidarios de la “reina” despojada, doña Berta, que apoyaba los intereses de su hijo habido con el rey, Eudis; y el otro, formado por la reina Constanza, dirigido por Fulques de Anjou. Dentro del contexto de esta lucha política, Constanza mandó ejecutar a Hugo de Beauvais, uno de los más fieles compañeros del rey, que había sido elevado al título de conde del Palatinado y que ejercía una considerable influencia en los designios regios. Roberto II, harto de las intromisiones de su esposa, apeló, sin resultado positivo alguno, a la Santa Sede, para obtener del papa la anulación matrimonial.

Monarca de gran vigor, preocupado por mantener y engrandecer sus dominios, Roberto II luchó contra los usurpadores del dominio real, reivindicando constantemente los feudos en discusión. Así, en el año 1015, se anexionó de forma paulatina los condados de Dreux, Melun, Sens, Autun, Dijon y Montrevil, si bien antes tuvo que enfrentarse con Odón Guillermo, conde de Macom, que intentó apoderarse de la herencia del duque Enrique de Borgoña. La lucha por el importante ducado de Borgoña, que comenzó en 1002 y terminó en 1016, con la victoria de Roberto II y el reconocimiento de éste por todos los nobles del reino como duque de Borgoña, permitió que el ducado fuera confiado a su segundo hijo, el futuro Enrique I, toda vez que el primogénito, Hugo, fue asociado al trono con su padre, el año 1017, en la iglesia de San Cornelio de Compiegne.

El 17 de septiembre de 1025 murió el heredero al trono, Hugo, por lo que el duque de Borgoña, Enrique, fue coronado como sucesor al reino. El ducado de Borgoña pasó a manos del propio rey, con el consiguiente disgusto de la reina Constanza, que reclamó el título para su tercer hijo, Roberto. Ambos hermanos, Enrique y Roberto, se aliaron contra su padre, derrotándole en el año 1030. Roberto II tuvo que buscar refugio en sus posesiones de la localidad de Beaugeney; antes de morir, Roberto II logró hacer las paces con sus dos hijos al dividir la herencia territorial: Enrique heredó el trono francés, mientras que el ducado de Borgoña pasó a manos de Roberto, rama que duró hasta el año 1361.

Aunque Roberto II fue un soberano que no dudó en enfrentarse y desafiar a la iglesia -siempre con la intención de defender sus derechos de conquista-, se distinguió por su gran piedad religiosa, prudencia y caridad, que le llevaron a construir una gran cantidad de iglesias y monasterios, y por la protección que otorgó a las ciencias y a las artes. Él mismo fue uno de los pocos hombres ilustrados de su tiempo, como muestra el hecho de que compusiera diferentes himnos religiosos, entre los que destaca sobremanera el maravilloso Veni Sancte Spiritus. También se preocupó personalmente por la protección y difusión por todo el orbe cristiano de la orden religiosa de los cluniacenses, nacida casi un siglo antes, autora e impulsora de la reforma eclesiástica.

Bibliografía

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  • COLE, R. Un viaje por la historia de Francia. (Madrid, 1991).

  • LADERO QUESADA, M.A. Historia Universal de la Edad Media. (Barcelona, 1987).

CHG.

Autor

  • Carlos Herráiz.