Ribeiro, Darcy (1922-1997).
Antropólogo, etnólogo, educador y político brasileño nacido el 26 de octubre de 1922 en Montes Claros (Minas Gerais) y muerto en Brasilia el 17 de febrero de 1997. Fue también ensayista y una figura reconocida y respetada por sus ideas democráticas y liberales en Brasil y en el extranjero.
Hijo de una profesora de primaria, perdió a su padre a una edad muy temprana. En 1939 marchó a Belo Horizonte para cursar estudios de medicina, pero mostró más interés por los cursos que impartía la Facultad de Filosofía o la de Derecho. Al año siguiente decidió matricularse en la Facultad de Sociología y Política de Sâo Paulo, graduándose con la especialidad de etnología en 1946. Se casó con Bertha Gleiser en 1948 (aunque se volvió a casar, una vez separado de su primera mujer, con Cláudia Zarvos en 1978).
Al año siguiente de su graduación, entró en el Servicio de Protección a los Indios, donde permaneció hasta su dimisión, en 1957. En estos primeros años de vida profesional estudió a los indios kadiwéu, guaraní, oti-xavante, boroto y a los urubus-kaapor, que habitaban las zonas de Mato Grosso, Paraná, Santa Catarina, Brasil Central y Amazonas. Durante este período contribuyó a la creación del Parque Nacional Indígena del Xingu. Fundó también el Museo del Indio, que se encuentra en Río de Janeiro, inaugurándolo oficialmente en abril de 1953. En ese Museo organizó, en 1955, un curso de postgrado en Antropología Cultural, el primero celebrado en Brasil. En 1954, colaboró, ocupándose de la parte indígena, en la Gran Exposición de Historia de Brasil que se celebró en Sâo Paulo con motivo de la conmemoración del IV centenario de la ciudad. En ese mismo año realizó su primer viaje a Europa, invitado por la Organización Internacional del Trabajo.
Posteriormente, se dedicó a impulsar la educación primaria y superior. Fue director de la División de Estudios Sociales del Centro Brasileño de Investigaciones Educativas, dependiente del Ministerio de Educación y Cultura, entre 1957 y 1961. En 1959 ocupó el cargo de vice-director del Instituto Nacional de Estudios Pedagógicos. Creó la Universidad de Brasilia y fue su primer rector en 1961. También en ese año colaboró en la puesta en marcha de un Plan Nacional de Educación y fue nombrado Ministro de Educación y Cultura en 1962. Ribeiro Se manifestó siempre en defensa de la educación pública. Su interés y dedicación en el campo educativo fue constante, no solo en su país, sino en otros lugares, especialmente en América Latina, donde llevó a cabo programas de reforma universitaria y de formación del profesorado.
Siempre próximo a la actividad política, en 1963 fue designado Ministro Jefe de la Casa Civil, siendo presidente Joâo Goulart. Mientras ejercía ese cargo, le sorprendió el golpe de estado del 31 de marzo de 1964 que forzó su marcha al exilio. Permaneció fuera de su país varios años, interrumpidos tan solo en 1968 y 1974, cuando volvió a Brasil, pero tuvo que salir nuevamente, ya que los militares continuaron considerándolo persona non grata. Su vuelta definitiva tuvo lugar en 1976. Muchos países le acogieron durante estos años, no sólo de América Latina sino también europeos. Inicialmente marchó a Montevideo, donde ejerció de profesor de Antropología en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de la República Oriental de Uruguay. En 1969, después de su intento de vuelta a Brasil, se exilió en Venezuela; allí se incorporó como profesor en la Universidad Central. Asimismo, fue asesor del presidente Salvador Allende en Chile y del general Velasco Alvarado, presidente de Perú. En Lima fundó el Centro de Estudios de Participación Popular y ocupó su dirección. Allí permaneció hasta su regreso a Brasil.
Ya instalado en Río de Janeiro, volvió a entregarse plenamente a la educación y a la política. En 1979 recuperó su cargo de profesor titular del Instituto de Filosofía y Ciencias Sociales de la Universidad Federal de Río de Janeiro. Fue elegido vicegobernador del estado de Río de Janeiro en 1982, y en 1983 asumió los cargos de secretario de Cultura y de coordinador del Programa de Educación; entonces trabajó, intensamente, en la puesta en marcha de quinientas escuelas de turno completo para mil niños y adolescentes. Fue además el creador del Sambódromo, donde tiene lugar todos los años el desfile de las escuelas de samba en los Carnavales de Río de Janeiro. En él estableció doscientas aulas para educación primaria. También creó la Biblioteca Pública Estatal, la Casa de Francia-Brasil, la Casa Laura Alvin y el Centro Infantil de Ipanema.
En 1990 fue elegido senador de la República, y desde ese cargo defendió varios proyectos de ley, como el derecho de los peatones frente a los vehículos de motor; cambió la ley de transplantes e hizo posible el uso de órganos de fallecidos para salvar o mejorar la calidad de vida de los vivos; otra ley promovida por él castigó el uso indebido del pegamento. Al año siguiente, y durante su mandato como senador, comenzó a publicar la revista Carta, donde se analizaban los principales problemas de Brasil y del mundo. Asimismo, colaboró en la obra del Memorial de América Latina en Sâo Paulo, realizado por Oscar Niemeyer.
El trabajo de Darcy Ribeiro en el sector educativo y cultural nunca cesó. En el campo de la formación permanente de profesores implantó el Programa Especial de Educación, y unos años antes de su muerte se dedicó a establecer la enseñanza a distancia, no sólo para preparar mejor al profesorado, sino para mejorar el apoyo a los alumnos. Siempre resaltó en él la importancia del cultivo de la cultura para la mayoría, por su aportación a la claridad y libertad personal.
Otro campo de su actividad fundamental fue el estudio y defensa de los pueblos indígenas. En 1980 formó parte del jurado del 4º Tribunal Russell, reunido en Holanda para juzgar los crímenes contra la población indígena. Dejó muchas obras etnográficas escritas sobre diversos grupos. De gran interés es el ensayo sobre la mitología y el arte de los kadiweu, que incluyó un gran número de dibujos originales hechos por ellos mismos. Otras obras de etnología que destacan son Culturas e linguas indígenas do Brasil, A política indigenista brasileira y Suma etnológica brasileira, en colaboración con Bertha G. Ribeiro, publicado en 1986.
En los años que permaneció en el exilio, Darcy Ribeiro escribió los cinco volúmenes de “Estudios de Antropología de la Civilización”, un conjunto de casi dos mil páginas, con 96 ediciones y publicado en diferentes idiomas, en los cuales, da una explicación sobre la formación desigual de los pueblos americanos. En As Américas e a civilizaçâo, publicado en España en 1969, expuso su teoría sobre la transformación y formación de los pueblos nuevos, de esta forma:
“Son nuevos en el sentido de que fueron hechos por haberse deshecho sus matrices. Sus indígenas fueron desindianizados, sus negros desafricanizados, sus europeos deseuropeizados, todo lo cual hace una cosa nueva que no tiene pasado glorioso y está volcado hacia el futuro. Son pueblos construidos con proletariado externo y parten de la inmensa dificultad de componer con gente desenraizada una gente nueva, un ser nuevo en la historia.”
Los otros cuatro volúmenes fueron: Os brasileiros: Teoria do Brasil publicado en 1965; O dilema da América Latina; Os índios e a civilizaçâo, en 1970; y O Processo Civilizatório, en 1972.
Dejó también varios escritos sobre educación, como A Universidade Necessária, de 1969. Tambien cultivó la novela; la más importante Maíra, fue editada en 1976. El compendio de cinco volúmenes de “Estudios de Antropología de la Civilización” le impulsó a escribir además O povo brasileiro: A formaçâo e o sentido do Brasil, en 1995. Una de sus últimas obras, Diários índios, publicada en 1996, reúne sus anotaciones de campo de 1949 y 1950, cuando convivió con los indios urubu-kaapor en el Amazonas.
Darcy Ribeiro fue miembro electo de la Academia Brasileña de Letras el 8 de octubre de 1992, para ocupar el sillón número once, que dejó vacante Deolindo Couto; se posesionó el 14 de abril de 1993. Recibió numerosos premios y condecoraciones, y fue doctor honoris causa por las universidades de La Sorbona (1979), Montevideo, Copenhague, Central de Venezuela y Brasilia (1995). El mismo instituyó la Fundación Darcy Ribeiro, que guarda y promueve su obra, en enero de 1996. Su sede se encuentra en su antigua residencia de Copacabana.
Ribeiro se encuentra enterrado en el mausoleo de la Academia Brasileña de Letras en Río de Janeiro.
T. Bandrés Sierra
