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PinturaBiografía

Prud'hon, Pierre Paul (1758-1823).

Pintor francés, de estilo rococó, nacido en Cluny en 1758 y fallecido en 1823. La expresividad y emoción que imprime a sus cuadros prefiguran el romanticismo. Gozó del favor de Napoleón y alcanzó gran fama a través del retrato de la Emperatriz Josefina (1805, Louvre, París), y de sus diseños para el mobiliario de los palacios de la corte. Su prestigio se ha visto empañado por las críticas de sus contemporáneos, especialmente del pintor neoclásico Jacques-Louis David y sus seguidores.

Su talento artístico se hizo evidente desde su infancia y a la edad de 16 años se fue a estudiar pintura a Dijon, bajo las órdenes de François Devosge. Ingresó en la Real Academia en 1776. Después de ganar el premio de Roma en 1784, se instaló en esta ciudad hasta 1788 y durante este período profundizó en el conocimiento de los maestros antiguos. Le influyó mucho el delicado estilo de los pintores renacentistas como Leonardo da Vinci (1452-1519), Rafael(1483-1520) y Correggio (1494-1534), y la elegancia de la escultura neoclásica de su contemporáneo Antonio Canova (1757-1822), con quien trabó amistad en Roma. A su vuelta a Francia, comenzó a exponer en el Salón de París a partir de 1791. Con el fin de ganar dinero, trabajó como ilustrador de libros, con lo que consiguió el reconocimiento del público gracias a sus ilustraciones en los libros del editor Didot. Pertenecer a la Academia Francesa era requisito indispensable para el éxito económico de cualquier artista de aquella época, y Prud'hon no fue admitido hasta 1816.

Se casó a los 20 años; su matrimonio fue un fracaso del que, no obstante, nacieron seis niños. Tras la ruptura matrimonial, decidió rehacer su vida junto a una estudiante, Constance Mayer. Vivieron juntos desde 1803 hasta 1821, cuando ella se suicidó inesperadamente. Dos años más tarde muere Prud'hon. Tras su muerte obtuvo el general reconocimiento de trágico genio romántico. La carrera artística de Pierre Paul Prud'hon se prolongó durante casi 40 años, desde el final del antiguo régimen hasta la Revolución Francesa (1789), el Imperio Napoleónico (1804-14) y la restauración Borbónica (1814-48). Se ganó el favor del propio Napoleón y retrató a las dos emperatrices, Josefina y Marie-Louise, incluso llegó a ser profesor de dibujo de éstas. Pintó gigantescas alegorías amorosas, con títulos tales como El amor seduce a la inocencia, El placer atrapa y le siguen los remordimientos, sin embargo, su reputación siempre ha sido imitada. Parte del problema de Prud'hon fue la feroz competencia, especialmente con el influyente pintor neoclásico Jacques-Louis David y sus seguidores. En oposición al frío academicismo de David y su escuela, la obra de Prud'hon reflejaba una lánguida elegancia rococó. Recibió una gran influencia de Correggio, cuyas formas suaves y su iluminación ligera, contrastaban profundamente con la rigidez del neoclasicismo. David despreció el estilo de Prud'hon y lo calificó como una mera "reencarnación de Boucher y Watteau". Entre sus obras, la alegoría amorosa fue un tema recurrente: La unión del amor y la amistad, presentada en el Salón de 1793, fue su primera pintura alegórica; El amor seduce a la inocencia, El placer atrapa y le siguen los remordimientos. Esta última fue otra de sus obras alegóricas planeada en 1793 pero que no se realizó hasta 1809; era un encargo de la emperatriz Josefina para el Salón de 1810 que nunca fue entregada debido al divorcio entre Josefina y Napoleón.

También el dibujo tuvo un papel muy destacado en la obra de Prud'hon; siempre realizado con lápiz negro y tiza blanca, a menudo sobre papel azul, y fueron muy admirados por el pintor francés Delacroix.

Los retratos constituyeron una parte muy importante de su obra, además de una buena fuente de ingresos, al menos en sus años de juventud. Sin duda el más famoso de todos fue el de la Emperatriz Josefina, comenzado en 1805 y finalizado cuatro años más tarde, que denotaba la amistad y simpatía que sentía el pintor por la modelo. Delacroix admiró esta pintura y llegó a escribir en su diario que toda ella era sublime.

El amor por el lujo y la pompa fueron marcas de la era napoleónica, y Prud'hon recibió una gran cantidad de encargos. Entre otros destacaron los largos paneles que realizó para el Salón de la Richesse del hotel Lannoy de París, el diseño de los aposentos de la nueva emperatriz Marie-Louise y llegó incluso a diseñar la cuna del único hijo de Napoleón. Este tipo de encargos contrastó profundamente con obras como La justicia y la venganza divina persiguiendo al crimen, alegoría realizada para el Palacio de Justicia. Una de las pocas obras religiosas de Prud'hon fue Cristo en la Cruz (1822), concluida apenas un mes antes de su muerte, en la que reflejó la profunda tristeza del artista tras el suicidio de su amante.

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