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LingüísticaBiografía

Prichard, James Cowles (1786-1848).

Antropólogo, lingüista y especialista en historia nacional inglés nacido el 11 de febrero de 1786 en Herefordshire y fallecido en Londres el 22 de diciembre de 1848.

Fue el mayor de los cuatro hijos de Thomas y Mary Prichard. Desde sus tempranos estudios en el hogar y más tarde en Bristol, donde se trasladó su familia, mostró gran facilidad para los idiomas, así como para la medicina, que comenzó a estudiar en 1802. Asistió también a las conferencias impartidas en el Hospital Saint-Thomas, de Londres. En 1806 se matriculó en la Facultad de Medicina de la Universidad de Edinburgo. Allí pudo atender no sólo las conferencias de medicina, sino las de antropología y filosofía natural, que abordaban entre otras cosas las razas humanas. Eso explica el primer interés de Prichard en estos temas, publicando en 1808 una memoria, De generi humani varietati, que luego sería aumentada (en cinco volúmenes) en la obra de antropología más importante de la época, Research into the Physical History of Mankind.

Prichard realizó también estudios en el Trinity College de Cambridge. Una vez obtenido su grado de doctor, comenzó a trabajar como médico en el Hospital Saint-Peter de Bristol (1811) y tres años más tarde en Bristol Infirmary; tareas que compartía con su consulta privada. Mantuvo relaciones con diversos intelectuales relevantes de la época y perteneció a importantes sociedades científicas, como la Royal Society (a partir de 1827) y la Entomological Society de Londres, de la que llegó a ser presidente. Asimismo, recibió el doctorado honorífico de Oxford en 1835

Si bien a Prichard se le conoce mayormente por sus estudios antropológicos, escribió varios tratados que tuvieron cierta influencia sobre el tratamiento de "insanidad moral" (locura, alucinaciones), un tema que desde muy antiguo relacionaba la inmoralidad y vida disoluta con las enfermedades, y que está muy presente todavía en todo el siglo XIX. Vio, además, como factores relevantes para explicar los trastornos mentales la inflamación cerebral y la inadecuada alimentación. Algunos de estos trabajos estaban dirigidos a la jurisprudencia, que debía determinar si ciertas personas padecían trastornos mentales reales. Por estos trabajos se nombró a Prichard, en 1945, comisionado para atender estas enfermedades.

El origen de las razas humanas era un tema de gran debate en la primera mitad del siglo XIX, e iba desde la propuesta aparecida en el Génesis bíblico, hasta las opiniones monogenistas (monogenismo ortodoxo o religioso que explicaba el origen de las razas a partir de los hijos de Noé) y poligenistas, así como la unidad de la especie humana (todas las razas pertenecían a la misma especie). Para los poligenistas las razas provenían de especies diferentes e incluso para algunos eran especies diferentes. Las causas que producían esas razas se achacaban a un número de factores entre los que se encontraban las condiciones ambientales (sol, calor o alimentación) como mantenían Buffon, Blumenbach y otros. Para Prichard, sin embargo, la acción ambiental sólo afectaba a los individuos pero esos caracteres no eran transmitidos a sus hijos. Concedió por tanto mayor significación a la herencia, al plantear que las variaciones de plantas y animales dependían de la acumulación de variaciones "congénitas" que se producían en el huevo o en el germen de los padres, y se transmitían a los descendientes, si bien Prichard ignoraba mediante qué mecanismos. Se apoyó para sus argumentos en diversos ejemplos en la herencia del albinismo y de otras características de la piel. Más en consonancia con lo que Darwin, desarrollaría más tarde en su teoría sobre la evolución, en cuanto al papel de la herencia.

No obstante el conocimiento sobre la herencia del siglo XIX, que no conoció la teoría mendeliana o no la interpretó adecuadamente, debía depender en gran medida de las condiciones ambientales; por eso Prichard aceptó en un primer momento la idea de John Hunter que la domesticación en los animales y en la civilización en los humanos daban lugar a una coloración más clara, que procedía de una humanidad oscura, incivilizada que con el progreso produjo variaciones raciales. O lo que es lo mismo, la humanidad en sus primeros tiempos no había sido blanca, sino negra, y de ésta derivaron los europeos y demás variedades de la especie humana. Es fácil comprender la reacción asumida por los sectores racistas de la época ante una afirmación como ésta. De hecho, la mayoría de los antropólogos actuales, que remontan la evolución a los australopitecos africanos, concluyen que éstos debieron tener una piel oscura. Prichard debió aceptar también la influencia del ambiente en animales, cuyas variaciones les permiten sobrevivir en regiones específicas (en realidad ambos factores, ambiente y herencia están presentes, entre otros factores, en la formación de las razas). Ya por convencimiento de la inconsistencia de su teoría, ya por evitarse ulteriores conflictos (el origen de las razas era un asunto que enfrentaba a los científicos, teólogos, etc.), desistió de intentar explicarlo en la última versión de su obra

Para probar que el hombre es una especie única, Prichard se apoyó en un gran cúmulo de caracteres anatómicos, fisiológicos y psicológicos de las razas, pero también en razones lingüísticas y culturales que vinculaban a las razas entre sí. Concedió por tanto gran importancia a las evidencias arqueológicas y etnográficas, como refleja en sus Recherches y en otras obras que escribió al respecto, como An Analysis of the Egyptian Mythology (1819) y Eastern Origin of the Celtic Nations (1831). De opiniones monogenistas, pensó que el hombre debió haberse originado en un único lugar distribuyéndose a partir de ese punto por diferentes migraciones.

Apoyó asimismo la creación de dos importantes corporaciones que se fundaron en Londres, como la Sociedad de Protección de los Aborígenes (1835), dirigida en un primer momento por Buxton; y la Sociedad Etnológica (1843), gracias a los esfuerzos de su amigo y colega médico Thomas Hodgkin. Prichard jugó un importante papel en esta institución, que presidió en 1847-1848, para el desarrollo de la etnología. Guiándose por los criterios de Prichard, la Sociedad adoptó una posición monogenista y en defensa de las similitudes de las razas; pero más tarde, con la incorporación de Knox, Crawfurd y otros, asumió posiciones poligenistas y racistas.

Lyell, Candolle, Tylor y otros científicos elogiaron el trabajo de este eminente antropólogo que falleció en Londres.

Bibliografía

  • Dictionary of Scientific Biography, New York: Charles Scribner's, s. a.

  • PESET, J.L. Ciencia y marginación. Barcelona, Grupo Editorial Grijalbo, 1983.

  • PRICHARD, J. C. Researches into the Physical History of Mankind. London, Sherwood, Gilbert & Piper, 1836-1847.

  • -------------------: On the different forms of insanity, in relation to jurisprudence. Designed for the use of persons concerned in legal questions regarding unsoundness of mind. London, Baillière, 1842.

  • SPENCER, F. (ed.) History of Physical Anthropology: A New Enciclopedia. New York & London: Garland Publishing, inc., 1997; 2 vols.

  • STOCKING, G."Introductory Essay", en PRICHARD, J. C. Researches into the Physical History of Mankind, Chicago: University of Chicago Press, 1973.

AGG

Autor

  • 0305 Armando García González