Rita de Casia, Santa (1381-1457).
Religiosa italiana nacida en la pequeña aldea de Rocca-Porena, Umbría, cerca de Casia, en el año 1381. Su niñez transcurrió en un ambiente familiar muy cristiano. Aficionada a la oración y a la piedad, nació en su corazón el deseo de consagrarse a Dios. Sin embargo, tuvo que desistir porque debía atender a sus padres. Contrajo matrimonio hacia los 12 años con un joven influyente en la vida política. Su marido era brusco y vicioso pero acabó por ser atraído al buen camino gracias a la Santa, y cuando existía un ambiente armónico en el hogar, el esposo fue asesinado por motivos políticos. Después de enviudar y de la muerte prematura de sus hijos, comenzó una nueva etapa en la vida de Rita. intentó realizar los antiguos deseos de ingresar en el monasterio de Religiosas de la Orden de San Agustín en Casia, en el que fue rechazada, ya que las reglas del monasterio eran muy exigentes y no admitían más que vírgenes. Este obstáculo fue superado milagrosamente por la intervención de la Virgen y de los santos de su devoción, y por fin a los 36 años profesó la religiosa en humildad, pobreza, caridad, ayuno y oración. Su vida estará llena de contrastes y esta nueva forma de total consagración por los votos tendrá el sello del sufrimiento. Siempre tuvo una devoción especial a la pasión de Cristo, quien la hizo partícipe de sus sufrimientos marcándole la frente con el estigma de una espina. Después de ser ejemplo de las virtudes cristianas, murió hacia el 1457 en Casia, ya septuagenaria. León XIII la canonizó en 1900. Por los muchos obstáculos que tuvo que superar, se la invoca como la abogada de los imposibles. Su fiesta se celebra el 22 de mayo.
