Roberto I Wittelsbach, emperador del Sacro Imperio (1352-1410).

Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico (1400-10) y conde del Palatinado (1398-1410). Hijo del elector del Palatinado, Roberto II, y de Beatriz de Sicilia, hija de Pedro II de Sicilia, nació el 5 de mayo del año 1352, en la localidad de Amberg, y murió el 18 de mayo del año 1410, en el castillo de Landskron, cerca de la localidad de Oppenheim.

Durante el cautiverio del emperador Wenceslao I (1394-96), fue nombrado regente del Imperio por los príncipes electores. Una vez que Wenceslao I fue depuesto del trono imperial, Roberto fue elegido su sucesor, el 21 de agosto del año 1400, en la ciudad de Rhens, gracias a los votos favorables de los electores de Colonia, Maguncia, Sajonia y el Palatinado. Su coronación imperial se llevó a cabo al año siguiente, el 6 de enero, en la catedral de Colonia, sin embargo, no fue reconocido por el Papa de Roma, Bonifacio IX.

Nada más ser coronado emperador, Roberto I preparó una campaña contra Gian Galeazo Visconti, para recuperar el importante ducado del Milanesado, el cual había sido transferido a esta familia italiana, tres años antes, por el depuesto emperador Wenceslao. Por todo ello, en el verano del mismo año logró reunir un gran ejército con el que se dirigió hacia el norte de Italia. El 21 de octubre, en la batalla de Brescia, Visconti aplastó sin paliativos, los efectivos imperiales, a cuya desgracia se sumó la derrota del hijo del emperador en el otro frente de Bohemia, contra un ejército liderado por el defenestrado emperador Wenceslao, quien nunca renunció a sus derechos sobre el trono imperial. Desgastado por ambos esfuerzos militares y por la traición en el campo de batalla del duque de Austria, regresó a sus dominios alemanes, donde pasó prácticamente todo su reinado, envuelto en luchas armadas contra Wenceslao, lo que acabó por erosionar su ya de por sí debilitado imperium. Tal debilidad imperial fue aprovechada por la nobleza y el alto clero alemán, que antaño le apoyó y aupó al trono imperial, que conformaron contra su gobierno la liga de Marbach, en el año 1405. Sin autoridad alguna y tras perder el Brabante y el Limburgo, que pasaron a manos del duque de Borgoña, Roberto I intentó imponer su punto de vista y voluntad en el importante Concilio de Pisa, celebrado en el año 1409, donde tampoco se le tuvo en cuenta. Tras semejantes sin sabores políticos, Roberto I abandonó todo empeño político. Murió, sin poder efectivo alguno y abandonado por todos sus aliados, el 18 de mayo del año 1410.

Bibliografía

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CHG.

Autor

• Herraiz.