Ripstein, Alfredo (1916-2007).
Productor de cine mexicano, nacido el 10 de diciembre de 1916 en Parral, Chihuahua (México) y fallecido el 20 de enero de 2007 en Ciudad de México.
Hijo de un comerciante de origen polaco, con tan sólo 5 años se trasladó a la capital mexicana, donde estudió para contador público. En la década de los 30 trabajó como contable para la Financiera Industrial Cinematográfica de Simon Wishnack. Posteriormente, pasó a trabajar para la productora Filmex, creada por el propio Wishnack en 1939, donde inició su carrera como gerente de producción y productor ejecutivo. Ocho años después, comenzó a trabajar como productor independiente, para lo cual creó su propia empresa: Alameda Films, S.A., donde trabajó con grandes estrellas mexicanas como Pedro Infante, Marga López, Joaquín Pardavé y Arturo de Córdova, entre muchos otros. Así mismo tuvo ocasión de colaborar con directores de la mejor épica del cine mexicano, como Chano Urueta, Alejandro Galindo y Fernando Méndez.
Su hijo Arturo siguió los pasos de su padre, con quien trabajo como realizador en El coronel no tiene que le escriba (1999) y Principio y fin (1993), ambas producidas por Alfredo Ripstein. También produjo para su compatriota Carlos Carrera la adaptación de la polémica novela El crimen del padre Amaro (2002) del portugués Eça de Queirós, que ganó el Ariel de Oro junto a El callejón de los milagros (1995) de Jorge Fons y la anteriormente citada Principio y fin de su hijo Arturo Ripstein.
Otras películas destacadas de su filmografía son: Corona de lágrimas (1967) de Alejandro Galindo, Cristo negro (1962) de Ramón Torrado, La maldición de la llorona (1961) de Rafael Baledón, El mundo de los vampiros (1960) de Alfonso Corona Blake, y Misterios de ultratumba (1958) de Fernando Méndez.
Alfredo Ripstein tuvo una carrera plagada de éxitos cinematográficos y el final de su vida fue casi de película: murió a causa de un paro respiratorio el 20 de enero de 2007, dos días después de celebrar 65 años de casado junto a su esposa Frieda.
