Ramos de Argote, Hersilia (1910-VVVV).
Poetisa y educadora panameña, nacida en Aguadulce (en la provincia de Coclé) en 1910. Autora de una poesía que, arraigada en la poderosa estela del post-modernismo, se mueve siempre dentro de unas coordenadas de dulzura y sencillez para ofrecer un diáfano vehículo expresivo a sus ideas y sus sentimientos más hondos, se destacó también en el panorama cultural panameño de mediados del siglo XX por su interés hacia la infancia, su vocación pedagógica y su preocupación por inculcar en los niños el amor a la lectura.
Muy motivada siempre por el conocimiento de las disciplinas humanísticas, cursó sus estudios elementales en la escuela primaria de su población natal, de donde pasó a la capital del país para obtener el título de maestra de enseñanza primaria en la Escuela Normal de Institutoras. No contenta con esta brillante formación académica, se matriculó luego en el Conservatorio Nacional para cursar allí estudios de métrica bajo la tutela del profesor Enrique Ruiz Vernacci, y poco después ingresó en la Universidad de Panamá, donde realizó algunos cursos sobre literatura hispanoamericana y técnicas pedagógicas. Esta sólida preparación humanística orientada casi siempre hacia los campos de la enseñanza y la literatura habría de gobernar su trayectoria profesional a lo largo de toda su vida, ora en el ejercicio de la docencia (que para Hersilia Ramos fue algo así como una consagración a una causa noble en la que había tanto de inquietud intelectual como de entrega espiritual y humanitaria), ora en el cultivo de la poesía, género al que dedicó todos sus afanes artísticos.
Como docente, Hersilia Ramos halló en la literatura un instrumento idóneo para fomentar la sensibilidad del niño, estimular su capacidad intelectual e, incluso, complementar su educación cívica y moral; no es de extrañar, por ende, que en su faceta de poetisa dedicara una parte de su esfuerzo creativo a la composición de poemas destinados a los jóvenes lectores, casi siempre impregnados de una profunda espiritualidad cristiana. Entre las colecciones de poemas que destinó a la infancia, cabe recordar aquí las tituladas Versos para niños y Por los caminos de un apostolado, editadas ambas en 1950 por el sello istmeño Editora Panamá América, así como Alegría para niños, que mereció desde que era apenas un proyecto de la autora el apoyo incondicional de las autoridades educativas del país (fue editada por el departamento de Bellas Artes del ministerio de Educación).
Pero la producción poética de Hersilia Ramos no sólo apuntó a la educación de los menores y al despertar de su sensibilidad artística, su espiritualidad religiosa y su responsabilidad cívica y moral. La poetisa de Aguadulce fue autora de otros poemarios que, ajenos a la literatura infantil, merecieron los elogios unánimes de la crítica y los lectores y, en algunos casos (como ocurrió con su cancionero titulado Tregua), extendieron su prestigio literario fuera de las fronteras panameñas. Su obra y su persona fueron, en efecto, objeto de múltiples galardones, reconocimientos y homenajes dentro y fuera de su Panamá natal, y varias composiciones salidas de su pluma pasaron a formar parte de algunas de las muestras antológicas más difundidas de las Letras hispanoamericanas. A mediados del siglo XX, su espléndida colección de versos titulada Alma y mundo fue galardonada en el certamen literario más prestigioso del país, el célebre Concurso Ricardo Miró, en su convocatoria de 1950 y en su modalidad de poesía; y, ocho años después, su famoso poema "A la flor nacional" -aprendido y recitado luego por varias generaciones de escolares panameños- se hizo acreedor de la Medalla de Oro Flor del Espíritu Santo.
Al margen de los títulos citados en parágrafos anteriores, Hersilia Ramos de Argote (que, en su condición de docente, fue también homenajeada en numerosas ocasiones por el cuerpo de maestros panameño y las autoridades educativas de la pequeña república centroamericana) ha publicado otros poemarios tan interesantes como los titulados Cantos al hogar y al terruño, Rosales al viento (1964) y Hojas eternas.
JRF.
